IV. Something About You

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El nombre de Heejin resonaba en su mente, lo recordaba, pero simplemente no podía acordarse por qué era tan importante. Intentó no parecer muy obsesionada con el tema, así que por un momento lo dejó ir, buscando de nuevo entre las líneas aquel nombre: Jeon Heejin

''Es un nombre precioso.'' pensó. Finalmente, encontró el nombre de Heejin en una de las pequeñas hojas. ''Mierda, Hyunjin, ¿por qué todo te parece tan especial con esta chica?''.

–Ahí está. –le sonrió.

–Gracias, Hyunjin. –contestó la castaña, dedicándole una sonrisa.

Mientras Heejin leía su horario, Hyunjin miró rápidamente la hoja en la que Heejin tenía toda su atención. Al estar en una Universidad con pocos estudiantes, además de compartir habitación con Heejin, tendrían al menos tres de sus seis clases juntas. No pudo ver mucho, sólo sabía que Heejin y ella compartían clase de Solfeo, además de que, para la clase de Instrumento, la castaña había elegido la guitarra.

–¿Eres buena con la guitarra? –preguntó Hyunjin, pocos sabían el cariño que la pelinegra le tenía a su vieja guitarra acústica y lo buena que era con ella.

–No. Apenas y la he tocado... –contestó Heejin apenada.

–Entonces, ¿por qué la elegiste?

–Bueno, de todas las opciones era la mejor para mí. Tú, ¿Qué elegiste?

–Piano.

–¿Sabes tocarlo?

–Algo así, sé usar la guitarra y llevaba el piano al intermedio, así que decidí terminar con el piano.

Heejin deseaba que Hyunjin no fuera su alma gemela para poder ayudarla a mejorar en el piano. Y sí, Heejin sabía hacerlo. Cuando los padres de Heejin escucharon su voz cantando por primera vez, la obligaron a ir a clases de canto para mejorar y claro, también le pidieron que escogiera un instrumento: la chica no dudó ni un segundo y se decidió por el piano, después de todo, su hermana ya le había enseñado algunas cosas. No tardó mucho tiempo en aprender: era una de las mejores alumnas que tenían.

–Tú tienes dedos de pianista. –mencionó Hyunjin, observando los largos dedos de Heejin, la castaña se sonrojó por alguna razón.

–Lo soy. –dijo, escondiendo sus dedos discretamente.

–Ya que eres mi compañera de habitación, te aprovecharé al máximo. –dijo, sonriente– Es mi deber informarte que serás mi instructora en caso de que algo salga mal. Mi tutora.

Heejin sonrió, bajando la mirada. Jiwoo y Sooyoung se acercaron a ver.

–¿Qué tal sus horarios? –preguntó Sooyoung, mientras acercaba a Jiwoo tomándola de la cintura.

–Los viernes no tengo clases. –dijo Hyunjin, sonriente.

–Te odio bastante. Pero supongo que algún día saldrás tarde, ¿no?

Hyunjin asintió.

–Los lunes. Llevaré Piano, Solfeo y Contrapunto los lunes.

–¿Ustedes no piensan hablar? –preguntó Sooyoung a su acompañante y a Heejin.

–Tú sabes mi horario ya. –contestó Jiwoo.

–Cuéntamelo a mí. –pidió Heejin.

–Tengo exactamente el mismo horario que Sooyoung, una materia por día. Instrumentos los viernes.

De no ser porque Heejin había escogido como instrumento la guitarra, muy probablemente tendría todas sus clases junto a Hyunjin. Y para la mala suerte (o ¿buena suerte?) de Heejin, fuera de la clase de instrumento, no había ninguna otra clase que no compartiera con la pelinegra. Ahora que sabía quién era su alma gemela, podría intentar hacer más amigos, así no tendría que ver todo el tiempo a Hyunjin. Gracias al cielo, no iba a necesitar esforzarse mucho, dado que Jiwoo y Sooyoung compartían algunas clases con ellas.

Scars - 2jinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora