Ojos De Dios....... BNHA

Capitulo 1

El avión apenas iba tocando el suelo, pero algunas personas ya estaban rejuntando sus objetos listos para que den indicaciones de bajar dentro de un rato.

Pero un peli verde no espero nada, y después de un ratón, apenas se abrieron las puertas del avión para permitirle a la gente bajar, vieron como un rayo de colores que no lograron identificar pasaba de la nada, haciendo que a algunas personas se les cayera la gorra o el teléfono por la velocidad de lo que sea que fuera esa cosa.

Algunos incluso entraron en pánico pensando que pudo haber sido un villano para robar algunas cosas que tuvieran encima, así que empezaron a revisar todo.
Digamos que... se hizo un pequeño caos por un simple Rayo de distintos colores que oso de la nada.

y mientras ellos estaban entrando en pánico tu solo esperabas que te dieran tu maleta de una vez por todas para poder irte a explorar y de alguna u otra forma terminar perdiéndote en un lugar totalmente desconocido sin ayuda de un adulto que supervise tus ocurrencias...
Uh... es posible condenar a Japón? Contigo en ese lugar, solo, y seguramente perdido sería un caos.

Aunque sea serás capaz de sobrevivir medio minuto sin meterte en algún lío?

— Llamen a la seguridad!! —

Ah... muy tarde, acaban de llamar a seguridad porque te estabas punteando al tipo que intentaba saber cual era tu maleta.
Le dijiste como 10 veces cual era y nunca señaló la correcta parecía que te quería tomar el pelo, te enojaste, solo un poquito.

[Un par de minutos después]

— Así que... Usted... eh... Es mi Tía ? — preguntaste un tanto desconfiado mientras caminabas al lado de una señora bajita de cabello verde más oscuro que el tuyo.
—  A si es, tu padre me puso a tu cargo si es que algo le llegaba a pasar... — habló la señora que conocías como "Midoriya Inko"

— Mi padre? — eso llamó tu atención, no recordabas nada que no fuera a partir de ese día.

La señora inko asintió y entró al carro, tú la seguiste y te pusiste en el asiento del copiloto.
— tu padre confiaba en mi, era mi hermano después de todo — asentiste aún un tanto confuso.
Desde cuando tenía su testamento listo para que supieran con quien dejarte y no mandarte a un orfanato?

Raro.

— Tengo... más familia? — volviste a preguntar con una pequeña sonrisa y un tanto curioso, ignorando las dudas anteriores
Inko prendió el carro y comenzó a conducir.

— Claro! Tienes un primo, Se llama Izuku — habló con una sonrisa cálida.

— Y mi tío? — volviste a preguntar.
— Se llama hisashi, pero no creo que te toque conocerlo, siempre está ocupado con su trabajo, implica muchos viajes y es raro que valla a casa, pero llama de vez en cuando — Asentiste con una mueca.
Significa que Inko cuidaba Sola a Izuku? Y que Izuku creció sin el apoyo de un padre?
Pobre.

Quedaron en silencio, un tanto incómodo a tu parecer.

— Sabes? Te pareces a tu padre, pero también tienes las facciones de tu madre — habló tranquilamente Inko, tú sonreíste de lado.

— Me dijeron por ahí que mi madre era una mujer hermosa, tenía que sacar algo después de todo — respondiste con una sonrisa orgullosa y sin pensarlo mucho a decir verdad.
Tuviste un pequeño dolor de cabeza, pero decidiste ignorarlo.

Así pasaron el camino, hablando y conociéndose de cualquier forma.
Y no tenían la culpa, Inko no te miraba desde que eras un bebé, tenía tantas cosas que contarte.

[...]

— Y mi primo ya sabe que voy a vivir aquí? — ella asintió con una sonrisa.
Para luego apagar y carro y bajar del carro.
Tú también bajaste y comenzaste a seguirla.

— Estaba muy emocionado de conocerte, serás el primer familiar que conoce! — no dijiste nada ante eso.

Ambos subieron por un edificio con departamentos, tú la seguías, mirando alrededor.
No era un lugar perfecto pero era decente, y se encontraba en un bonito lugar, además parecía un lugar pequeño, realmente estaría bien que te quedaras ahí?

Llegaron frente a una puerta, Inko abrió hablando con un tono de voz alto para ser escuchada
"Ya llegue", fue lo que dijo, escuchaste pasos viniendo rápido, aunque luego un golpe, un quejido pero luego nuevamente los pasos, hasta que finalmente un chico peliverde de cabello alborotado con pecas en las mejillas se mostró.

— Llegaste! — parecía emocionado por tu llegada
Lo examinaste con la mirada en silencio, luego lo miraste a los ojos y...
— Brócoli — fue lo único que dijiste y sonreíste con inocencia.

Inko e Izuku quedaron con cara de Pokerface.