Mi bebé leon 🐾 Jaehi

Capitulo Dos🐾 Bebés curiosos.

Sunoo se había escapado del sofá junto a su madre apenas pudo, corriendo al cuarto de los bebés y moviendo con mucho cuidado un banquillo para poder observar a sus primitos mientras dormían, Hyunjae y Jaehyun dormían juntos en su cunita de bebé y él debía ser muy silencioso para no despertar a los pequeños leoncitos porque ya luego lloraban mucho mucho y sus tíos debían cargarlos hasta que dejasen de llorar mucho mucho o darles un biberón.

El gatito estaba tan concentrado en hacer silencio que no noto cuando un pequeño koala de dos años entró al cuarto observando curioso a su alrededor caminando hasta estar a su lado para colgarse un poco de las piernas del gatito de orejas negras.

—¡Ay!— Grito sin querer Sunoo cubriéndose la boca cuando los bebes empezaron a moverse un poco —¡Niki! ¡No me asustes!— Regaño el pequeño de cinco años aun sin medir su tono de voz y erizando su colita al escuchar el suave llanto de sus primitos que pronto se convertiría en algo muy muy fuerte como los camiones de los bomberos o la explosión de diez mil, diez mil, cosas que explotan. Sunoo escucho la voz de su tío y rápidamente tomo la mano de Niki para arrastrar al niño y esconderse en cualquier parte de la casa para que no los regañasen por despertar a los bebés.

—Sunoo, no creas que no se que los despertaste— Advirtió Jaehyuk dejando que su sobrino pasase corriendo junto a él para acercarse a la cuna donde sus bebés no paraban de llorar, el llanto de Hyunjae era bajito y con muchas lágrimas pero Jaehyun hacia todo un escandalo hasta estar en brazos de uno de sus papás —Ya, ya, no lloren bebés— El león tenia un método eficiente para poder levantar a sus dos hijos al mismo tiempo, los cachorros dormían sobre una manta de estrellas que el mayor utilizaba para envolverlos a ambos como si fuese un sobrecito y de esa manera levantar a sus gemelos para sostenerlos contra su pecho.

Jisung estaba de visita junto a su esposa y Sunoo, hace poco habían llegado también Mashiho y Junkyu. El japonés no los visitaba a menudo debido a su problemático segundo embarazo pero habían aprovechado la oportunidad para que Niki jugase con otros niños y Mashiho pudiera distraerse un poco ya que desde su sexto mes de embarazo todo le irritaba o repugnaba.

—Ven quiero cargar a mis sobrinos— Pidió Jisung recibiendo el bultito de dos cachorros envueltos en una manta que no paraban de llorar.

—Jaehyuk, sabes que nunca dejaran de llorar si siguen tan juntos en la manta— Asahi se levanto para tomar a Hyunjae mientras Jisung cargaba a Jaehyun, los cachorros eran demasiado inquietos para estar tan juntitos y apenas los separaron ambos se acurrucaron dejando de llorar.

—Definitivamente no se que haré cuando Shotaro nazca— Se quejo Mashiho completamente desparramado en el sofá mientras Junkyu no dejaba de acariciar la gran panza del japonés.

—¡Sunoo tráeme mi celular!— Grito Jisung no sabiendo exactamente en que parte de la casa se encontraba su hijo ni en que momento le había sacado el celular del bolsillo.

—¡Lo estoy utilizando!— Grito en respuesta el pequeño como si no se tratase del teléfono de su padre.

—¡Pero es mi celular!

—¡Pero yo lo estoy usando!— Siguió el pequeño como todo un adulto en medio de un debate, Jisung solo veía a su esposa en busca de ayuda y ella vio a Asahi que solo rio un poco por la situación.

—Sunoo, ¿Podrías venir un momento por favor?— Pregunto el rubio riendo al escuchar los fuertes pasos del gatito que se acercaba corriendo con Niki detrás de el. Sunoo le hacia mucho más caso al japonés que a sus propios padres y la situación siempre era divertida de ver.

Hyunjae y Jaehyuk apenas tenían ocho meses pero ambos bebés eran demasiado enérgicos  fuertes para su edad, tenían apenas dos y tres dientecitos asomándose en sus boquitas y amaban las galletas de frutas, aunque solo se la pasaban babeándolas por varios minutos pero igual las amaban.