𝐋𝐚 𝐟𝐥𝐨𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐨𝐛𝐫𝐞𝐯𝐢𝐯𝐢𝐨́ 𝐚𝐥 𝐟𝐮𝐞𝐠𝐨. (MDZS AU)

5. 𝑬𝒍 𝒑𝒓𝒆𝒄𝒊𝒐 𝒅𝒆 𝒓𝒐𝒎𝒑𝒆𝒓 𝒖𝒏𝒂 𝒑𝒓𝒐𝒎𝒆𝒔𝒂.

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Aun con la prohibición de su madre, Yu Ziyuan escapó de la secta a mitad de la noche el mismo dia que la secta Jiang envio el dote de la novia, sin su poder espiritual o armas, sin la ayuda y compañía de sus doncellas. Solo con el deseo de llegar y refugiarse en los brazos de Wen Rouhan, no importaba nada para ella ahora. Solo poder estar con la persona que amaba, cumpliendo la promesa de dejar todo si alguna vez alguien queria separarlos.

Meishan estaba a 2 dias de distancia de Qishan volando en espada, probablemente 4 dias por carretera, pero ni siquiera eso la detuvo, sabia que cuando se supiera que había desaparecido de su secta, aquella noticia llegaría a manos de su amante y él le restaria lo que quedaba de distancia. Para el segundo dia había llegado hasta una ciudad cercana a Laling Jin donde decidió pasar la noche, estaba por subir a otro carruaje después de haberse quedado en una posada cuando alguien la tomo del brazo arrastrándola a un callejón fuera de la vista de las personas. Empujo a su captor preparándose para golpearlo pero cuando alzo la mirada para ver a la persona, se encontro con el rostro de Wen Rouhan, su corazón brinco de alegria y no la reprimió, salto a los brazos del mayor abrazándolo por el cuello y este hizo lo mismo abrazando su cintura. 

─Sabía que vendrías a buscarme.─ Musitó tan pronto fue envuelta por los brazos de su amante. Abrazó con mas fuerza a Wen Rohan y él hizo lo mismo, un abrazo en el que se decían que no querían soltarse mas.  

─En cuanto supe que te habías ido sabía que vendrías aquí, vine a buscarte tan pronto me enteré. Ahora no debemos perder mas el tiempo, seguro pronto sabrán que me he ido y eso los alertará. Tenemos que llegar a Qishan pronto.─ Se alejaron para verse, ninguno dijo nada mas, solo se miraron el uno al otro con adoración en los ojos, miradas que significaban muchas cosas, Ziyuan dudo, pero luego se convenció a si misma, acerco su rostro al de Rouhan y dejó un beso cortó sobre sus labios mientras le sostenía el rostro. 

Con ese beso sellaron una promesa, estar juntos ante cualquier obstáculo. Amarse aun si la vida se les iba en ello. Pero no todas las promesas pueden cumplirse, y en el fondo, Yu ZiYuan lo sabia. En esa ocasión, no iba con la intención de escapar con su amado como alguna vez planearon en el pasado, quería despedirse de él y demostrarle que el único hombre al que verdaderamente amaba era él y únicamente él.

(...)

—¿Estás segura de esto, A-Yuan?—. Wen RouHan llevo un mechón de cabello rebelde detrás la oreja de Yu ZiYuan y luego tomó su rostro entre sus manos.

No podía evitar sentirse levemente preocupado por la menor, la decisión que acababa de tomar era algo importante, era un paso que solo había pensado hasta el matrimonio, al menos para ella. Pero que ahora ella tomase la iniciativa para hacerlo lo tomaba por sorpresa. Después de haberse reunido en Yiling habían logrado esconderse en una cabaña deshabitada en el bosque, y después de haber estado en silencio por un par de minutos le había dicho a Wen RouHan que tuvieran sexo. Lo que dejó sin aliento al hombre. Un suspiro escapó de la boca de Yu ZiYuan y llevo sus manos a las muñecas de su amado a la vez que alzaba su mirada y esbozaba una sonrisa para él con la intención de calmarlo.

—Lo estoy, A-Rou. Sé que hacerlo no es digno de una dama como yo, pero siempre se me ha dicho que una mujer puede entregarse al hombre que ama en su lecho matrimonial. Este puede ser nuestro momento A-Rou. —

ZiYuan tomó las manos de Wen RouHan entre las suyas, su silencio de minutos atrás había sido gracias a las ideas que estaban surgiendo en su mente, sabía que sería imposible escapar del matrimonio con Jiang Fengmian, que seguía siendo una incógnita el porque de pronto accedió al matrimonio cuando siempre se había rehusado a aceptar, pero ¿Qué más podía perder?, Guío las manos de Wen RouHan hasta su cintura y después lo abrazo por el cuello, se levantó sobre las puntas de sus pies para poder unir sus labios y comenzar un beso dulce. En ese momento Wen RouHan no tuvo más dudas, así que tomó el control de la situación. Llevó a ZiYuan hasta la cama que había en la habitación de aquella cabaña abandonada mientras sus manos recorrían su cuerpo buscando deshacerse de las túnicas que lo envolvían.

Aquella noche se volvieron uno, con la luna y los dioses de testigos. RouHan proclamó a Yu ZiYuan como suya y él se entregó a ella, por fin pudo cumplir lo que antes había imaginado. Su amada ZiYuan sería solo suya, no dejaría que nadie se la arrebatase nunca, no lo permitiría.

—Te amo, ZiYuan.— Habló Wen RouHan mientras hacía una reverencia hacia Yu ZiYuan.

—Y yo a ti, RouHan. — Musitó Yu ZiYuan mientras hacía una reverencia hacia Wen RouHan. Finalizando con esta las 3 reverencias que se debían realizar en una ceremonia matrimonial.

Ambos se habían jurado amor eterno a mitad de la noche bajo la luz de la luna, sin ropas nupciales, con un altar improvisado y sin testigos más que ellos mismos. Ahora eran marido y mujer, y ambos esperaban que después de esa noche el fruto de su amor creciera en el vientre de Yu ZiYuan.

(...)

─Trate de convencerme a mí mismo de que no era verdad, confíe en lo que nos prometimos aquel día en aquella cabaña pero la venda se cayó de mis ojos hoy, Yu ZiYuan. — Todos los presentes en la celebración por el matrimonio de Yu ZiYuan y Jiang Fengmian se quedaron sorprendidos al ver irrumpir en la residencia de Yunmeng Jiang al heredero de Qishan Wen.

—¿Tú? ¡Vete de aquí, demonio Wen! Te dije que no volvieras a acercarte nunca más a mi hija. ¿No tuviste suficiente con haberla secuestrado antes? Tienes la audacia de interrumpir nues...— Wen RouHan era del tipo que no usaba palabras, lo suyo era tomar acciones, por lo que no le importó que la mujer que lo insulto fuese la mismísima madre de Yu ZiYuan, uso su poder espiritual para golpearla mandándola a volar lejos unos cuantos metros.

—Te atreves a llamarme a mi demonio, zorra anciana. ¿Crees que yo hice todo por cuenta propia? ¡Tú hija fue quien lo hizo conmigo! ¡No planeaba escapar solo! Pero fui muy iluso al no darme cuenta de la verdad.— Siguió caminando hasta llegar donde estaban los novios y se paró frente a Yu ZiYuan. Jiang Fengmian se colocó delante de ella apuntando a Wen RouHan con su espada.

—Creo que fuimos muy específicos en que no estabas invitado a nuestra ceremonia, Joven amo Wen.— Jiang Fengmian no sería nunca un rival fuerte para Wen RouHan por lo que en un segundo se deshizo de la espada en la mano de Jiang Fengmian y lo aparto de Yu ZiYuan.

—Te lo advertí muchas veces, Jiang Fengmian. No te acerques a mi ZiYuan, ¡Y ahora te atreves a casarte con ella! —. Wen RouHan alzó la espada con toda la intención de clavarla en el pecho de Jiang Fengmian pero los reflejos de Yu ZiYuan le ganaron y Wen RouHan termino atravesando el costado de Yu ZiYuan. Todos en medio de aquella ceremonia gritaron de preocupación al ver cómo la tercera joven dama de Meishan Yu caía en los brazos de su esposo con una herida grave.

Wen RouHan había quedado atónito, él mismo no creía que había herido a su A-Yuan. ¿Cómo pudo? ¿Cómo pudo haberle hecho daño a la mujer que amaba?