2. Chupeton

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2. Chupeton.

Había iniciado como un simple toqueteo cariñoso, en la mañana de un agradable domingo. Ninguno tenía trabajo pendiente o deberes que cumplir. Estaban en la cocina, Ning pensaba que preparar para el desayuno, cuando su esposo decidió comenzar el día de otra manera.

Lo que empezó como un suave beso en la mejilla, con grandes brazos presionando la estrecha cintura de Ning contra el cuerpo más grande de Mingjue, en un abrazo necesitado de afecto, pronto se volvió en un acalorado choque de bocas, con Mingjue succionando y mordiendo el labio inferior de Ning hasta casi querer sacar sangre. Por supuesto, Mingjue jamás haría algo para lastimar a su esposo de manera intencional, o que no hubiera sido acordado antes.

Solo serían unos cuantos besos, pensó Ning mientras dejaba que las manos de su esposo se metieran por debajo de su camisa y recorrieran con desesperación la cálida piel de su espalda. Las piernas de Ning se volvían gelatina con cada caricia, hasta que esas manos traviesas dejaron su labor y se aferraron con fuerza a su trasero, obligándolo a saltar y envolver sus delgadas piernas alrededor de la cintura de Mingjue, quien no tuvo problemas para cargar con su peso y llevarlos a ambos hasta la sala y dejarse caer con su esposo en el sofá.

Dejaron de besarse, para poder mirarse a los ojos. Ning miraba el calor cubriendo las mejillas de su esposo, con la espalda recostada sobre el sofá, y la respiración pesada que lo hacía jadear hambriento junto a la forma tan sensual de lamerse los labios.

"¡H-hace demasiado... Calor!" Ning jadeo al sentir la boca de su esposo atacando su sensible cuello, pasando la lengua por sus clavículas, su cuello y donde se unía con el hombro, dedicando especial atención ahí, mordiendo en una posesiva necesidad de dejar su marca en la pálida piel.

Aunque la camisa que Ning traía puesta dificultaba besar la piel de su esposo con mayor libertad, Mingjue no se la quito, ya que era suya, y ver al más pequeño usando ropa que le quedaba lo bastante grande para deslizarse por uno de sus hombros, llenaba de emoción al hombre. Pero eso no le impidió tomar el borde de la camisa y subirla hasta revelar el suave estómago de su pareja, repitiendo los besos húmedos sobre su piel, satisfecho al escuchar los pequeños jadeos que Ning se negaba a soltar. Con sus dientes rozando la cadera del más pequeño, Ning tembló de excitación, su estómago retorciéndose en el calor de la caricia húmeda.

Entonces fue despojado de sus pantalones, de un suave tirón que lo tomó por sorpresa y que a su vez aumentó la emoción que crecía en su estómago. Los ojos de su esposo brillaban en profundo deseo, y Ning solo pudo temblar en anticipación por lo que planeaba hacerle. Su ropa interior fue retirada con la misma delicadeza de una caricia, su miembro pesado contra uno de sus muslos, apenas erguido por la excitación y la punta brillante con liquido pre-seminal, pero la atención de Mingjue no estaba puesta ahí, si no en una zona igual de blanda y apetecible.

Unas grandes manos se aferraron a las piernas de Ning, quien no se opuso a ser abierto hasta que toda su intimidad quedo expuesta a la mirada hambrienta de su esposo. Ning nunca se consideró alguien necesitado de contacto físico, en realidad le aterraba la sola idea de interactuar con otras personas, pero oh cielo santo, cuando su esposo lo miraba de esa manera tan voraz y juguetona deseaba sus caricias por toda su piel.

Grandes manos masajearon la tierna piel de sus muslos, hasta que una tibia lengua se deslizó desde la corva de su pierna, dejando un rastro húmedo por su piel hasta llegar al interior de su muslo. Ning tembló de emoción, con el calor acumulándose en su vientre dando vida a su miembro hasta que estuvo erguido, y sintió una ligera mordida en la piel blanda que hizo que sus caderas se balancearan hacia arriba, pero una mano en el hueso de su cadera lo mantuvo en su lugar.

