🍒»💌MiriDeku one shots💌«🍒

『 ᴛʜᴇ ɢᴀʀᴅᴇɴ 』

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『㊋』

El canto de los Arrendajo azules re sonaba en el cálido ambiente de primavera, el viento soplaba con lentitud acariciando todo el brotado jardín, un digno paraíso para relajarse y despejarse de la realidad y encerrarse en una burbuja. Las carcajeadas de los niños se oían a lo lejos del lugar donde un muchacho estaba sentado en una banca leyendo una novela infantil de 1871 escrita por Lewis Carroll; A través del espejo y lo que Alicia encontró allí. Estaba tan sumergido en el libro que no pudo notar que a lo lejos un muchacho de cabellera rubia lo estaba observando. Togata era bastante social, podía entablar una conversación fácilmente con las personas pero en este caso se sentía perdido, un sentimiento oprimido se mantenía en el al cual no podía soltar desde la primera vez que cruzo palabra con el pecoso; Lo conoció en este mismo jardín de california, su mente estaba envuelto en las nubes mientras por accidente choco con el delicado cuerpo, solo pudo escuchar una disculpa de parte del pecoso. El corazón del rubio estaba en el cielo como una super nova cuando lo observaba en sus sueños o lo imaginaba en sus fantasías, ha estado en su jodida cabeza por varias semanas desde que tuvo el coraje de hablarle y hoy nuevamente lo volvería hacer, deseaba conocerlo.

Sus nervios volvían a controlarlo por cada pazo que daba, provocando que en su rostro se instalara una sonrisa nerviosa junto a sus mejillas acaloradas de un tono carmesí, al estar en frente de el y no ser notado, se coloco junto a el para observar lo que estaba leyendoㅡ debe de ser fantástico estar en otro mundoㅡ Izuku, al escuchar la vos desconocida se sobresalto y lo observo con los ojos bien abiertos.ㅡahh... lamento asustarte, no era mi intenciónㅡen el fondo el rubio se lamentaba por lo sucedido, no quería aparentar como acosador.

El pecoso, con el cuaderno en su pecho, suspiro y observo al contrario.ㅡsi...ham...seria fantástico y por ello vengo aquíㅡrespondió a la opinión de Togata, este mismo sonrió, ahora podría hablar tranquilamente.

ㅡpodría ser... este es un buen lugar para descansar, relajarse y tomarse un momento para meditar o escapar de la realidad, que buen lugar has elegido para leer.ㅡ

ㅡgracias... por cierto, mi nombre es Izukuㅡcerro el libro al cual estaba en sus manos.

ㅡ¡oh! el mio es Mirio, Mirio Togataㅡ dijo con entusiasmo.

ㅡLindo nombre, un gusto, Mirio.ㅡ estrecho su mano para saludar y sin rechistar su saludo fue correspondido al instante. En el interior del rubio se encontraba el mismísimo caos, le pareció lindo su nombre y eso encendió las mejillas de Mirio.

Desde allí, comenzó a verlo mas seguido,pero no tan frecuente, solo se saludaban o cruzaban algunas palabras para separarse y continuar con sus pendientes. La relación de conocidos que tenían comenzó  tomar rumbo hacia el comienzo de una amistad pero era bastante complicado, la vida del pecoso era algo inesperada provocando la ausencia de el por algunos días pero siempre volvía a su dichosa banca en el jardín con un libro diferente cada semana. Togata siempre estaba al pendiente de ello, cuando tenia que cruzar por el jardin, cuando tenia que llevar a su pequeña sobrina o cuando quería encontrarse con el, siempre podría encontrarlo allí, aunque no le hablara lo observaba a lo lejos quedándose con la bella imagen del sol acariciando los cabellos teñidos del pecoso mientras sostenía su libro.

El tiempo comenzó a pasar mas lento, las tardes se volvían una rutina para Mirio y su compañero,  sentimientos florecían como las flores del jardín en donde se encontraban casi todos los días de la semana. Togata se sentía acaramelado por el pecoso y este mismo lo sabia, conocía bastante bien las intenciones de Mirio y la verdad es que no lo sorprende del todo. Izuku tenia sus sentimientos pero se distraía tanto con los libros que lo ayudaban a ocultar algunas cosas, en el fondo del pecoso también se sentía atraído por el gran rubio pero tenia miedo de expresarlo ya que no tubo muy buenas experiencias en su pasado. No deseaba marchitar su bienestar ni el de su amigo por sentimientos del momento en el cual pueden terminar en desastre, una amistad seria lo mejor que podrían tener pero Izuku no tenia idea de que el mismo se le caían los pétalos de su bello tulipán, la mente puede ser una arma de doble filo sin que te des cuenta.