One Piece

"La huida de Engelia y la batalla contra los marines"

Sara POV

Hoy, hoy es el día, hoy me iré de mi hogar. Estoy en la cama mirando al techo pensando si de verdad es lo que quiero, y la verdad es que no le veo inconvenientes. Me levanto y me pongo mi ropa, unos shorts negros con una camiseta de tirantes color morado oscuro, y una sudadera abierta color negra y unas botas negras con detalles morados, me acerco a una mochila que tengo debajo de la cama y meto unas cuantas mudas de ropa, pero justo cuando voy a meter la ropa me encuentro con una sorpresa: un lazo para el pelo.
Flashback

- Toma - Tinashaku me entregó una cinta color negra.

- ¿Qué es esto? - cogí la cinta entre mis manos.

- Estabas aferrada a ella el día en que te encontraron -  sonrió al recordarlo - esperé a darte la, por que quería un fueras un poco más mayor.

Fin del Flashback

Me sujeté el pelo en una cola alta con la cinta, ¿me pregunto por qué estaría tan aferrada a ella?, mejor dejar las preguntas para luego. Salí de la casa y me dirigí al puerto, aún era de noche y no había nada despierto aún, gracias a mi buena amiga Amy, tenia un pequeño barco con una pequeña cocina llena de comida. "Te amo Amy", desaté la cuerda y extendí la vela, "Allá vamos". Aquí empieza mi nueva vida, no se si volveré, pero no me importa.

1 semana mas tarde...

"Llevo aquí una semana, me aburro como una ostra" y justo en ese momento me encuentro con un punto en el horizonte, "Dios que suerte" y al cabo de una hora estoy en el puerto de la isla. Me muero de hambre por que la verdad es que no cocino muy bien. Me voy en busca de un restaurante y por suerte lo encuentro y cuando entro me encuentro con un montón de marines borrachos y cantando (muy mal por cierto) Ne senté en una mesa y espera a que la camarera me atendiese.

- Buenos días, ¿que desea? - preguntó la camarera.

- Un buen plato de ramen - me encanta el ramen es unas de mis comidas favoritas.

- Por supuesto enseguida se lo traigo - la chica se alejó a toda prisa ignorando los comentarios de los marines.

Algunos de ellos también me lanzaban piropos a mí, y era muy incómodo.

- ¡¿SE PUEDE SABER QUÉ ESTA PASANDO AQUÍ?! - dijo uno que parecía superior - ASÍ NO SE LES HABLA A LAS SEÑORITAS.

El hombre ando hacia mí tambaleándose.

- Disculpa les por favor estos lerdos no saben comportarse - dijo tambaleándose hacia los lados - me gustaría tomarme algo contigo preciosa.

- No gracias - el hombre puso cara muy seria y después rió.

- Vengaaaa, no seas estrecha, solo será una copa y después bueno... Pues lo que surja - acercó su cara a la mía y esbozó una sonrisa.

- No - ahora si que parecía enfadado.

- ¿Pero que te ha as creído? - dio un puñetazo en la mesa - como puedes decirle que no a un superior de la marina.

- Pues diciendo que no - alzó la mano para golpearme pero yo fui más rápida y le aticé en la cara haciendo que cayera al suelo.

- ¡A por ella! - ordenó, y todos los marines borrachos vinieron hacia mí con sus armas preparadas.

Me fue muy fácil deshacerme de ellos, dado que casi ni se mantenían en pie.

- ¡Esto no acaba aquí!, ¿me oyes? - gritó el marine mientras escapaba en mi barco. "Joder, que no e comido -_-, bueno ya comeré en la próxima isla"