Akashi y el AkeFumi

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—¿Estás bien? — Él ni siquiera entiende porque le hablo a la chica, tal vez por su ropa mojada, tal vez por su pequeño cuerpo tembloroso, tal vez por esos ojos que le recordaron a los de Furihata, grandes y expresivos, pero de irises pequeñas, si, ahora lo entiende, se acercó a la chica porque le recordó a Furihata. — ¿No llevas paraguas contigo?

No ha visto a Furihata en casi dos semanas, ni una llamada, ni un mensaje, ni siquiera ha visto que el castaño se conecte en cualquiera de sus redes sociales, ya sea del trabajo o privadas.

Él tampoco ha tenido tiempo para llamarlo, aunque se muere de ganas de hacerlo, lo que sinceramente, no debería ser así. Es estúpido, es irracional, pero es la verdad incuestionable, extraña a Furihata.

—Yo... no... —Akashi no puede reprocharle nada, esta lluvia de invierno es demasiado rara, incluso él ha tenido que adquirir el paraguas en una tienda. — Yo no tengo una. — La chica baja su cabeza avergonzada, este es otro aspecto que le recuera a Furihata, el niño solía evitar su mirada cuando sus mejillas se entintaban de carmín.

Un suspiro.

Es solo porque esta niña le recuerda a Furihata que Akashi está siendo tan amable con ella, no es que no se preocuparía por cualquier otra chica que este sola baja lo lluvia, pero, la diferencia entre esta chica que luce como una versión femenina de Furihata Kouki (no tan bonita como su Furihata y... ¿de verdad llamo suyo a Furihata? ¡Necesita un descanso urgentemente! El cansancio lo está volviendo loco) y cualquier otra chica, es que Akashi no habría acudido personalmente para ver si estaba bien, él habría mandado a uno de sus guardaespaldas.

—Toma el mío. — Akashi deja en las manos de la niña el paraguas, pero ella se rehúsa a recibirlo, entonces, ella comienza a temblar y ¡demonios, eso también le recuerda a Furihata y que realmente quiere verlo!

Inevitablemente su mente lo lleva a un escenario en donde Furihata tampoco llevaría un paraguas con él.

Él sonríe, y la chica se sonroja, más que nada porque, ahora que ha elevado su mirada para ver mejor al otro, se da cuenta, no solo de la identidad del hombre, si no del asombroso parecido que él tiene con ella.

Siempre había creído que el parecido era innegable, pero ahora que tuvo la oportunidad de estar cerca del emperador, puede ver lo realmente parecidos que ambos eran.

—¡No podría aceptarlo, el emperador se mojará! —¿Así que ella lo reconoce? Pensó que no, dado que no reacciono como todas las chicas que saben quién es él, pidiendo autógrafos, besos y enviando coqueteos incomodos.

Le gusta esta niña, manteniendo su distancia, siendo la única vez que estuvieron cerca, cuando él se acercó para cubrirla con el paraguas.

Ojalá todas sus fans fueran como ella.

—Mi chofer vendrá por mí.

—Uno también vendrá por mí. —Ella dice y Akashi arquea su ceja derecha, ella se sonrojo al decir eso.

—Solo tómalo, — Akashi está a punto de dejar ir el paraguas y las manos pequeñas de la niña, cuando de pronto, una tercera voz se mezcla con la respuesta de la niña castaña, también entra en juego una mano que lo obliga a dar un paso atrás.

—¡Realmente no...! / ¡No la toques!

—¡Seiko!

—¿Estás bien, Koyuki? ¿Qué te hizo este pervertido? — La nueva chica se asegura de inspeccionar detalladamente a Koyuki, lanzando un suspiro de alivio al verla sana y salva a excepción del agua mojando lo que parece ser su uniforme escolar— ¡Ella es mi novia, déjala en paz!

AkaFuri es real. |AkaFuri|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora