No estás tu solo

Si solo hubiera alguien.

*En una habitación vacía se encuentra una chica tumbada en el suelo, acompañada únicamente por los sonidos de su respiración y del latir de su corazón.*

*Mantiene los ojos cerrados pensando en todo lo que conoce.*

Las risas, las burlas, el dolor de las palabras, la tristeza, la soledad…

El miedo.

*Imagina todo lo que le gustaría conocer.*

Las sonrisas cómplices, las carcajadas de pura felicidad…

La amistad.

Tal vez… tal vez hubiera llegado a vivir su fantasía… pero ya es demasiado tarde.

Puede que si las chicas no se metieran con su forma de vestir, con su forma de ser, con todo su ser no estaría así ahora. Quizás si sus padres no la hubieran abandonado. Puede que si hubiera habido alguien a su lado, alguien para soportar parte de su dolor, alguien en quien resguardarse en los malos momentos.

Es posible que no se encontrase en esa situación.

*La velocidad de los latidos disminuía al igual que su respiración.*

Quería volver al pasado y buscar una forma distinta para cambiar su situación, pero ya era tarde. No volvería a ver un nuevo amanecer, no volvería a ver las rosas florecer en primavera, no volvería a soñar con un mañana mejor.

*Abrió los ojos por última vez y observó su alrededor antes de cerrarlos ante el sueño profundo. Su corazón latió por última vez y su respiración paró para dejar paso al más absoluto silencio.*

La nota que sujetaba se le escurrió de entre los dedos y calló sobre el charco de sangre que rodeaba su brazo; en ella ponía:

Nunca juzgues a un libro por su portada.