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Querido diario:

Miranda me ayudó con el vestido. Estaba emocionada, demaciado. Tanto que ella misma insistió en crear un vestido en un día.

Y así hizo.

Desde las 8 AM hasta quién sabe qué hora de la noche estuvimos en la sala del apartamento creando el vestido. Termine quedándome a dormir con Gloria y Miranda, pero valió la pena. El vestido era hermoso.

Juvenil, formal y de mi estilo. Una mezcla de franela pegada al cuerpo y una falda suelta. Color blanco y negro. Simplemente hermoso.

El día de la cena, Gloria me hizo practicar el caminar con tacones (eran decentes y se veía bien con el vestido), luego el comportamiento en la mesa, ¡Y muchas cosas más!

Eso fue un tanto doloroso y aburrido.

Después de la hora del almuerzo regresé a casa con las cosas que iba a usar, con Miranda acompañándome, ella quería peinarme y aplicar un poco de maquillaje. Era algo fuera de mi, algo que nunca hice.

Luego de todo el proceso de vestimenta, maquillaje y lo demás, Lucas llegó y me estaba esperando en la sala. Al estar lista Miranda salió y mientras salía escuché como empezaba ella a presentarme en la sala y finalmente aparecí... La cara de asombro de todos fue encantadora.

Nick estaba entre todos ellos, no dejaba de verme.

Lucas, por otra parte, se acerco y me extendió una hermosa flor, tenía atado una nota en el tallo que decía "Soy afortunado de tenerte".

"Estás realmente hermosa, Dany. Con tu yo habitual y como estas está noche: tú siempre estás radiante" me susurro al oido.

Sentí mi cara arder.

Miranda se dió cuenta y gritó: "¡Está rojita, está rojita! Santo cielos, ¡Dany se sonrojo! ¡Mamá!, ¡Papá!¡Traigan una cámara, rápido!"

Y sí, nos tomaron fotos.

Melissa y Teressa le pidieron a Lucas que saludara a sus hermanos. Sabía que conocían a Mario pero no tenía idea de que conocieran a su hermano mayor.

En fin, llegamos a la casa de Lucas, toda su familia es realmente agradable y me pidieron que fuera más seguido. Conocí al hermano mayor de Lucas, que es el dueño de una tienda de flores, se llama Arturo. Y no puedo negar ante nadie que el parecido de ellos dos es sorprendente.

Al terminar de cenar, Lucas y yo subimos a su habitación en el que hablamos y vimos televisión, me comentó que toca el piano desde los 14 años y me dejó escucharle tocar una pieza, fue hermoso... Y romántico.

Creo que me gusta Lucas.

Querido DiarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora