Por Una Vez

Por dos

Me encontraba viendo unas ecografías de otro internado haciendo anotaciones para proceder en la cirugía, cuando mi puerta es abierta.

-Willy despertó- dijo Vegetta con una gran sonrisa, yo dejo todo lo que estaba haciendo para ir contigo.

Estoy apunto de abrir la puerta cuando Vegetta me detiene, me dice que no puedo entrar así contigo, yo no entiendo, hasta que lo veo quitarme la corbata y desabotonar dos botones de mi camisa.

-ahora si- dijo sonriéndome con picardía

Yo torci los ojos, pero cuando entre y cruce miradas contigo agradecí en silencio ya que ese hermoso sonrojo estaba sobre tus mejillas, me acerque a revisarte y cambiarte el vendaje, para ver la puntadas.

En cierto momento Vegetta y el calvo nos dejaron solos, entonces decidiste hablar y yo sin más deje caer la pregunta.

-Willy sal conmigo- sentí mi corazón a mil, la boca seca y mi estómago revuelto.

Pensé por un momento que me rechazarías pero no fue así, aceptaste y mejor aún tu decidirás a donde iríamos.

Por la noche

Estaba emocionado, daba vueltas por la casa esperando tu llegada, Mónica me ayudó a arreglar, llevaba una camisa algo ajustada, un saco y unos pantalones ceñidos al cuerpo así que no iba ni muy formal ni informal, además ella decía que hacía que mi trasero se viera gigante, y no es que quiera presumir, pero si esta noche no me ponías en cuatro con lo sexi que me miraba no sabría que lo haría.

Escuchó la puerta ser tocada salgo para abrir pero Mónica se adelanta para susurrarte y darte algo que no logro ni escuchar, ni ver, me intriga.

-Auron tu chico vino por ti- dice con una sonrisa pícara

-ya lo se- dije sintiendo la cara roja al llegar y ver cómo me escaneas de arriba a abajo me siento vurnerable ante ti.

-Te ves perfecto- dices con una sonrisa coqueta.

-gracias guapo- dije guiñandole el ojo, a lo que él sonrió.

Nos despedimos de Mónica y nos fuimos, sentía la mirada de Willy sobre mi, y eso me excitaba.

-te parece comer en mi casa- dijo rascándose nervioso la nuca

-claro- dije sintiendo el calor en todo mi cuerpo

Nos dirigimos a su casa, y al abrirla pude ver un camino con pétalos de rosas que llevaba hacia lo que parecía el comedor, el me invita a pasar y no tardó en hacerle caso, el ambiente en el comedor es sorprendente, habían velas, su tenue luz alumbra el cuarto de una forma relajada y hermosa, un mantel blanco, corres una de las sillas e invitas a que me siente, desapareces através de la puerta que creo da a la cocina y vuelves con dos platos, te agradezco y noto que lo has hecho tú.

La velada pasa tranquila entre pláticas e insinuaciones algo elevadas de tono, pero no me molestaba.

-Auron- me llamaste, mientras tomábamos una copa de vino

-dime- dije de una forma baja

Vi como su manzana de Adán se movía mientras tomaba un poco de vino.

Dejaste la copa de vino, te levantaste de la silla y te acercaste a mi, me tomaste del mentón haciendo que te viera, tus hermosos ojos verdes estaban más oscuros que antes.

-podria besarte- dijiste tocando mi labio inferior con tu pulgar y sentí mi cuerpo temblar.

Vi tus labios y asentí "si" no pude decir nada Willy me estaba besando, me levanto de mi asiento, y llevo directo al sillón donde me hizo sentarme en su regazo.

Después de ese tan demandante beso que nos dimos, nos separamos por falta de aire.

Tu cabello estaba desordenado por mi culpa y tú bonita boina se encontraba tirada en alguna parte del camino del comedor a la sala.

-Auron estoy tratando de contenerme- dijiste serio y con una mirada llena de deseo -pero me lo pones difícil- sentí tus manos sonar mis muslos

Solté un leve gemido al sentir un leve apretón a ellos.

-no te contengas- dije acercándome a tu rostro, sentía nuestra respiración chocar -Solo has de mi un desastre- dije juntando nuestros labios.

Pero solo esas palabras bastaron, para que unieramos nuestros cuerpos, no podría decir con exactitud cuántas veces en es noche me hiciste tocar el cielo, pero de algo si estaba seguro, de ahora en adelante tú eras mío y yo era tuyo.

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KuroYing