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[🍁] Paraguay

Advertencias; asesinato, male reader. Pon tu pantalla en negro para disfrutar mejor el one shot y cambia tu font de lectura, gracias.

Girasol;

—¿Acaso alguna vez has escuchado el significado del girasol?—

—No, ¿Me podrías decir?—

—Claro, cariño.—

Perdido en sus pensamientos se hallaba la figura de un hombre con su brillo comparable con el de una estrella cuyo aún no partió hacía el túnel de la luz del paraíso celestial; extendiendo sus manos enfrente de su persona, sus largos dedos goteando un líquido no tan visible a los orbes de un principio mientras la corriente llevándose lo poco que queda de la oscuridad de sí mismo cómo polvillo de la madera restante después de ser cortada.

El hombre con emoción a flor de piel intenta alcanzar aquella figura anhelada, sin poder acercarse lo suficiente antes de esfumarse frente de su rostro; las lágrimas no se hicieron esperar mucho en su faz. Quedándose en el suelo, sin poder moverse juntó sus aflicciones bajan velozmente e impregnarse en el verde hasta extraviarse en aquellos colores tan vibrantes.

Una presurosa frase se hace escuchar en el ambiente no tan calmado cómo lo sentiría un ajeno al lugar.

—Eres un monstruo del infierno, Daniel.—

Una sensación de calidez toma presencia en la espalda con cicatrices añejas; pareciera un intento de abrazo a los ojos ajenos, apoyando sus manos en el cuello cálido del muchacho; la prohibición del oxígeno lo mataría, las uñas de aquel desconocido atravesando la garganta de él. Trayendo con el unas gotas del carmín de su ser interior. Sus ojos moviéndose por todas las direcciones buscando al tal ser que lo estaba asfixiando; no captó absolutamente nada.

—Daniel, ¿Te acordás que alguna vez me consultaste sobre el significado del girasol? Aquella hermosa flor que florece en estaciones con aumento de temperatura; pues, te lo diré, significa devoción y dignidad. Y pensar que te lo di de presente en nuestra última cita cómo muestra de afecto de amor entre nosotros; para después terminar asesinado por tu culpa.—  Esas últimas palabras con furia entre ellas se quedaron retumbando en su conciencia.

—Dejado solo y moribundo en el río en dónde nos hallamos por primera vez; ¿Sos tan cínico, Danielito? Mi pecho estaba inclustado de un puñal viejo brotando sangre empapando mis atavíos; te contemplaba cómo te alejabas en esa tarde de verano a la tarde, sin poseer una pizca de arrepentimiento. — las extremidades del paraguayo intentando escapar de aquellas manos en su cuello, en busca de aire. Rasguñando lo que serían las extremidades del perpetrador.

—Lo siento, (T/N).— Fue lo único que logró verbalizar antes de zafarse rápidamente antes que su círculo de aire termine matandolo.

— ¿Lo siento? ¿Es lo único que vas a decir? Acaso no te bastó con destruir a mi familia, a tus amigos, ¿una comunidad entera? ¿A ti mismo siquiera? Debí suponerlo, eras tan amable como para ser verídico. Te odio tanto que sí no fueras un país ya te habría asesinado con mis propias manos.— habló con asco antes de terminar desapareciendo esa sensación cálida de su espalda.

Daniel, aquel chico que todos admiraban, amaban y apreciaban; solo era el victimario del asesinato de su amado. ¿La razón? Presión social al que se sometería si se enterarse de que él era homosexual.

Dirigió sus extremidades hacía su cuello; con las yemas de sus dedos toqueteo los rasguños de su cuello sangriento por el ente.