date a Fate

cap 2

2: Lonely Yoshino 2
"Emi-chan, ¿estás segura de que así es como lo haces?"

"Sí." Emi retiró un suspiro, en cambio ofreció una sonrisa alentadora.

"¡Pero no está funcionando!" Yoshinon gimió, sus pequeñas patas aletearon, "¡Hemos estado en esto por horas!"

Esta fue su cuarta reunión. Los dos habían elegido sentarse en un banco en un parque. El parque estaba vacío, debido a la lluvia que a menudo acompañaba a Yoshino, por lo que Emi se sentía perfectamente bien hablando de magia en un entorno público.

Sin embargo, ella todavía estaba alerta. Solo para estar seguros.

Emi tarareó en sus pensamientos. "No entiendo lo que está mal. Ni siquiera he comenzado a enseñarte cómo sellar tu naturaleza espiritual. Solo estoy tratando de enseñarte cómo mover tu energía espiritual".

"¡Pero no se mueve!"

Emi dejó escapar otro suspiro. Aparentemente, Yoshino fue completamente incapaz de sellar sus poderes espirituales. No era como si no tuviera talento: había aprendido a sentir maná en segundos y podía ver energía mágica en el aire. Honestamente, Emi se había sorprendido por su velocidad. Yoshino había pasado algún tiempo simplemente sintiendo su núcleo de maná latiendo y observando el mundo.

Pero luego, cuando se trataba de amortiguar el pulso de su núcleo, Yoshino no podía hacerlo. De hecho, parecía que no podía mover la energía espiritual alrededor de su cuerpo, solo hacia el agua y el hielo.

Parecía que su núcleo mágico estaba obligando a la energía espiritual a moverse en ciertas direcciones. Para Yoshino, tratar de mover la energía espiritual por su cuenta fue como tratar de nadar río arriba. Su núcleo simplemente se negó a dejar de funcionar, a diferencia de Emi, que podría obligar a su núcleo a reducir la velocidad.

"... ¿Emi? ..." salió la voz suave de Yoshino. "¿Estás enojado conmigo?"

"En absoluto", respondió ella, dándole una palmadita en la cabeza a la niña de cabello azul.

"... me siento ... un poco ..."

Y luego Yoshino y Yoshinon desaparecieron.

No otra vez.

Aunque tanto Yoshino como Emi podían ocultar sus lecturas de maná, solo Emi podía sellar completamente su naturaleza espiritual.

Aun así, Emi había aprendido mucho de su espíritu superior. Aparentemente, todos los espíritus podían volar, y Emi lo había recogido de la niña.

Los espíritus tampoco necesitaban comer, aunque todavía sentían hambre. Si bien fue bueno saberlo, Emi no estaba segura de si eso todavía se aplicaba a ella con sus habilidades espirituales selladas, y ciertamente no iba a probarlo.

Eso fue lo que la llevó a su situación actual.

"¡Eh, tú!"

Emi se estremeció al ser sorprendida al pasar comida de otra mesa. Había estado segura de que no había nadie más comiendo afuera. Lentamente, ella se giró.

El orador era un hombre alto con cabello negro. Con el sol detrás de su espalda, proyectando sombras sobre su rostro, él parecía francamente intimidante.

"Te he visto sacar comida de nuestras mesas por un tiempo". Se inclinó sobre ella, arrojando a Emi en su sombra. "¿Alguna razón por la que no puedes pagar por una comida de verdad?"

Emi tragó saliva.

"A-ah, um, bueno ..." se desplomó, "no tengo dinero".

Él la miró por un momento, luego la agarró del brazo. "Ven conmigo."