ᴘᴜʀᴇ [Tom Riddle - Voldemort]

Capítulo 25

“22 de Febrero”

Omnisente

T

ras intentos fallidos por salir Katherine se rindió y de manera lenta y dramática tocó la puerta con su espalda para después caer al piso desesperada.

Hubiera lanzado un lumus para ver mejor si tan sólo no supiera que tenía a Tom a pocos metros de ella. No quería enfrentarlo ahora mismo.

Un silencio denso se desató en aquel aula y Katherine estaba desidida a matar a sus amigos apenas saliera de aquella puerta. Aunque por ahora sólo desidio pararse denuevo.

Pará intentar retrasar su platica con Tom la chica se paseo por toda aquella sala pese a que no viera nada y estuviera algo asustada.

En aquel tiempo incluso consideró limpiar las calderas, aunque lo rechazo rápidamente al recordar aquel castigo suyo que tuvo alguna vez.

Intentó distraer su mente en lo que fuera que pudiera, incluso se puso a pensar en cuál de todos sus deberes haría al salir de aquel aula.
Ahora rezaba por qué Slughorn quisiera venir a hacer alguna poción o para revisar algún trabajo, aunque siendo francos eso era poco probable.

Iba a intentar leer algún libro, incluso sacó su varita para alumbrar el camino y poder tomar un libro para leerlo o estudiar, pero la voz de Tom la interrumpió lastimosamente para su suerte.

-Orion tiene una extraña obseción con encerrar a personas en el aula de pociones ¿eh? -  su novio exclamó algo incómodo en busca de romper el silencio. La chica permaneció callada mientras se sentaba en el piso otra vez, sintiendo como al segundo Tom la secundaba -

-No fingas que no se lo pediste - murmuró la castaña, separándose unos centímetros de Tom -

-Tal vez, pero no espesifique en donde tenía que encerrarnos, además le dije a Lydia, Orion solo se metió - se defendió, y aunque Katherine no podía verlo estaba
segura que estaba haciendo aquella expresión convincente que siempre colocaba en su rostro para persuadir -

Sin poder evitarlo soltó una risilla ante imaginar la ecena de Tom implorando para que los encerraran. Rápidamente se tapó la boca al poder observar de reojo como Tom sonreía ante su acción.

-Deja de sonreír como un maniático - reprendió la chica, mientras miraba con los ojos entrecerrados hacia donde sesupone que estaba Tom -

-Deja de ser tan hermosa - soltó de repente. Las mejillas de Katherine la traicionaron y se tintaron de un color rojo cereza, algo que no pudo ver el pelienegro ante la oscuridad y que la chica giro su rostro hacia la dirección opuesta, como siempre hacia cuando estaba nerviosa-