Capítulo 2

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Como habían prometido y acordado (en cualquier festividad, ya sea la más insignificante), Kara y Lena estaban juntas gritando y riendo en un bar de Chicago para celebrar San Pratick Day un mes después. Todos vestidos de verde, con decoraciones de tréboles y cerveza irlandesa.

A pesar de nunca hablar por mensajes, parecía que, cuando se reencontraban, se conocían de toda la vida. Lena le saludó con un abrazo tremendo y no tardó en burlarse de la rubia al verla con una camiseta de un posible souvenir indicando el día de San Patricio con una peluca verde. Sin embargo, Kara se quejó de la pelinegra: un simple collar de perlas verde con un simple gorro con un trébol. Super original.

Al entrar al bar, ya sabían que iba a ser difícil coger sitio, pues estaba llenísimo. Kara miró de un lado a otro, poniéndose de puntillas para ver si había algún sitio libre, pero Lena sacudió la cabeza, cogiendo a la rubia del brazo. Si tenían que esperar a que se fuera alguien, acabarían durmiendo en el lugar.

Ambas se adentraron entre la multitud y Lena fue la primera en conversar con un desconocido. Y Kara se animó enseguida como la chica golfista ya tenía una cerveza en la mano para ella y nuevos amigos.

—¡Bebe, bebe, bebe, bebe! —animaron varios del bar junto a Lena, agitando el puño con fuerza observando como la rubia tragaba.

—No puedo más... —se quejó Kara dejando la cerveza a medias y ganándose una desilusión por parte de todos.

—¡Yo sí puedo! —gritó un hombre que acababan de conocer y todos se echaron a reír.

—¡Allá que va! —animó Lena pasando la cerveza al de al lado hasta llegar al tipo.

—¡Roy, Roy, Roy! —empezaron a aplaudir mientras el pelirrojo bebía sin parar hasta no dejar una gota, pero se cayó hacia atrás de toda la euforia e ilusión, quedándose croqui en el piso—. Wow... —gritaron todos mirando como Roy roncaba, pero la rubia frunció el ceño.

—¿Barry? —preguntó Kara al ver a su hermano que estaba detrás del grandullón de Roy. Si no se hubiese caído, no se habría dado nunca cuenta.

—La leche, Kara —su hermano se dirigió hacia ella, pero se frenó al ver la pelinegra.

—Hostia, tío, ¿qué haces aquí? —preguntó Lena alzando la mano y Barry sonrió de oreja a oreja chocando los cincos.

—¿Vosotros os conocéis? —preguntó Kara señalando a los dos.

—Espera... —interrumpió la pelinegra viendo a ambos—, ¿vosotros dos os conocéis?

—Sí. Es mi hermano pequeño —respondió Kara pestañeando al ver la sonrisa de ambos.

—Lena me da clases de golf desde hace un año y medio —explicó Barry con una sonrisa entre dientes, pero Kara solo pudo fruncir el ceño.

—¿Juegas al golf? —preguntó Iris que estaba detrás de él, interrumpiendo la interacción de los tres.

—Pero cariño, qué bien me conoces, ¿eh? —bromeó el chico dándole un toque en la nariz y luego observó a ambas—. Lena, ella es mi prometida, Iris. Porque sigues siendo Iris, ¿no? —dijo con ironía haciendo reír a la morena.

—¡Sí, hola! —alzó la mano que la pelinegra estrechó con gusto.

—Vaya, y ella es mi hermana Alex —soltó Kara al ver a su hermana detrás de ellos que estaba esperando a meterse en la conversación. Alex alzó la mano con una sonrisa y Lena se la estrechó encantada—. Y su esposa Kelly que... Por cierto, ¿dónde está? —preguntó Kara mirando alrededor.

—No se fía de dejar a la canguro sola con los niños —explicó hacia Kara y luego se dirigió hacia la pelinegra—. Yo le digo "tranquila, una niña de dos años sabe llamar por teléfono cuando hay alguna emergencia".

Holidate | Supercorp AD NavideñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora