Juguemos a no enamorarnos

CAPITULO 3: PRIMER DIA DE NOVIOS

La mañana llego con la luz tenue del sol, que poco a poco entraba por la leve franja de separación entre las cortinas de la ventana, dejando ver la silueta del peliverde que iba levantándose y dejando ver sus brillantes ojos esmeraldas, mientras que una sonrisa se comenzaba a dibujar en su rostro, dando a entender la alegría que aún lo invadía.

Izuku aún no podía creer lo que había pasado el día anterior, pero ahora sabía que tenía que estar alerta con todo lo que haría, pues las sonrisas de complicidad que se lanzaron ayer en el cuarto de Katsuki, daban a entender que el rubio no dejaría pasar ninguna oportunidad para avergonzarlo, y claro que el no dejaría que pase eso, la situación era complicada, pero la sensación que sentía no iba acorde a lo que sabía que podría suceder, más bien se sentía como un chiquillo que estaba a punto de jugar con un amigo, aun sabiendo que ese amigo podría perder la paciencia muy rápido, pero eso no le importaba, después de todo eso lo hacia todo más divertido, pero claro que no se excedería, pues tenía un objetivo y eso era lo que importaba ahora.

Dejo de lado sus pensamientos, se levantó y comenzó con su rutina diaria, lavo sus dientes, se ducho y alisto para ir a su casa de estudios, tomo su mochila amarilla y bajo a la sala principal, cuando llego se dio cuenta de lo que ahora tenía que enfrentar, las miradas de sus compañeros delataban su curiosidad, y que en algún momento no aguantarían más y comenzarían a soltar de forma incontrolable sus preguntas, pero ahora aprovecharía que ninguno de ellos decía algo para saludar alegremente como siempre y tomar algo en el desayuno.

Preparo una taza de café y tomo un pan, para luego sentarse en una de las mesas a desayunar, felizmente Iida y Uraraka no estaban allí, lo que significaba que por ahora no estaba obligado a responder nada, sin embargo, esa tranquilidad se fue al tacho cuando Denki bajo de las escaleras corriendo y se acercó al pecoso.

—¡MIDORIYA! — grito el rubio —¿Ya te dio duro contra el muro?, ¿Cuál es su pose favorita?, ¿Quién es el seme?, ¿Ayer te dejo con las ganas? — hablo impaciente

Izuku al escuchar todas esas preguntas se puso rojo de la vergüenza, él no se esperó ese tipo de preguntas, se esperaba un ¿Desde cuando salen? O un ¿Cómo se enamoraron?, pero pensandolo bien, su amigo rubio eléctrico no era tan normal que digamos, sin embargo, ahora estaba en problemas mayores, no tenía idea de cómo responderle, para suerte suya Kirishima llego para salvarlos.

—Denki, esas preguntas son personales— hablo Eijiro — Buenos días Midoriya, disculpa a Denki, no sabe medir sus palabras—

—Que dices Kirishima, esas cosas son importantes de preguntar — dijo el rubio eléctrico con una sonrisa

—Claro que no Denki, y ya mejor vámonos que Bakugo no te dejara vivo si ve que estas fastidiando a su Midoriya—

Esto último hiso que un escalofrió recorriera por el cuerpo de Denki y sin pensarlo dos veces se despidió de un muy sonrojado peliverde y se fue con Eijiro, Izuku ahora estaba más tranquilo, pues no respondió a las incomodas preguntas de su amigo, y este ya se había ido, después de todo ser el novio falso de Kacchan había servido, pues, aunque lo negaran, todos le tenían un poco de temor, termino su café y vio la cabellera rubia ceniza de su ahora "novio" acercarse, y aunque en su mente todo había salido bien, ahora que estaba en frente de él se encontraba muy nervioso.

—Buenos días Kacchan— dijo el peliverde con una sonrisa entre nerviosa y alegre.

—Buenos días Deku — hablo Katsuki con una sonrisa pícara — Que tal dormiste, ya tuviste sueños húmedos conmigo—

—Kac-kacchan, como puedes decir eso — respondió el peliverde que estaba más rojo que cuando Denki le hizo sus preguntas vergonzosas.

Katsuki se acercó hasta el oído del peliverde para susurrarle.