『 ʟᴏᴠᴇ ɴɪɢʜᴛ 』

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ㅡ¡Muchas gracias por venir, Mirio!ㅡ Exclamo un hombre de cabello negro, saludando enérgicamente alegre. El nombrado solo sonrió ladeando su mano izquierda  hacia su padre, al entrar y encender su coche para emprender su viaje a u dulce hogar. Los minutos pasaban y el muchacho ya estaba a las afuera de la ciudad, la noche estaba bastante agradable, un viento fresco se sentía junto al cálido olor de la pradera pero algo interrumpe el momento al notar a lo lejos de la carretera a una silueta de una persona, era un muchacho que estaba pidiendo un aventón. Mirio, al notar esto, decidió bajar la velocidad del carro para acercarse al muchacho.

ㅡ¿estas bien, amigo?ㅡ pregunto. El muchacho que estaba en el exterior se acerco a la puerta del coche para hablarle.

ㅡEstoy bien pero ¿podrías ayudarme en volver a mi hogar?ㅡ En ese momento, Mirio pudo observar al muchacho con mas detallismo, este tenia el cabello teñido de verde y en su rostro se notaba un hermoso espacio con pecas como estrellas, juto a su vestimenta de jeans mom junto a una camiseta gris y na chaqueta de cuero azul oscuro. 

ㅡClaro, eres del pueblo a continuación ¿verdad?ㅡ El muchacho de pecas asintió con su cabeza para después entrar en el asiento del copiloto. Ninguno dijo alguna palabra hasta que el extraño se precepto.

ㅡMi nombre es Izuku, un gusto conocerteㅡsoltó con una sonrisa.

ㅡUn gusto conocerte, Izuku. El mio es Mirioㅡ observo de reojo al muchacho.ㅡ entones... ¿como has llegado a estar solo en medio de la carretera a estas horas?ㅡ

ㅡla verdad es que... estaba en la ciudad vecina y no tenia en como volver, hasta que vi a un un coche acercarse, era un hombre de cabellos amarillos con una mirada fría...ㅡ un breve silencio se mantuvo en la conversación.ㅡpero, luego comenzó a gritar y a tocarme, dijo cosas muy feas y me defendí pero el freno el automóvil y me saco del auto para luego dejarme a la deriva.ㅡ El pecoso desvió su mirada hacia afuera el exterior con un sentimiento de pena pero al sentir la mano del contrario en su pierna provoco un escalofrió en su cuerpo.

ㅡlamento que te haya ocurrido eso, últimamente hay personas muy... degeneradas y necesitadasㅡ sin previo aviso la mano izquierda de Izuku se poso sobre la de Mirio, ambos muchachos se observaron por un momento. Un cálido rubor se poso en las mejillas de ambos.

en el resto del camino entablaron una conversación tras otra preguntando cosas básicas para luego tocar diferentes temas, en el transcurso de toda la conversación ninguno se dio cuenta de lo cerca que estaban ademas de los pequeños roces que ambos tenían. Mirio estaba endulzado por el pecoso, mientras mas hablaba el pecoso mas le gustaba, tenia ese encanto en su voz que le agradaba en cambio Izuku, también estaba fascinado por su compañero, los chistes divertidos que agregaba junto a su gran sonrisa y su profundos ojos como el puro zafiro. ambos estaban a gusto, se sentían bien pero sin saber el porque, el coche estaba estacionado en medio de la fresca noche de verano,  ambos muchachos estaban con sus labios pegado al otro sintiendo el tibio y suave tacto del otro. 

ㅡprefieres...ㅡIzuku sentía la respiración pesada de Mirio chocar contra su rostro.ㅡ¿prefieres ir a un lugar mas cómodo? conozco un lugar encantador, iría perfecto con tu rostro tan perfecto y tus bellos ojos verdes.ㅡ alagaba el rubio, el pecoso estaba de mi colores.

『❂』

Alli estaban  ambos, semi-desnudos entre las sabanas de la cama en el Hotel California, un lugar maravilloso en  donde cualquier época del año lo puedes encontrar abierto para tu disposición, en la habitación del local lo único que se escuchaba eran los quejidos y el ruido que hacían los labios de los muchachos. Estupefacto quedo el rubio al ver la blanquecina piel del pecoso, dulce sabor del verano,  ambos retiraban la vestimenta del otro con diversión hasta quedar en ropa interior para luego quedar frente a frente observando cada detalle del otro con solo la mirada, Mirio lo devoraba con la mirada e Izuku no se quedaba atrás, el pecoso poso su mano en la mejilla del rubio para luego besar tierna-mente los labios del rubio. Al separarse, el rubio, motivado por la dopanina que reproducía su cerebro se levanto de la cama y tomo la mano del pecoso para estar de pie, ninguno dijo nada solo tenían una sonrisa cálida, las manos de Mirio compensaron a dirigirse a la la mano y cadera de Izuku.

🍒»💌MiriDeku one shots💌«🍒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora