𝐴𝐿𝐼𝐸𝑁 𝐴𝐷𝑉𝐸𝑁𝑇𝑈𝑅𝐸 [BTS X READER]

Capítulo 32

El temblor que recorrió mi cuerpo una vez que me estire por la mañana, me demostró qué había dormido profundo y gané un enorme nivel de energía.

Me pregunto si la humana me mataría si me llevó esta cama conmigo.

Sentí un pequeño ruido proveniente del pasillo, así que me dejé de pensar cosas locas y me hice el dormido, pero al que iba caminando hacia la puerta del lugar no le importe. Quizás la humana tenía algo mucho más importante qué hacer qué notar mi presencia.

Deberías seguirla... ¿Y si sé encuentra con el humano?

La voz de mi conciencia me provocó un poco de ansiedad e inquietud. Así que no me quedó otra opción que ponerme de pié, tomar la ropa del tal Minho que Kim dejó tirada en el suelo y salir tras la humana.

Pude alcanzarla una vez qué se detuvo en una esquina para cruzar la calle una vez que ése extraño aparato adherido al suelo cambiaba su luz de roja a verde.

- ¿A dónde vas tan temprano y sin dejar un recado? - ella pegó un salto - ¿Te di miedo con está ropa?

- Claro, pareces un mamarracho - me dijo ella mirándome con detenimiento por todos lados - La ropa de Minho te queda gigante y no deberías seguirme a hurtadillas.

- Tú no deberías salir sin decirle a nadie - le solté yo a la defensiva - Sabes bien que los chicos se pondrían como locos si no te ven en casa.

- No iba a tardar tanto - aseguró ella - Solo voy a una tienda a comprar para prepararles de comer.

- ¿Cómo preparar algo? ¿La comida de aquí no viene en barras? - le pregunté - ¿Debes hacerla tú misma?

- Exactamente - dijo ella acomodándose su cabello alborotado - Así que vuelve a casa y vigila que los chicos no hagan alguna tontería, mientras no estoy.

- Ésos bobos hacen tonterías contigo en frente - metí mis manos en los agujeros qué tenía la ropa - Así qué iré contigo. Quiero aprender como cultivan la comida los humanos.

La humana se rió un poco y me tomo de la mano para llevarme con ella por la calle, lo que me hizo sentir extraño e incómodo en cierta forma porqué todo el mundo nos podía ver.

- Está bien, puedes venir conmigo, pero hay ciertas reglas que debes seguir - la mire pasmado. Mejor no hubiese venido tras ella - Primera regla, no toques nada a menos que yo te lo diga. Segunda no te metas cosas a los bolsillos. Tercera no hables con extraños. Cuarta no...

- Alto - alce mis manos y ella me miró con seriedad - Sólo te voy a seguir en silencio, para inspeccionar la zona y qué estés resguardada.

- Bueno, vamos - ella me tiró con fuerza del brazo - Debemos ir y regresar en menos de media hora.