"La maldad existe en cada rincón de este mundo podrido, Michael Myers sólo es una figura que se creó para poder culpar a alguien de todo lo malo. El podrá ser el mal encarnado pero eso no quita que todos los demás sean unos santos"
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Nunca nadie te advirtió lo jodido que podía ser vivir en soledad, no tanto por sentirse vacío sin alguien más, sino por los gastos a veces tenías que hacer turnos extras para poder comprar lo necesario, todo sería más fácil si cierta persona con la que compartes casa no fuera un glotón y se preocupara más por eso. Pero, ¿Michael Myers preocupándose por qué comerán al día siguiente? Por favor ese hombre vive al día, no se preocupa por el mañana, pero así clmo no se preocupa por eso, tampoco invierte tiempo en hacer algo productivo, hay ciertas limitaciones, si, es buscando por la policía, no puede conseguirse un trabajo aunque quisiera (tampoco es que quiera hacerlo) así que te toca llevar el dinero para lo esencial pero estos días has estado con el doble de trabajo ya que a algunos compañeros de tu trabajo decidieron faltar así que los que si asisten a la jornada les toca hacer más cosas a la vez en la tienda de víveres. Solo llegabas a casa para dormir y eso a Michael no le gustó, porque aunque el nunca lo admitiera ni siquiera en sus adentros, extrañaba tu compañía y toque gentil, eso lo hacía enojar, ¿como osas no prestarle atención?
¡¿Dónde carajo estan todos mis zapatos?!
Michael escucho tu grito desesperado, por lo que una pequeña sonrisa se plasmó en sus labios, ese bastardo. Ibas de un lado a otros, buscando debajo de los sillones, de la cama, de todo, cada repisa fue inspeccionada por ti y nada, le echabas la culpa a tu desorientación por el cansancio de la tarde anterior pues habías llegado a casa arrojando tu mochila junto con tu ropa para cambiarte a algo más cómodo, por el momento no pensabas que tu compañero de piso el hombre del saco tuviera algo que ver.
Situaciones desesperadas, medidas desesperadas
Te dijiste a ti misma dirigiendo te a la puerta principal para salir sin zapatos, en tu trabajo tenias un par de tenis te los pondrías allá, así que bajaste las escaleras a paso apresurado lo que escucho Michael desde la sala de estar donde yacía sobre el sofá viendo un canal al azar de la televisión abierta.
Michael, hazte a un lado tengo que ir a trabajar
Tu gran novio estaba parado frente a la puerta principal impidiendo que pudieras salir, es lo más cerca a un berrinche que vas a ver de este hombre, se negaba a mover un solo músculo de su posición actual mientras tenían una batalla de miradas, podías sentir como debajo de esa estúpida máscara inexpresiva había un semblante burlón, Dios ibas a hacer pagar a Michael por esto.
¡Dios mio Michael se me va a hacer tarde!
Tus súplicas cayeron en oídos sordos, había tomado una desicion no se va a mover. Tus ojos pasaron de los suyos para estudiar tus posibilidades, tu otras salida sería la puerta trasera, tenías una oportunidad de salir de ahí, pero conocías a Michael cuando se trataba de perseguir y tarde o temprano te va a atrapar, así que tendrías que tener tu mente fría. La única señal que diste antes de correr fue inclinar todo tu peso hacia tu pierna izquierda haciendo que la tabla del piso crujiera, alertando al hombre de tus intenciones por lo que rápidamente se puso en marcha al igual que tú, ambos en una carrera hacia la puerta trasera, pudiste sentir el espectro de su agarre en tu antebrazo cuando te impulsaste hacia atrás pero no pudo alcanzarte así que fuiste con determinación hacia tu objetivo escuchando sus pesados pasos detrás de ti, faltaba un metro para salir de la casa y en eso dejaste de escuchar a Michael detrás de ti, si hubieras mantenido tu mente fría hubieras adivinado su siguiente movimiento que fue muy obvio, pero fallaste pues al girar hacia la derecha para poder salir del jardín que rodeaba la casa caíste sobre tu trasero al chocar contra el pecho de Michael que estaba esperando para poder atraparte para después cargarte sobre su hombro y meterse, mientras tu solo golpeabas su espalda y pataleabas para que te dejara ir.
Tú ganas Michael, ya bajame
No lo iba a hacer, así que solo siguió hasta la habitación que compartian, las sábanas aún estaban arrugadas mientras las almohadas estaban esparcidas por el colchón, tu novio sólo se sentó contigo en su regazo mientras ponía sus brazos al rededor de tu cintura aplicando un poco más de fuerza de la que normalmente pone en esos abrazos, su máscara se fue dejando sus rizos castaños al aire haciendo cosquillas a tu cuello mientras su rostro se ocultaba ahí. Tu comprensión silenciosa ante su comportamiento hizo que te tranquilizaras, miraste el reloj que estaba frente a ti en la pared, 8:20 a.m habías faltado a tu trabajo por culpa de los caprichos de tu pareja, bueno, no podías quejarte en esta situación. Tu mano viajo hacia su cabello acariciando su cuero cabelludo mientras tus labios buscaban su mejilla para dejar un casto beso en su piel extrañamente más cuidada que la tuya,con ese gesto te ganaste un apretón a tu cintura mientras él dejaba un peso en tu cuello, pocas veces era así de meloso, tenías que aprovechar al máximo esto, así que en silencio miraste hacia la pared frente a ustedes, solo sintiendo la calidez de Michael. Necesitabas un descanso y él te lo iba a dar a su manera.
Bonus
¡Michael que diablos hacen mis zapatos en el techo!
Él solo dirigió su mirada de su comida hacia tu figura en el patio haciendo una rabieta al darte cuenta de eso, al conectar sus miradas Michael solo se limitó a aguantar unos segundos ese concurso de miradas para después de manera indiferente continuar con su comida. Dejándote con indignación y con una pregunta, ¿cómo los ibas a bajar si hasta la escalera que tenías la escondió en...?
Michael,¡¿arrojaste también la escalera al techo?!
