Hunters - NCT (ADAPTACIÓN)

CAPÍTULO 20

MARK POV

Cuando me desperté, Lucas estaba metido en mi cama y abrazándome con fuerza mientras dormía profundamente, sentía su respiración en mi oído y sus dedos apretándose en mi abdomen con fuerza.

-Lucas.- dije alto para que se despertase.

-Un ratito más, Jungwoo.- dijo él con voz ronca y dormido.- Solo cinco minutos más.- me abrazó con más fuerza.

-Lucas.- reí.- soy Mark, no te vayas a confundir y trauma para toda la vida.- exageré.

-Joder, cariño, que brusco eres para levantarte, coño.- se quejó él soltándome y yo pude sentarme en la cama.

Lo miré todo a mi alrededor, estaba en mi habitación, no recordaba nada después de entrar en la habitación donde estaba Haechan, pero me dolía horrores la cabeza.

-Lucas.- moví a mi amigo, que seguía durmiendo.- ¿Qué ha pasado?

-Haechan te mató, Lisa te revivió, Suho intentó matar a Haechan y Sicheng, Haechan se desmayó, Lucas ha venido contigo esta noche a cuidarte.- explicó él.- lo sé, tienes el mejor amigo del mundo.

-¿Haechan se desmayó?.- le pregunté yo destapándome las piernas.

-Sí, pero del chill, tío, está bien, pinkie promise.- me dijo besándose los dedos.

-¿Dónde está?.- le pregunté levantándome de la cama.

-Durmiendo en la habitación de Renjun.- dijo él en un bostezo.

-Voy con él.- dije caminando hacia la puerta.

Lucas dijo algo que no entendí porque estaba con la cara hundida en la almohada y yo salí de la habitación para ir a la que dormía Renjun donde supuestamente estaba Haechan.

-Hola.- me saludó Kai saliendo de esa habitación.- A ver si lo consigues despertar tú, chaval.- me dio un par de palmaditas en la espalda y se fue por el pasillo.

Yo sonreí, era el suegro más enrollado que había tenido nunca, me caía genial, era de esas personas con las que me sentaría a cenar tranquilamente.

Acabé entrando en la habitación y miré a Haechan tumbado en la cama con las sábanas revueltas y el pelo despeinado, pero aun así estaba guapísimo.

-Mi vida entera.- grité hincando una rodilla en el colchón.- despiértate.- me incliné hacia delante y apoyé las manos a ambos lados de su cabeza, en la almohada.- Tío, joder.- lo removí.

Él abrió los ojos y cuando me vio, los acabó de abrir completamente y sonrió.

-Estás bien.- afirmó agarrándome las mejillas.

-Sí, tío, fresco como una flor.- bromeé.- Lisa, la loca esa hace maravillas con los muertos.- reí un poco.

-Menos mal que estás bien.- rodeó con sus brazos mi cuello y me apretó con fuerza.

-Ya, tío, no sé qué habrías hecho sin mí.- bromeé besando su cabeza.- ¿Quieres que prepare un baño para los dos y solucionamos eso de que me mataste?

-No me lo recuerdes.- me dio un golpe en el hombro y me lo sobé.

-Encima me pegas.- me puse recto.- yo no sé qué he hecho para merecer este desprecio.

Él rió a mi espalda cuando entré en el lavado de la habitación y abrí el grifo de la bañera para que esta se empezase a llenar mientras él se acababa de levantar, que le costaba lo suyo a veces.

Me quité la ropa y me metí en la bañera llena de agua y espuma mientras él venía también y se colocaba entre mis piernas, con la espalda apoyada en mi pecho y la cabeza en mi hombro.