Capitulo tres

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Louis —como es costumbre— no se digna a mirarme luego de que le entrego su abrigo oscuro y finalmente efectúa largas zancadas para abandonar la oficina. Por fortuna, no repara la ausencia de Jade, quien acaba de retirarse.

Me quedo solo una vez que el jefe se retiran un repentino sentimiento de inseguridad se expande por mis venas como miel derretida. Procuro pensar bien en lo que está por ocurrir, y me pregunto un millón de veces si realmente quiero hacer esto.

De pronto, la posibilidad de hacer fallar al elevador para quedarme atrapado ahí dentro unas horas no se siente tan descabezada. Cualquier cosa es mejor que esta horrible ansiedad que me produce la propuesta del jefe.

¿Una cena?, ¿conmigo?... ¿Y si Zayn se entera y comienza a odiarme?

O peor aún... ¿Si Eleanor se entera?

Carajo.

No me reconforta la ineficaz manera en la que mi mente trata de mantenerse alejada de todos los posibles escenarios pesimistas que me asaltan, me enfoco en respirar profundamente para tratar de calmar mi inquietud.

Me quedo quieto una vez que las puertas del ascensor se abren en el subsuelo, pensando en la pequeña interaccion algo confusa que tuvimos a la tarde, cuando me invitó a cenar. La sensacion de
malestar se incrementa dentro de mí.

De acuerdo. No sé muy bien que demonios pensar respecto de todo este lio en el que me metí, pero me digo a mi mismo que debo quitarme todas las
dudas. Tengo que averiguar con exactitud que es
lo que quiere, a qué está jugando.

Avanzo con pasos largos y aclaro mi garganta, en un fracasado intento de aminorar el nerviosismo que me retuerce el estomago.

En el parking ya no quedan muchos coches, asi que me enfoco en localizar el que Louis especificó.

Finalmente, mis orbes encuentran el Hyundai y me dirijo hacia allí.

Mientras me acerco, noto que la puerta del copiloto se abre de forma automática y entonces, freno en seco.

Ca-ra-jo. ¿Es una broma?.

No necesito tener una lámpara magica para saber quien esta al frente del volante de tal lujoso y costoso auto.

—Llegas tarde, nene.— la profunda voz de mi jefe me causa un desequilibrio inmediato.

—No tengo todo el dia. Entra.—

—A-Aquí?.— el tartamudeo de mi voz me hace querer golpearme con fuerza contra las paredes del ambiente.

Louis rueda los ojos, como si todo de mi le molestara, en especial mis preguntas aparentemente absurdas.

Si, nene. 0 esperas que contrate una limusina para ti?

Lo odio. Odio la indiferencia que se encuentra tallada en Su expresión corporal. Odio la arrogancia que su voz desprende. Odio todo de el.

Me adentro en el comodo asiento del Hyundai negro y la puerta se cierra, al igual que como se abrió automáticamente, cuando el hombre a mi lado presiona un boton del tablero.

No puedo creer lo suntuoso que es este vehiculo; mi sorpresa es tanta, que tengo que morderme la lengua para mantener la boca cerrada y para no indagar
sobre cuantos miles de dólares tuvo que abonar para obtenerlo.

El silencio se instala entre nosotros y ninguno de los dos parece querer hacer algo al respecto.

El entorno es sumamente tenso, por lo menos para mí.. Bah. Dudo que él sienta algo, considerando que es una roca sin sentimientos.

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⏰ Última actualización: Feb 16, 2023 ⏰

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Tendencia + Torpeza ⭑ L.S (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora