Capítulo 3.

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Yo era una chica con mucha fuerza de voluntad. Cuando me proponía algo lo conseguía. Pero había una excepción: me propuse sacarme a Mikel de la cabeza y no lo logré. ¿Qué diablos tenía ese chico? Era algo que no podía explicar. Él y lo que me hacía sentir era inexplicable y a la vez tan bonito...
Habían pasado aproximadamente 8 días desde que le dije a Mikel el secreto de Lucía, y ésta vino a mi casa a ver una película.
Sonó el timbre y fui a abrirla. Por el sonido que hacía deducí que estaba subiendo las escaleras de dos en dos o probablemente de cuatro en cuatro. Esto me sacaba una sonrisa, ya que eso era motivo de que Lucía estaba muy feliz. Entró y me dijo:"¿Qué has hecho, tía? ¿has hablado con él o algo? ¿QUÉ HAS HECHOOOOOOO?" No conseguía entender lo que decía, solo supe que hablaba de Mikel. Y le puse una cara haciéndole saber que no entendía lo que me estaba diciendo. Entonces ella me dijo que acababa de estar con él. "¡Me lo acabo de encontrar y me ha dicho que quiere verme en otro sitio, más tiempo, a solas y que sabe que me gusta! No se qué le habrás dicho , y es motivo de que te mate pero estoy tan feliz que necesito abrazarte"- entonces se avalanzó y me abrazó con tanta fuerza... Yo no sabía qué sentía. Una terrible felicidad por ella, ver a mi amiga feliz era lo mejor del mundo. Pero a la vez me sentía tan mal...¿por qué le había dicho eso? A mi me había hecho entender que le gustaba yo. Pero bueno, eso era lo de menos. Lucía tenía una sonrisa de oreja a oreja y eso era lo que contaba. Entonces le dije:"pero cuentamelo todo. ¿Cuando volveréis a quedar?" "Esta noche. Me podrías acompañar..."-dijo, a lo que le contesté:" si hombre, y voy de 'sujetavelas' .."-y entonces me respondió:"no tía, que venga también Vicky"- Vicky era también muy buena amiga mía, ella salía menos. Pero siempre hacía lo que le pedía. Entonces acepté, y llamé a Vicky para decirle que esa noche íbamos a salir.
La verdad es que no me enteré de la película. Estaba dándole vueltas y vueltas en mi cabeza a Mikel y a Lucía. Seguro que esa noche pasaría algo entre ellos. Y me dolía, me dolía mucho. A su vez, Lucía, tampoco se estaba enterando de nada ya que ella también estaba pensando en Mikel, y una sonrisa tonta tenía en su rostro.
Mi amiga se fue a eso de las 21:30h, tenía exactamente 1h y 30mins. para premararme. La verdad es que no me iba a poner muy "guapa", no me importaba cómo ir, puesto que me iba a pasar la noche aburrida y amargada, viendo cómo mi amiga se divertia y probablemente se liara con el chico que me tenía casi enamorada... Intentaba verle el lado positivo pero cada vez se me hacía más difícil. Sin más, comencé a preparame: me duché, me sequé el pelo, me vestí lo más sencilla que os podáis imaginar y me maquillé muy poquito.
Al rato, vino mi amiga Vicky, era una chica a la que le daba exactamente igual lo que llegara a pensar el resto, nunca se había maquillado y esa noche no sería la primera vez. No traía ni una sola gota de maquillaje, nada de rímel, nada de colorete..  Ni si quiera un poco de brillo labial. ¡Nada! Y era algo que me gustaba mucho de ella, ya que no era nada superficial,y era muy natural.
Después de un buen rato esperándola apareció Lucía. Esta que venía maquillada. Había cogido una cucharada del bote de cola-cao y se lo había esparcido por toda la cara. Era un maquillaje tres veces más oscuro de su piel. Para colmo los dos guantazos que le había dado su madre en la cara antes de salir de casa... Vaya coloretes llevaba, rojos como la sangre. Después se había soltado dos puños en cada ojo para que quedara ese efecto morado en el párpado, y había huntado los labios en el bote de témpera rojo de su hermana... ¡Hay que ver cómo venía de maquillada esta chicaTraía un vestido negro, súper apretado. Le quedaba de lujo, resaltaba sus bonitas curvas... Pero hay que reconocer que era un pelín corto. Y por último llevaba unos zapatos rojos espectaculares que le quedaban increíblemente bien. (Si no se hubiera maquillado tantísimo mi amiga iría de 10).
Fuimos al sitio donde se iban a encontrar Mikel y Lucía. Allí estaba él, apoyado en la pared. Vaya ropa traía .. ¡y que bien le sentaba! Estaba mirando hacia otro lado, y cuando ya estábamos muy cerca se percató, y miró hacia nosotras, pero me di cuenta de que especialmente me estaba mirando a mi... Y no entendí nada...

Estoy irreconocible desde que te conocí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora