Capitulo 3

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   "Dos semanas ya pasaron de ese horrible hecho, hoy solo quedamos cinco desde esa vez, con el correr de los días, fueron matando a muchos y así llegando más personas" cuenta con sus palabras mi papá. Pero es en ese día después de dos semanas donde ocurre algo sumamente importante, de no ser por esa mínima confusión, ese domingo por la mañana no hubiera tenido a mis papas contándome semejantes hechos.


   Era ya de noche, cuando una de las mujeres que estaban en esa habitación comienza con pleno parto, por lo poco que mi mamá logra escuchar, esa noche solo dos militares habían en ese piso de la fábrica, cuando siempre solían haber más de diez o quince por piso, pero esta vez se encontraban reducidos ya que varios del personal estaban en reunión en "la tercera" denominada por los militares, que por supuesto se referían a la Comisaria Tercera, que estaba a unas cuadras de la Campomar, la cual se probó que formó parte del "Circuito Camps."

   Ante este hecho, varios de los detenidos se asoman para ver que sucedía, y los únicos dos militares que estaban en ese piso de la fábrica, para suerte de los detenidos, bajan a trasladar a la chica, que mi papá llega a ver antes de sacarla de la habitación que se encontraba moribunda, ya que estuvo demasiado tiempo sin lograr tener un parto natural y hasta que los militares logran llegar a sacarla, ya se habían tardado demasiado.

   Esperaron unos minutos y ven que nadie venia ni a cerrar con seguro la puerta ni a controlar, entonces mi papá, quien conocía algo la fabrica y el terreno que la rodea ya que anteriormente, antes de mudarse, vivía sobre Lomas Valentinas a unos metros de llegar a la calle Liniers, que esta es la calle de atrás del complejo donde se encuentra Campomar y podía ver siempre algunas partes de los sectores del predio y anterior a ser detenido, solía ver como ingresaban y salían vehículos del lugar.

   Sin dudar mi papá le dice a mi mamá que se les había abierto una posibilidad, y que si algún otro detenido quería irse junto con el y mi mamá, que los acompañen. Varios de los presos dijeron que no, pero tres de ellos los acompañaron y fue así como muy de a poco lograron salir del complejo, bajando y caminando sin un ruido. Es cuando están a punto de salir de la edificación cuando el movimiento de los pocos militares que se encontraban dentro comienza a aparecer ya que se dan cuenta que faltaban cinco de los detenidos. Finalmente, y de manera rápida logran encontrarse fuera de la edificación y ya sobre el terreno baldío del lugar.

   Los cinco, con la ropa rota y descalzos caminaban por el lugar, cada paso era lento, porque antes de pisar, con el mismo pie sentían que o donde estaban por pasar. Después de vario rato logran llegar a uno de los portones laterales, que salían directamente a la calle. Uno de los detenidos vivía cerca del lugar, por la calle Molinedo, logran llegar y ahí es cuando se cambian y todos deben escapar nuevamente, ya que la llegada de los militares a inspeccionar la casa, era inminente.

   Todos se separan y cada uno sigue su rumbo. Mi papá y mi mamá eran menores de edad y no podían escapar solos, por lo que planean una ida rápida cada uno a su casa y hablar con mis abuelos del tema. Mis abuelos, tanto por parte de mi mama como de mi papá, tenían la misma idea que mis padres, y ya antes del suceso estaban en busca de irse del país. Los hermanos de mis abuelos para ese entonces vivían en Brasil, y ese era el destino que tenían cuando comenzó toda la toma de estado en 1976.

   Mi mama rápidamente va a su casa y les cuenta a los padres la situación, no era momento de un reencuentro emotivo, más bien rápido. Mis papás habían acordado encontrarse en el local de ropa de mi abuelo por parte de mi papa, donde hablarían de que hacer, entre las dos familias, es decir, los padres de mi papá y los padres de mi mamá. Ellos no vivían demasiado lejos, era cuestión de cuadras y el local ubicado en el terreno de al lado a la casa de mi papá. Ahí acordaron irse a Brasil ambas familias, pero días distintos por si acaso. Arreglaron refugiarse en una casa que no usaban los tíos de mi papa hasta poder tener todo para salir del país.

   Pasó un mes desde aquel día. Los militares se pusieron más intensivos cuando se dieron cuenta que en tanto en la casa de mi mamá como en la de mi papá, mis abuelos no estaban y sus pertenencias importantes tampoco. El hermano de mi abuelo, por parte de mi madre, porque los padres de mi papa no tienen hermanos, es el que los esperaba en Brasil.

   Durante la estadía acá en Argentina en la casa de su tío, mi abuelo, por parte de mi papa se ocupó de conseguir documentación falsa para poder salir del país, necesitaban tiempo para obtener los recursos necesarios para irse, y lo más importante era tener la documentación, y por amigos de mi abuelo pudieron obtenerla para irse finalmente.

   En el viaje no hubo complicaciones, lograron llegar a destino sin dificultad, primero la familia de mi mamá y finalmente la de mi papá unas dos semanas después. Ellos estuvieron en Brasil sin problema, no vivían en la ciudad, ya que el hermano de mi abuelo tenía un terreno amplio a las afueras de una pequeña ciudad, no hubo ningún problema.

   Las noticias que les llegaban de Argentina eran horribles y nada bueno para quedarse. Es allí donde mi mamá y mi papá entablan una buena relación de primos con Paula ya que ella vivía en Brasil con el hermano de mi abuelo «por parte de mi mamá» y nunca se habían conocido antes. Los padres de Paula tenían la misma postura que mis abuelos y mis padres acerca del gobierno de facto que arrasaba en Argentina.

¿Qué Ocultan Esas Paredes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora