Capitulo 8

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¡Maldita sea! ¡Maldito tren! Me senté en mi cama, mientras escuchaba como las ruedas del tren hacían un horrible ruido contra las vías. Mire mi reloj de mesa. 7:30 a. m. La misma hora de siempre. Lentamente, mientras mi cuerpo iba despertando sus sentidos y movimientos, me destape. Mi camisón ¿era rojo? No... mi camisón era negro.
¡Harry!
Rápidamente me puse de pie y salí de la habitación. Lo busque con la mirada, pero no estaba. Tal vez si todo haya sido un sueño y yo realmente estoy loca. Hasta que de lejos empecé a escuchar el sonido de la ducha. Me acerque y con cuidado abrí la puerta. El agua caía excitantemente por su bien formado cuerpo. ¡Dios, eso era mucho mejor que en mis sueños! ¿Cómo sería tocarlo? ¿Será real? Giro dándome la espalda. Mi mirada se poso en el final de su espalda. Un raro tatuaje, de raros colores, se movía con cada pequeño movimiento de su cuerpo. ¡Es maravilloso! Mordí levemente mi labio inferior.

- Puedes pasar preciosa - me sobresalte ante su profunda voz. Aun me daba la espalda - Si quieres, puedes bañarte conmigo - salí rápidamente de allí.

Entre a mi habitación, algo agitada, y cerré bien la puerta. Nerviosa abrí mi closet y empecé a buscar ropa. Ropa, ropa ¡Maldita sea! ¿Qué co.ño es lo que voy a buscar aquí? Si mi ropa de trabajo está en el armario de la sala. Tocó 3 veces.

- ¿Si? - dije y seguí buscando algo que no iba a encontrar. La puerta se abrió.

- Hola preciosa, ¿Cómo has dormido? - me pregunto y entró por completo. Sin mirarlo, ya que no podía hacerlo, tome una toalla y salí de allí. Salió detrás de mí.

- Bien, ¿Y tú? - le pregunte nerviosa. Entre al baño.

- Excelente - dijo. Gire y cuando lo hice choque levemente contra su duro pecho. Su respiración choco contra mi rostro. Me miro fijo.

- Se hace tarde para el trabajo - dije y me aleje de él.

- No, ya no - dijo. Lo mire extrañada. El teléfono empezó a sonar. Lentamente me acerque a él.

- ¿Hola? - conteste.

- ¿Qué hace mi amiga? - dijo con voz chillona. Respire aliviada.

- Sea - dije y sonreí levemente - ¿Dónde estás? - le pregunte.

- Buen día, ¿Cómo has estado? Que yo sepa no dormí allí anoche - dijo. Reí por lo bajo.

- Buen día amiga, estoy bien ¿y tú?- le pregunte. Rió divertida.

- Bien, muy bien - dijo pícara. Con eso ya me di cuenta a que se refería.

- Estas con Jared - dije afirmándolo.

- Pues claro que si - me dijo y rió - Te manda saludos.

- Igual - dije divertida.

- Oh, antes de que me vaya de tema - dijo

- Como siempre - le dije. Se quejo - Bueno, ¿Qué pasa?

- Tenemos vacaciones - dijo. Mire a Harry y él me sonrió.

- ¿Qué? - le pregunte. Escuche un gruñido frustrado de mi amigo el Diablo. Lo volví a mirar y me hizo un gesto de molestia.

- Si, no sé que le pasó a Richard que le dieron vacaciones y nos dio vacaciones a todos - me dijo.

- ¿Me estás hablando enserio? - dije sin poder creerlo aun.

- Lo mejor de todo es que tenemos salario incluido. ¡Vacaciones pagadas _______! - dijo emocionada.
- Es grandioso - le dije emocionada también.

- Te lo dije - me dijo Harry. Sonreí por lo bajo.

- ¿Estas con alguien ______? - me pregunto Sea. Volví mi cabeza a la conversación.

- Mmmmmh, si - le dije después de unos segundos.

- ¿Con quién? - me pregunto cómplice.

- Alguien... - le dije como para no darle importancia.

- ¡Preciosa! ¡Apúrate cariño, el desayuno se enfría! - dijo fuerte. Me gire a verlo.

- ¡Esa es la voz de nuestro nuevo jefe en Administración, _______! - dijo sin poder creerlo mi amiga.

- Bueno, sí. Es él - dije y deje de mirarlo. Sea rió

- No puedo creerlo, ¿Y qué tal? ¿Es bueno? - me preguntó. Reí con ganas. Si ella supiera que no puede tener sexo. Creo que se muere.

- No lo sé. No me acosté con él - dije y le dedique una fija mirada. Sonrió divertido.

- ¿Cómo que no te acostaste con él? - Dijo como si eso fuera imposible - _______, ese hombre está que arde

- Lo sé, lo sé. Pero no pasó nada - le dije.

- Pues, aun no puedo creerlo - me dijo. Ambas reímos.

- Bueno amiga, gracias por la noticia. Voy a seguir durmiendo - dije. Sea aclaro su garganta.

- Si, claro. Como si fuera fácil dormir con un súper bombón en tu casa - me dijo. Reí divertida - Yo también voy a seguir durmiendo
- Sí, claro. Mientras tienes en la cama a un maniático del sexo - le dije. Soltó una carcajada.

- Le diré eso - dijo divertida - Adiós amiga, nos vemos luego

- Claro cariño, adiós - dije y colgué. Lentamente me gire a verlo.

- Hablan como cotorras - me dijo. Sonríe levemente.

- ¿Cómo hiciste eso? - le pregunte. Silbó haciéndose el tonto - Voy a bañarme

- ¿Necesitas ayuda? - me pregunto. Mis pasos se congelaron - Podría pasarte la esponja por la espalda.

Enamorada del Señor Diablo Harry&____ TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora