Atrapado ※ XiCheng | Two Shot

Me tienes.

✿✼:*ﾟ:.｡..｡.:*･ﾟﾟ･**･ﾟﾟ･*:.｡..｡.:*ﾟ:*:✼✿

Jiang Cheng había llegado a la parte baja de la montaña descrita en los diarios; las largas horas de viaje lo dejaron agotado y no dudó en pedir hospedaje en el pequeño pueblo allí.

Personas muy amables lo ayudaron a conseguir una habitación cuando él les contó que era un camarógrafo y que venía de la ciudad en busca de la mítica serpiente de la que se hablaba.

Los lugareños le dieron indicaciones demasiado precisas para su ventaja, lo cuál le hacía pensar que no pasaría más de un día en aquel lugar.

No pudo estar más equivocado cuando se halló en la cima del Monte y se adentró en la cueva dónde le contaron que vieron al reptil plateado.

—Vaya, no me sorprende que no haya señal alguna.— habló para sí mientras tenía su teléfono en la mano. —Este lugar es demasiado alto.

Volvió a echar un vistazo esta vez a la pequeña aldea a las orillas.

—Si no la encuentro hoy, tendré que volver mañana.

Continuó quejándose en voz baja, cuanto más se adentraba en la cueva rocosa con ayuda de la linterna ofrecida por su celular.

Su caminata era en extremo silenciosa y solo sus propios pasos resonaban en eco.

—¿Por qué esas personas necesitarían entrar aquí?— murmuró apreciando las puntiagudas piedras blancas.

Dió un suspiro después de comprobar lo suaves que eran al contacto.

Sin más, decidió que también tomaría unas cuantas fotografías de la cueva. Con su Cámara en manos y habiendo dejado el móvil en su bolsillo, enfocó el aparato para captar la imagen frente a él.

Prácticamente estaba en una oscuridad total, así que usaría el flash de la Cámara.

Tardó unos instantes en creer estar en los ángulos correctos e inició con su actividad, capturando las imágenes que quería.

Cuando terminó, comenzó por revisar como habían quedado, maravillándose con los resultados; como lo esperaba, la cueva parecía una mina de minerales de lo brillante que era.

Jiang Cheng veía en la lente con una sonrisa satisfecha, hasta que una inusual figura lo sorprendió.

La serpiente que había venido buscando, estaba allí, en una de las fotos, pero apenas visible porque seguro estaba en movimiento.

Aquello lo alentó a ir más profundo y cogiendo nuevamente su móvil, continuó con su caminata.

En algún punto, el camino se acabó y solo halló un estrecho túnel que pasó apenas arrastrándose al otro lado.

Entonces sus ojos se maravillaron más con lo que halló, el lugar ya no era oscuro, más bien se filtraban rayos de sol desde la cima, lo que iluminaba las piedras preciosas que adornaban las paredes de la cueva.

Jiang Cheng al estar nuevamente de pie, paseó curioso por tales brillantes, no dudó en tocar y adueñarse de algunos para ver qué eran exactamente.

—¿Te gustan?— preguntó una voz que hizo detener sus manos.

Solo había guardado algunas en su mochila cuando se giró para ver quién le habló.

—Te las puedo obsequiar.— volvió a decir la desconocida voz. —Aunque necesito algo a cambio.

El fotógrafo quería preguntar quién estaba allí, pero cuando la serpiente plateada apareció delante suyo, las palabras murieron en su boca.