La vida esta llena de decepciones de todo tipo, para los que piensan que es fácil creo que estan muy equivocados. Ahora me doy cuenta que me gustaría no crecer y ser una niña para siempre. Pero un día me di cuenta que es inevitable este hecho, después de todo, es parte del curso natural de las cosas, ¿Qué se le puede hacer?.
Seria perfecto tener una vida tan interesante como en los animes, seria genial poder formar parte de uno, pero claro hablo de uno con final feliz. Aunque bueno, estos tan solo son deseos y pensamientos de una chica otaku de 16 años, con una vida bastante normal que ha llegado a ser muy monótona, sin grandes aspiraciones a algo, sin algún talento en especial, un fracaso en el amor...un fracaso en casi todo, una chica que no sabe exactamente que vino a hacer a este mundo cuando no esta aportando nada bueno a nadie, ni siquiera a la sociedad. Esa soy yo, Yoshida Aiko.
Creo que hasta llego a sonar muy dramática pensando este tipo de cosas. Si alguien supiera que tengo esos pensamientos y veo de esa forma las cosas seguramente no me entendería, pensaría que aun soy muy pequeña e inmadura y a lo mejor tenga razón, pero al menos esperaría algo de comprensión.
-¡Yoshida-san!.-la voz de mi profesora me saca del limbo de mis pensamientos, como acto seguido me pongo de pie y por alguna razón hago una reverencia, esto provoca que todos mis compañeros estallen en risa. ¡Genial!, haciendo el ridículo de nuevo.-Hace un buen rato le estoy pidiendo que lea la pagina 36.
Me siento tan avergonzada de seguro tengo la cara tan roja como un tomate, ojala la tierra pudiera tragarme, ¡este es un buen momento tierra!. Siempre me pasa este tipo de cosas, todo por estar pensando en estupideces...¡Pero ya!, nuevamente me estoy perdiendo en mis pensamientos. Miro a la maestra la cual espera impaciente que comience a leer, miro a mis compañeros, unos estan dormidos, otros susurran cosas entre ellos, otros deciden seguir la lectura por ellos mismos y la mayoría aguanta las ganas de reírse.
Tomo el libro y lo abro en la pagina que la maestra me indico, suelto un pequeño suspiro antes de comenzar con la lectura.
—"Querido amigo: ¿Sabes lo que es la masturbación?...".—toda la clase comienza a reír, ¿en serio maestra? ¿por que me pone a leer este tipo de cosas?.
—¡Sigue!.—me grita mi maestra molesta.
—"...Probablemente si, porque eres mayor que yo. Pero por si acaso te lo contare. La masturbación es cuando frotas los genitales hasta que tienes un orgasmo ¡Guau!..."*—mi lectura es detenida gracias a la campana, indicando cambio de periodo. Veo a la maestra la cual esta furiosa, todos mis compañeros solo se dedican a reír sin parar. Ufff....tan ridículos, estoy 100% segura que la "masturbación" es algo que ellos realizan día con día.
La maestra se retira sin decir palabra alguna, mientras yo tomo asiento. Unos compañeros se acercan a mi y entre risas comienzan a felicitarme, ¿por que felicitarme? ¿piensan que lo que dije me lo invente?.
—Eres muy graciosa Aiko-san.—me dice un compañero mientras me da palmadas en la espalda.
—Por algo eres el payaso de la clase, aunque das mas risa que los payasos.—dice otro compañero mientras reía ante su comentario. Me ven como un payaso en la clase todo por las estupideces que a diario hago y no es que las haga con la intención de hacerlos reír pero ellos piensan que es asi.
—Buenos días jóvenes.—entra el siguiente maestro, mis compañeros se van corriendo hacia sus asientos. —Abran su libro en la pagina 50, seguiremos con la lección del día de ayer.
Me recuesto sobre mi escritorio hastiada de toda esta situación ...Pero bueno, asi comienza nuevamente un día mas en la escuela, sin nada interesante por pasar. Quisiera algo nuevo, estoy aburrida de todo esto, ¿Qué debo hacer para que me pase algo interesante? ¿debo buscarlo o esperar a que llegue a mi por si solo?.
No tengo la intención de poner atención a la clase asi que me pongo a dibujar en mi cuaderno, un cuaderno lleno de escenarios fantásticos que quisiera vivir pero que al final terminan siendo solo dibujos y nada mas que eso. Quiero ser mangaka, tengo algunas ideas, pero no lo suficientemente buenas para un manga. A veces pienso que el ser mangaka es tan solo uno de esos sueños que olvidas una vez vas creciendo y tomas otros intereses o uno de esos sueños que estan tan lejos a hacerse realidad.
El sonido fastidioso de la campana me saca nuevamente de mis pensamientos, luego de largos periodos de clase el día se ha terminado y es hora de hacer la limpieza para luego ir a casa o en mi caso a trabajar.
—Yoshida-san.—me doy la vuelta y quedo completamente pasmada al ver quien esta frente mía.
—Ka-Kageyama-senpai...—el chico me sonríe, su sonrisa es tan linda, tan angelical, tan brillante.
Kageyama Ren, un chico que va en su segundo año de preparatoria (dos años mas que yo). El chico mas inteligente de la escuela, siempre obtiene el primer puesto, bueno en deportes, específicamente en artes marciales, buen cocinero, escritor, interesado en las ciencias. Alguien bastante simpático, humilde, gracioso y empático. Es muy popular en la escuela, siempre rodeado de amigos, sin embargo, no es de ese tipo que esta rodeado de chicas, lo cual es raro ya que es bastante guapo, hasta me atrevería a decir que perfecto. Es como un chico sacado de algún anime o manga, tan bueno como los chicos 2D.
Kageyama-senpai es el chico del que he estado enamorada desde que entre a secundaria. Hemos hablado pocas veces, pero siempre que nos vemos nos saludamos. Jamás me he atrevido a confesarme, lo siento tan fuera de mi alcance.
—¿Podemos hablar?.—intento esconder lo sorprendida que me encuentro, esta situación es bastante rara, ¿acaso algo bueno esta por pasar?. ¡No! imposible. Mis compañeros estan tan sorprendidos como yo, no creen lo que acaban de escuchar, la clase se ha vuelto un alboroto.
—S-si.—Kageyama-senpai se da la vuelta y sale de la clase seguido por mi. Estoy tan nerviosa, me sudan las manos, ¡me suda todo!. Tengo miedo, ¿de que quiere hablar el conmigo?, esta situación es demasiado irreal que debe de ser un sueño. No creo que me pida salir ¿o si?, esto me recuerda tanto a los shoujos. El chico popular se enamora de la chica tonta (era algo asi ¿no?) es demasiado tópico, pero si eso me pasara a mi definitivamente no me lo creería.
—Yoshida-san.—su hermosa voz me saca de mi trance. Levanto mi vista y mis ojos se encuentran con los suyos, inevitablemente me sonrojo, el seguramente lo nota y comienza a reír, pero no a reír en plan burlón. Su risa transmite tanta calidez. El chico levanta su mano y acaricia mi cabeza, mientras me dedica una amplia sonrisa. Estoy atónita, esto debe de ser un sueño ¡no es real!.
—¿Q-que hacemos a-aqui?.—pregunto mientras observo a mi alrededor y me doy cuenta que estamos en la azotea. Kageyama-senpai se aleja de mi y se recuesta sobre la baranda que esta en el borde de la azotea.
—¿Quieres salir conmigo Yoshida-san?.—todo se queda en silencio y tan típico como en un shoujo el aire sopla haciendo que hojas caigan a nuestro alrededor, creando un ambiente romántico e irreal y para mi uno de ensueño.
¡IMPOSIBLE! ¡ESTO ES UN SUEÑO!.
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