"¡P-por favor, M-Mingjue!" Ning rogo, solo porque sabía que su esposo se volvía impaciente cuando lo escuchaba murmurar su nombre en ese tono tan necesitado de afecto.

"Aún no" murmuro Mingjue mientras seguía repartiendo besos húmedos por toda la extensión de piel, con Ning sufriendo por la sensación viscosa y caliente de la saliva de su esposo cubriendo sus temblorosos muslos.

Ning disfrutaba de las atenciones de su esposo entre sus piernas, con el calor extendiéndose por cada parte de su cuerpo, acumulándose especialmente en su vientre, haciendo temblar su miembro erecto.

Inició con el suave roce de unos afilados dientes, y la cabeza de Ning se agitó con brusquedad, obligandolo a mirar hacia el techo de la sala con los ojos abiertos y la respiración entrecortada, después esos dientes se cerraron con fuerza en su carne blanda, con la fuerza suficiente para dejar una marca, pero sin sacar sangre.

"¡A-ah, M-Mingjue!" Ning intento levantarse para mirar el lio que su pareja hacía entre sus piernas, pero fuertes brazos lo obligaron a permanecer acostado contra el sillón. Sus piernas fueron abiertas más allá de su límite, y aunque era doloroso, era excitante lo demandante que se comportaba su marido.

Estaba bien, Mingjue jamás haría nada para lastimarlo, en cuanto Ning lo pidiera el dejaría de forzar su cuerpo y se aseguraría de atender el dolor como era debido, siendo tan empalagoso que era difícil de creer que alguien como Mingjue fuera tan afectuoso.

"¡Ah!"

Un fuerte chupeton en su muslo lo tomó desprevenido, en realidad cualquier cosa que estuviera haciendo su pareja entre sus piernas abiertas y desnudas lo tomaba desprevenido. Sus ojos se pusieron en blanco, con su miembro temblando y la punta brillante, escurriendo pequeñas gotas blancas por todo el falo hasta llegar a sus bolas tensas y humedecerlas. Mingjue no se detuvo, dejando mordida tras mordida en sus temblorosas extremidades, rematando la acción con un chupeton que hacía de las marcas en su pálida piel tan prominentes que serían difíciles de ocultar si estuvieran en alguna zona más expuesta de su cuerpo.

"Mirate, solo te he tocado un poco y ya estás a punto de correrte" Mingjue se burlo del estado tan lamentable y excitado de Ning, quien apenas y podía mirarlo con sus ojos cubiertos de lágrimas y la respiración entrecortada.

"E-eres... Malo..." lloriqueo sintiendo pequeños calambres en sus piernas, a punto de llegar a su límite.

Mingjue lucho ppr reprender una carcajada, en su lugar decidió sonreír de la manera en que muchos lo llamaron aterrador, pero que de alguna forma su esposo encontraba adorable, y beso la frente húmeda de Ning con una ternura que nadie más que el oji verde podía ver.

"Tienes razón, he sido muy malo contigo" murmuro sujetando las piernas de su pareja con menos brusquedad, dándole un pequeño descanso antes de pasar a algo más intenso. "¿Qué puedo hacer para qué me perdones?" murmuro dejando un beso húmedo en el cuello de Ning, quien apenas tuvo la fuerza suficiente para reprimir un gemido lleno de excitacion.

Ning logró mirar a su esposo a los ojos, rodeo el cuello de Mingjue con sus brazos y lo acercó a un apasionado beso, que fue correspondido por el mayor con la misma emoción.

El desayuno terminó siendo olvidado por ambos hombres, después de todo tenían algo más importante que hacer en la sala de su casa.






Notas de autor.

¡Hola!

Perdonen que tarde tanto en actualizar, pero soy una persona como ustedes con una vida y responsabilidades que cumplir xd

Además, tiene tiempo que no "obscenidad" y pues, como pueden ver ando un poco oxidado xd

¡Pero eso no es ningún impedimento para seguir escribiendo de esta hermosa pareja crack!

¡Porque escribiré de ellos tanto como me de el cerebro para hacerlo! >:v

Ahora si, los dejo y espero que les vaya bien en la vida ^^

Sincere HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora