-¿No crees que es extraño?
-¿A qué te refieres?- pregunté ladeando la cabeza mientras miraba a Lucas comiendo una barra de cereal. Estábamos caminando a ningún lugar en específico en realidad, era nuestra hora de descanso así que simplemente habíamos decidido dar una vuelta por la facultad.
-Bright o mejor dicho, el profesor Bright- miré a Lucas expectante y él continuó hablando -Lo que trato de decir es que me parece extraño que un chico como él, que parece estar entre la misma edad que nosotros, nos vaya a dar clases ahora. Y lo más extraño del asunto es ¿En dónde hallaron tan rápido un suplente del profesor Chivaaree?
Abrí mi boca en una pequeña "o" -Ahora que lo dices no había pensado en eso y creo que sí es un poco extraño, el profesor Chivaaree tuvo su accidente ayer por la noche y Bright comenzó a ser suplente hoy entonces...
-¿De dónde salió Bright?- dijimos Lucas y yo al unísono mientras volteabamos a vernos el uno al otro.
Podría sonar tonto pero realmente sentíamos curiosidad, digo, no siempre encuentras por ahí a un chico tan apuesto que comenzará a suplir a tu profesor de economía.
Vaya, acabo de incluir la palabra "apuesto", eso es extraño pero tampoco es que esté mintiendo, mi nuevo profesor es realmente muy apuesto y he de decir que durante toda la clase la gran mayoría de mis compañeros no prestaba atención a lo que hacían, sino a cada movimiento que Bright realizaba.
-Creo que no estaría nada mal mostrar un poco más de respeto.
Escuchamos una voz detrás nuestro y yo me petrifiqué y abrí los ojos como platos. Lentamente giramos encontrándonos con el rostro serio de Bright.
Rápidamente me adelanté a hablar -Y-yo, quiero decir, nosotros lo sentimos- me disculpé un poco apenado. Lo miré a los ojos mientras él nos daba una mirada a ambos. Estaba asombrado por sus ojos que lucían tan intimidantes.
-Sé que seguro piensan que tenemos la misma edad, pero no es así y por lo tanto ahora que soy su nuevo profesor deberían llamarme como tal y no sólo Bright, porque no somos amigos- mencionó con un tono muy demandante. Lucas y yo simplemente asentimos sin decir una sola palabra.
El profesor nos dió una última mirada y se fue sin decir más.
-¡Demonios!, pero que tipo- dijo Lucas volteando a ver como se alejaba.
-Creo que ya deberíamos volver- dije y comencé a caminar dejando atrás a Lucas.
(...)
Dos días habían pasado desde el pequeño incidente con el profesor Bright, durante las clases que habíamos estado teniendo con él, no había pasado nada nuevo, él se comportaba como todo un profesional tomando con mucha seriedad el trabajo y, bueno, también era algo indiferente con todos los alumnos.
Hoy después de que las clases concluyeron me fui deprisa a casa ya que mi abuela me llamó con urgencia. Cuando llegué a casa no encontré a nadie en la sala así que entré a la cocina y mi abuela estaba de espaldas preparando algo al parecer.
La abracé por detrás y le di un beso en la mejilla –Ya estoy aquí ibu– dije y ella volteó a verme con una sonrisa.
–Win, querido– pasó su mano por mi mejilla y comenzó a acariciar mi pómulo.
Volteé a mirar lo que había estado haciendo y me emocioné al ver que era comida japonesa, estaba a punto de tomar un rollito de sushi cuando sentí un leve manotazo sobre mi mano.
–Lo siento Win, esto no es para nosotros– dijo y yo hice un puchero.
–¿Tenemos nuevos vecinos?
–¡Sí!– contestó muy emocionada –Llegaron hace un rato, antes de que llegaras a casa.
Por alguna razón imaginé que esta era la clase de urgencia por la que me llamó. A mi ibu le emociona mucho cuando llegan nuevos vecinos y siempre, de alguna forma logra averiguar que comida es la favorita de la familia que se muda para cocinarla y llevarla. También le gusta ser siempre la primera del vecindario en recibir a cada nuevo vecino que llega, es un poco competitiva.
–Iré a cambiarme de ropa para acompañarte– dije y salí de la cocina.
Me preguntaba que clase de vecinos tendríamos esta vez, ya que siempre nos tocaban vecinos un tanto peculiares por no decirlo de otra forma.
Bajé rápidamente y vi a mi ibu lista con unos tupper en dónde llevaba la comida. Tomé algunos para ayudarla a cargarlos y salimos de la casa. Seguí a mi ibu que caminaba en dirección a la casa de enfrente.
Cuando llegamos una linda señora nos recibió con una sonrisa pero también parecía confundida por nuestra tan repentina presencia.
–Hola, ¿Puedo ayudarlos en algo?– preguntó aún sin borrar su sonrisa. Me recordaba a mí, ya que siempre estoy sonriendo.
Mi ibu se adelantó a hablar –¡Hola!, mi nieto y yo hemos venido a darles la bienvenida al vecindario y les hemos traído esto– comentó entusiasmada. La señora nos miró sorprendida.
–¡Oh!, dios que pena, pasen por aquí– dijo y nos dejó pasar a su casa, nos adentramos y ella rápidamente nos ayudó con las cosas dejándolas sobre el comedor.
Nos dió pase hacia la sala y tomamos asiento.
–Esperen aquí un segundo, iré a avisarle a mi marido que tenemos visita– dijo y salió disparada fuera de la sala.
Al cabo de unos minutos la señora volvió pero no sola, y lo que más me sorprendió fue ver cómo en una silla de ruedas traía a su marido quien era nadie más y nadie menos que el profesor Chivaaree.
Al parecer él notó mi cara sorprendida y él también lucía sorprendido de verme.
–¿Metawin?– mi abuela y yo nos levantamos del sofá y saludamos haciendo una reverencia.
–Profesor– dije aún sorprendido.
–¿Ustedes ya se conocían?– preguntó la señora quién tenía las cejas levantadas.
El profesor se adelantó a hablar –Sí, Metawin es mi alumno de la facultad de economía. Es un chico realmente impresionante y muy dedicado– mencionó dirigiéndose hacia mi abuela quien simplemente me miraba con ¿Orgullo?
Después de al menos media hora estuvieron conversando entre ellos y una que otra vez me incluían en la conversación. Al parecer el profesor Chivaaree había tenido un accidente cayendo de las escaleras en su anterior casa que ya era un poco antigua, y por esa razón habían preferido comprar una nueva casa pero esta vez de un sólo piso.
–Y, ¿Win es su único nieto?– preguntó la señora Chivaaree mientras le tomaba un pequeño sorbo a su té y miraba a mi abuela con curiosidad.
–Sí y siempre ha vivido con nosotros, lo hemos criado como a un hijo desde que tenía solo un año y es como toda una bendición para nosotros– comentó mi ibu mientras me daba una mirada con ternura y sostenía mi mano. Yo le sonreí dulcemente.
–Comprendo, los hijos realmente son una bendición– la señora colocó su taza de té sobre la mesita y continuó hablando– Yo aún no tengo nietos, de hecho tengo un hijo y ambos son casi de la misma edad– volteó a verme– Ahora mismo no está ya que ha estado trabajando por dos días, pero no tarda en llegar, tal vez puedas conocerlo Win.
Yo asentí con una sonrisa.
Al cabo de unos minutos se escucharon unos golpes en la puerta y la señora rápidamente corrió a abrirla. Unos segundos después volvió hacia nosotros pero sola.
–Perdón, justo acaba de llegar mi hijo, en unos minutos vendrá a saludar.
Por un momento había mantenido mi vista perdida en aquel plato con galletas rellenas de fresa que estaban sobre la mesa, real mente tenía muchas ganas de tomarlas todas y comerlas, pero no podía mostrarme se esa forma, sería vergonzoso y no me gustaría que tengan una mala imagen de mí. Mientras estaba debatiendo en si tomar una o unas cuantas galletas, al momento en que me había decidido por tomar una de ellas, escuché una voz diferente en la habitación y rápidamente giré hacia aquella persona que estaba de pie frente a nosotros.
–Buenas tardes, Bright Vachirawit Chivaaree, un gusto.
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Esa persona debes ser tú (BrightWin)
FanfictionWin es un chico de 21 años que estudia economía, nunca ha tenido problemas acerca de sus estudios y tampoco en su vida diaria. Siempre parece saber manejarlo todo con precaución, pero su vida comienza a convertirse en un completo caos cuando Bright...