16

1.7K 171 40
                                    

La semana de exámenes finalmente había terminado, lo que quería decir que el inicio de vacaciones de verano comenzaba hoy. Por lo regular cuando las vacaciones iniciaban siempre la mayor parte del tiempo la pasaba en casa estudiando pero ahora lo único en lo que no podía dejar de pensar ni un minuto era en pasar más tiempo con Bright.

Después de aquel último día que dormí con él en su departamento no nos volvimos a encontrar, ya que difícilmente le dije que debía concentrarme en mis estudios al menos hasta que la semana de exámenes terminara, y, no es que no lo haya querido ver, en realidad internamente luchaba contra mí mismo para no perder la cordura y mandar a la mierda mis estudios sólo para pasar la mayor parte de mi tiempo con él como últimamente lo había estado haciendo.

Y aunque todos los días lo veía porque tenía clase con él, no se sentía igual. Sentía que poco a poco me iba acostumbrando a estar más cerca de Bright y no sabía si aquello era algo bueno o malo.

Durante toda la semana, sólo hubo una ocasión en la que pudimos escabullirnos dentro del salón para pasar nuestro tiempo juntos, a solas por supuesto. Lamentablemente sólo se pudo una vez ya que gracias a los exámenes, Bright había estado muy ocupado y la pasaba más tiempo dentro de la oficina del director cada que la clase terminaba, ya que era llamado por este o simplemente tenía que ir a terminar su trabajo. Por eso toda la semana se había vuelto como el mismísimo infierno para mí. Por otro lado, a veces me preguntaba si lo que Bright y yo hacíamos estaba bien, ya que, él era mi profesor y yo su alumno y a pesar de que nuestra diferencia de edad sólo era por dos años, me hacía sentir como si estuvieramos cometiendo el peor de los delitos, aunque para ser honestos, me gustaba tomar esta clase de riesgos.

–Win, ¿Te acuerdas de Max?– preguntó Lucas y vagamente el recuerdo de aquella noche en el bar cuando inconscientemente besé a aquel chico creyendo que era Bright, se hizo presente. Aquello había sido algo vergonzoso para ser honesto.

–Sí... ¿Qué hay con él?– lo miré curioso.

–Bueno desde que pasó, ya sabes, "aquello"– hizo énfasis en la última palabra y continuó hablando –No hemos dejado de hablar e incluso nos hemos encontrado un par de veces. Lo siento si no te lo había dicho antes, últimamente pareces estar muy ocupado.

–Oh, sí, lo siento Lucas, sólo es que he estado ocupado estudiando, ya sabes– dije rascándome la cabeza y sonreí nervioso.

Aunque era verdad que había estado estudiando, el tiempo que lo hice no era nada comparado al tiempo que pasaba mayormente con Bright.

Lucas asintió no muy convincente, pues su mirada me daba a entender que sospechaba de algo.

Quería contarle con lujos y detalles lo que había estado pasando entre Bright y yo pero simplemente no encontraba el momento adecuado para hacerlo.

Nos detuvimos a la salida del campus y señaló hacia el otro lado de la calle –Oh, ha venido por mí– del otro lado de la calle se encontraba aquel chico rubio aproximándose hacia nosotros.

–Hola– nos saludó a ambos con una sonrisa plantada en su rostro y después mantuvo su vista enfocada en Lucas. 

No sé por cuánto tiempo permanecieron así, solo mirándose sin siquiera formular alguna palabra hasta que arruiné su dulce momento.

–Ew, la gente enamorada apesta– dije burlonamente haciendo una mueca y finalmente parecieron darse cuenta de mi presencia.

Ambos rieron tímidamente.

–Win, ¿Quieres que te llevemos a tu casa?

Negué inmediatamente.

–No se preocupen, hoy prefiero caminar.

Esa persona debes ser tú (BrightWin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora