3. 𝑬𝒍 𝒓𝒆𝒆𝒏𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒓𝒐 𝒅𝒆 𝒅𝒐𝒔 𝒂𝒎𝒂𝒏𝒕𝒆𝒔.

143 12 0
                                    

"𝐃𝐞𝐬𝐩𝐮𝐞́𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐦𝐚𝐬𝐚𝐜𝐫𝐞 𝐞𝐧 𝐘𝐮𝐧𝐦𝐞𝐧𝐠 𝐉𝐢𝐚𝐧𝐠, 𝐘𝐮 𝐙𝐢𝐘𝐮𝐚𝐧 𝐞𝐬 𝐥𝐥𝐞𝐯𝐚𝐝𝐚 𝐚 𝐂𝐢𝐮𝐝𝐚𝐝 𝐒𝐢𝐧 𝐍𝐨𝐜𝐡𝐞."

Yu Ziyuan despierta en una celda, pero se da cuenta de la diferencia entre la celda en la que está y la de la secta Yunmeng, asumió que estaba en Qishan al ver pasar un guardia con el uniforme de la secta, un dolor punzante comenzó a molestarla en su nuca y maldice por lo bajo al darse cuenta que Wen Zhuliu la había noqueado. Escucha pasos acercándose y espera a que se detengan frente a su celda para ver que se trataba de Wen Zhuliu. Lo mira de abajo hacia arriba para que al final ambos se miren directamente a los ojos
durante varios segundos sin emitir sonido alguno, la mirada y expresión en el rostro de Wen Zhuliu era diferente a como recordaba, él siempre habia tenido un rostro estoico y una mirada ilegible, no podía saber lo que pasaba por su mente. Pero en aquel momento la mirada del hombre frente a ella era una mezcla de sentimientos que no sabía como interpretar.

-¿Me has traído aquí para ser parte de la decoración? Deja de observarme tanto en silencio, es tétrico-. Rompió el silencio que reinaba entre los dos al igual que desviaba la mirada a un lugar diferente,Wen Zhuliu no respondió y tampoco le sorprendía.

-No, alguien ordeno específicamente que te trajeramos. - Yu Ziyuan no se mostró sorprendido, ni confundida, tenía a una persona en mente tras oír aquello.

-Wen Zhuliu, ¿Que demonios haces? Date prisa y trae a esa mujer, padre no es paciente. - La voz de Wen Chao se escuchó no muy lejos de ellos, su sospecha había sido confirmada en aquel momento. Se levantó del suelo tambaleándose un poco, pues aún sentía su cuerpo adormilado.

Wen Zhuliu ingresó a la celda para ayudarla, tomó sus manos y comenzó a atar sus muñecas con una cuerda espiritual, en otra ocasión ella habría luchado, habría forcejeado hasta deshacerse de Wen Zhuliu,  pero en ese momento no quería.  Tal vez estaba demasiado desgastada no solo física si no también emocionalmente,Wen Zhuliu la miró de reojo, se quedó de pie sin moverse ignorando los llamados de Wen Chao.

-No digas nada, Zhuliu. Es tu deber.- La mirada que le había dirigido Wen Zhuliu antes de entrar a la celda para ayudarla a caminar y la forma en la que la miraba ahora, le decían lo que pasaba por la mente del hombre.

No dijeron más nada y comenzaron a caminar al salón del trono, lugar donde se encontraba Wen RouHan. Solo pensar en aquel hombre le hacia doler la cabeza, su corazón ardía en furia pero no estaba bien como para expresar ese dolor, no había tenido el tiempo para analizar los últimos acontecimientos. Jiang Fengmian estaba muerto y el clan Jiang había sido aniquilado o eso era lo que pensaba pues no sabía si sus hijos estaban vivos, la mirada de miedo, de dolor y angustia que tenía Jiang Cheng en el embarcadero aún estaba fresca en su memoria, el rostro lleno de arrepentimientos, culpa y dolor de Wei Wuxian, solo le rogaba al cielo que estén vivos, que estén que a salvo.

Wen Ruohan envió a su hijo menor al suelo con nada más que una bofetada, Wen Chao no hizo sonido alguno, ni siquiera se levantó del suelo para arrodillarse ante su padre como ella habría imaginado, solo se quedó en el suelo.

-Chao-er-. Wen RouHan arrastra las palabras y hace eco en el silencio ocasionando un efecto más atemorizante en su voz.- ¿No dije 'ilesa'?

La mirada de Wen Chao viaja de su padre a Yu Ziyuan. Ella esta con un porte orgulloso y altivo a pesar de las manchas de sangre en su ropa y los moretones en su cara. Uno pensaría que sigue siendo la Araña Púrpura en lugar de una desconsolada reina de las cenizas.

-¿No dije, 'tráeme a la dama Jiang y a su hija'?-.Wen Chao hace silencio, hasta podría jurar que dejó de respirar, bueno, hijo o no, Wen Ruohan lo habría hecho pedazos por insolencia. - ¿No es así, Chao-er?-. Su hijo solo asiente porque se siente demasiado aterrorizado para responder.- Sal y encuentra a Jiang YanLi.

RouHan no mira la espalda de Wen Chao mientras se escabulle como una pequeña comadreja siendo seguido por Wen Zhuliu, en su lugar, se vuelve hacia Yu Ziyuan: ella todavía lo mira, pero su mirada es ilegible. ¿Desde cuándo se ha vuelto así? Recordaba a una chica con una mirada llena de inocencia y una sonrisa encantadora, la mujer frente a él, era la misma en apariencia pero sabía que ya no lo era, su mirada había perdido la calidez y el brillo de la inocencia, ya no había más una sonrisa resplandeciente en sus labios.

-Ven conmigo-. Ordena y ella lo hace, sin decir palabra. No ha sido así antes, algo, por no decir《 muchas 》 cosas han cambiado.-

La toma de la mano, sin soltarle las ataduras que estaban en sus manos, la lleva a sus aposentos privados y le indica que se siente en la cama. Luego se arrodilla frente a ella y frota el corte en su mejilla hasta que desaparece. La energía espiritual calienta la piel fría de Yu Ziyuan y cierra los ojos sintiendo la calidez de la piel ajena, dejándose llevar por el recuerdo de aquel viejo amor, olvidándose de lo que aquel hombre que estaba frente a él le había hecho a su familia.

-Di algo-. Dice, o más bien, súplica. Ella no había sido de aquella manera antes y le preocupaba, ¿Jiang Fengmian la habría dañado tanto? ¿O esa mirada era debido a su accionar?-

-¿Qué hay que decir?-. Ella ya no lo mira, mantiene su mirada fija en un punto en el suelo, él solo puede pensar en cómo extraña el fuego que solía arder en sus ojos. Se ha convertido en cenizas ahora, y es obra suya. -¿Qué es lo que posiblemente quiera escuchar Su Excelencia?-

Ella solía susurrar al oído palabras dulces, incluso los insultos que salían de su boca cuando se avergonzaba con algo que él habia dicho tenía más emoción que la mujer que tiene enfrente suyo, y él ha estado llevando consigo el recuerdo de su risa durante años. La calidez era como el sol que tan audazmente decía ser suyo.

-Vi a A-Li -. Le dice en lugar de responder a la pregunta mientras procedía a seguir curando las heridas en el rostro de la mujer.- En la conferencia. Se parece a ti ahora. -Ella resopla de manera poco elegante, en aquellos tiempos, nunca hubiera sucedido.

-Gracias al Emperador de Jade por eso-. A pesar de que aquellas palabras ocultan ironía, el rostro de la mujer seguía igual.

-Haré que la traigan aquí-. ¿Es eso una promesa o una ilusión? Ya no está seguro pero, haría todo por ella aunque fuese tarde -Estará a salvo-.

-¿Y entonces que? ¿Que pasará después?-. Ahora ella lo está mirando y él ve que la sombra de la Araña Púrpura se eleva de nuevo. Ella siempre ha sido magnífica, y es por eso que es incapaz de dejarla, vuelve a ella una y otra vez.

-Nunca debería haberme rendido después de enterarme de tu compromiso- Dice en lugar de responder. Todavía no se ha perdonado a sí mismo por eso. Ella le pone una mano en la mejilla y él se inclina hacia ella. Es más que un hábito en este punto, está en su naturaleza.

-Ya no importa ahora, ese joven tú, aquella joven yo, ahora están muertos.-La voz de Yu Ziyuan tiembla por lo que toma su mano y la besa una y otra vez, se odia a si mismo, se odia por haber sido un imbécil y haberla hecho sufrir.

-Una vez que este lío termine, te daré el mundo. Debería haberlo hecho hace años -. Mantiene su mejilla apoyada a a las manos atadas de Yu Ziyuan, quería que ese momento jamás pasará, quería estar con ella de esa manera eternamente si era posible.

-Ruohan- Dice, y pasa una mano por su cabello. Hasta ahora, siempre ha sucedido en la oscuridad, durante esos breves momentos robados que compartieron a pesar del peligro de ser descubiertos y las consecuencias de ello. Solo ahora ve la tristeza que llena sus ojos. -Ya no hay mundo. Lo has quemado -.

𝐋𝐚 𝐟𝐥𝐨𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐨𝐛𝐫𝐞𝐯𝐢𝐯𝐢𝐨́ 𝐚𝐥 𝐟𝐮𝐞𝐠𝐨. (MDZS AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora