Capítulo 19

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Explicar lo que sentía por Sasuke era algo inexplicable, era algo que no era fácil de decir. Se me atoraba la lengua y no podía pensar con claridad cuando trataba de hallar una respuesta a lo que siento por él. ¿Cómo sucedió esto?, fácil, él simplemente sabe cómo hacer sentir especial a una chica.

La noche de ayer la pasamos increíble, compartimos besos y vimos una película de comedia. Fue totalmente gracioso y adorable al estar con él, fue malditamente adorable. Estuvimos en su departamento y él nunca llevó las cosas más allá. Y me alegraba que fuera lento como yo le dije. Sabía su experiencia y estoy consciente de que él sabía mi inexperiencia.

— ¿La pasaste bien anoche? —Ino me miraba con una sonrisa pícara. Sonreí sonrojándome y asentí suavemente, mientras comía un poco de arroz de la cafetería.

— Sí, lo hice —dije después de tragar y sonreírle.

— ¿Estás muy enganchada verdad? —dijo ella dejando de sonreír. La miré frunciendo el ceño.

— Me tiene en la nubes, ¿Qué quieres que te diga? —me encogí de hombros. Su mirada seria me inquietaba. Ino siempre me inquietaba cuando estaba seria.

— Yo sólo... no quiero que te haga daño —al parecer Ino y yo compartíamos el mismo sentimiento de inquietud. Suspiré.

— No voy a mentir. También tengo miedo pero confiaré en él. En el amor siempre se sufre, se cela y se ama. Esas son las palabras de mi mamá, Ino no por miedo dejaré de vivir.

Ella asintió, sorprendida por mis palabras. Sabía que la había sorprendido en el momento cuando abrió sus ojos como platos. Suspiré y le sonreír. Miré hacia la mesa que ahora ocupaba Hinata, arrugué el ceño. No podía creer que ella nos tratara así ahora.

— Vamos, nos toca Deporte —suspiré pesadamente mientras caminaba directamente hacia el camarín para ponerme mis shorts y remera.

Hacía un calor infernal.

Dejé mis cosas guardadas en mi casillero y salimos con Ino para encontrarnos con la profesora Izumi, ella nos sonrió a todos y partió con la clase haciendo que todos corriéramos diez vuelta alrededor de la cancha. Bueno, la cancha era gigante. Realmente ella quería matarme de calor y asfixiarme. Bufé.

— ¿Por qué nos hace correr tanto? ¡Maldición! siento que mi cabeza se está quemando —dijo Ino mientras paraba y acariciaba su cabeza. Reí entrecortadamente, necesitaba agua. Ahora.

— Ella piensa que estamos gordas —me encogí de hombros riendo al ver la expresión de mi mejor amiga.

— ¿Gorda? ¿Yo? —Dijo, se volteó hacia la profesora y chilló— ¡Ya quisieras tener estás curvas! —dijo. Reí mientras negaba con la cabeza. Ino no era gorda, para nada pero tenía unas curvas que todo hombre moría.

— Sólo estaba bromeando, venga ya a correr —dije y comencé a correr.

La profesora tenía su buen cuerpo, piernas largas y bronceadas, era morocha y de ojos azules, su figura era igual a la de una modelo. Flaca y falta de grasa. Pero era hermosa. Y eso era lo que atraía a los chicos de mi clase, su hermosura y su carácter tan juvenil.

Me giré para ver la profesora y ella estaba corriendo junto a las demás, creo que es la primera vez que veo una profesora correr con los alumnos. Sonreí, era muy simpática y muy buena onda. Bueno, sólo nos separaba seis años de edad. Es normal que tenga un aire tan juvenil. Además era hermosa, me preguntaba si tenía novio o si era casada.

— ¡Suficiente! —dijo después de hacer sonar su pito. Todos paramos y fuimos a donde ella estaba, en el centro de la cancha. Tomamos respiraciones y comenzamos a seguirla para las elongaciones.

— Odio deportes —dije mientras salía de la ducha y me envolvía en una toalla, las demás chicas estaban ahí, también vistiéndose. Suspiré, estaba con un bikini pero aún así no me gustaba mostrarme.

— Ni que lo digas —una chica bajita y rubia con ojos azules y con anteojos, me respondió también saliendo de la ducha. Reí, ella era Shiho. Una chica increíble y muy inteligente.

Comencé a ponerme mis shorts jeans, junto con mis zapatillas, que dejaban al descubierto mis largas y blancas piernas, luego una remera roja con un corazón blanco alrededor holgada. Cepillé mi cabello dejándolo mojado, ya que la calor que hacía, eso favorecía a mi cuerpo. Suspiré. Deportes era la última hora.

— ¡Vámonos! ¡mi hombre me está esperando! —dijo corriendo Ino tomando mis cosas. Grité cuando me empujaba entre todas las chicas y yo les pedía disculpas. Casi, casi rodaba los ojos.

Me separé de su brazo.

— Aún tengo que pasar a mi casillero Ino —obviamente tenía que recoger mis cosas y algunas que había dejado en él. Ella bufó.

— Bien, igual te esperaré —dijo, viré los ojos y ella me fulminó con la mirada. Ino odiaba que yo le rodara los ojos.

Busqué mis cosas y luego cerré el casillero, ves Ino ¿Qué tan fácil fue eso? ¿No podías esperarme tan sólo un rato?

— Ella está muy emocionada con ese estúpido —dijo alguien a mis espaldas. Me volteé teniendo claro quién era. Entrecerré los ojos mirando a Hinata.

— Sí ¿celosa? —bien, le di donde más le duele. Pero que ofendiera a Shikamaru, no me gustó. Él es mi amigo.

— Mira perrita —dijo acercándose. ¿Qué mierda le pasaba? —Yo sé muchas cosas que tú no —sonrió hipócritamente. —Oh, crees que no sé nada de ti y de Sasuke Uchiha, más conocido como Break Pussies —levantó una ceja. Abrí los ojos sorprendida. ¿Cómo ella lo conocía?

Hianata sonrió aún más.

— Hay cosas que tú no conoces para nada de él —dijo ella acercándose. —Cosas que no te gustaría saber, menos a alguien cómo tú una nenita miedosa y que tiene miedo al amor. No eres buena para él. Ella lo es. Tú no. — ¿Ella? ¿Quién era Ella?

— Vete al infierno —dije y me fui de allí.

Sin querer mi corazón latía fuertemente. ¿Qué sabía Hianata que yo no? ¿estuvo involucrada con Sasuke? ¿se acostó con él?, difícil porque Hianata tiene mi edad. Sasuke dijo que nunca se metía con chicas pequeñas, que yo había sido la excepción.

Salí de ahí, tratando de olvidar la breve conversación con Hinata pero mientras más lo hacía más analizaba todo. ¿Quién es Ella? ¿a quién se refería? nunca había escuchado ese nombre en mi vida.

Ella, Ella, Ella...

— ¡Sakura! ¡mira quién está aquí! —dijo Ino gritando desde lejos, miré hacía ellos y mis piernas temblaron al encontrar la camioneta de Sasuke y él apoyado en ella, mientras me sonreía y quitaba sus lentes.

Me dije que el pasado de Sasuke no se interpondría en mi futuro. Y eso haré.

Corrí hacia él y me tiré en a sus brazos, sentí su cálida risa mientras me apretaba contra él, haciendo que mis piernas se debilitaran y él me tuviera que alzar y yo enrollar mis piernas a su alrededor. Sus manos tocaron mis muslos ahora. Tratando de no tocar mi trasero. Era malditamente dulce.

— Hola tú —dijo él mirándome sonriendo. Sonreí abiertamente y besé sus labios.

— Hola tú —repetí lo mismo que él. Sasuke volvió a esconder su rostro entre mi cuello y besó este. Cerré los ojos maravillándome por la sensación que causaba en mi cuerpo y en mi corazón. Que, obviamente, latía a toda velocidad.

Creo que estaba ganando la carrera.

O tal vez el corazón de Sasuke iba más rápido.

Entonces él me ganaría.

OMEGLE (SASUSAKU) [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora