3. Da-ge

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¡¡Buenas gente desconocida del internet!!

Se que llevo siglos sin actualizar, pero tengo razones muy buenas, y es que soy estudiante de universidad y los trabajos finales no me dejaban pensar con tranquilidad, y durante las vacaciones morí QwQ

La buena noticia es que se me ocurrieron las ideas para otros cuatro capítulos, y la mayoría están escritos como por la mitad :D

La mala es que no tenia la cabeza suficiente para terminarlos, por suerte pude terminar este, que con suerte tendrá continuación xd

Pero sigan sin esperar actualizaciones rápidas, tampoco hago milagros :'v

PD: Amo escribir sobre zombies, y esto esta inspirado en una película romántica de zombies, adivinen cual?? 7u7

PD2: No, no esperen nada puerco aquí :v

3. Da-ge.

El día en el aeropuerto era gris y frío, pero su cuerpo no era capaz de sentir el descenso de la temperatura en su entorno, o el calor, o el dolor, o tan siquiera nada.

A su lado, su mejor amigo, un hombre ligeramente más alto, vestido de traje y con una expresión igual de distante y muerta que la suya, no dejaba de tallar una y otra vez un viejo paño contra la barra de bebidas de la cafetería. Ambos acostumbraban a pasar largas horas en ese lugar, a veces gruñéndose, o mirando en cualquier dirección sin pensar en nada. Song Lan estaba en uno de sus días difíciles, podía saberlo al mirar como se esforzaba en limpiar toda superficie que el hombre encontrará sucia con una ferocidad asombrosa.

Supuso que se trataba de algún berrinche, pero al ver cómo su único amigo en ese lugar tan muerto y deprimente casi rompía la barra de la cafetería, supo que debía hacer algo o en verdad rompería el mueble con su fuerza bruta. Con un ligero empujón a su hombro, Song Lan dejó de restregar el paño y lo miró con el ceño fruncido y los labios temblorosos en un gruñido de alerta, en su mirada se podía leer claramente el mensaje: no vuelvas a tocarme, o veras.

"... ¿Q-qué... P-pasó?..." se esforzó en hacer sonar las palabras de su boca tan clara como sus cuerdas vocales le permitieron.

Song Lan asintió en reconocimiento a la pregunta, soltando un silbido frustrado antes de intentar formular palabras, pero fue en vano. De sus labios pálidos sólo brotó una sustancia negra y espesa, en otra vida esa cosa viscosa hubiera sido sangre, roja, cálida y fresca, pero en esta "vida" solo era una desagradable sustancia negra de olor putrefacto. Ninguno tenía problema con el aroma a carne podrida, llevaba siendo parte de ellos por tantos años que terminaron acostumbrados a el.

"... ¿H-hambre?..." adivino, después de ver la insistencia de Song Lan en comunicarle su frustración.

Un gruñido de satisfacción fue la respuesta que necesitaba. Con una suave palmada en su hombro, obligó al hombre a darse la vuelta y caminar a la salida del aeropuerto. Song Lan se negó al principio, molesto porque se atreviera a tocarlo, pero emocionado tan rápido como se le presento la idea de ir a la ciudad en busca de comida.

No estaba orgulloso de esa parte en especial de su nueva "vida", pero era la única manera en que él y Song Lan podían seguir "viviendo". Song Lan dejaba escapar silbidos bastante inquietantes de su boca, captando la atención de otros en la zona, quienes se invitaron a su expedición en busca de comida fresca para ese día.

Estaba bien con la compañía, cuando estaba vivo Wen Ning no podía soportar estar rodeado de tantas personas por todo el miedo que eso le provocaba, pero ahora que estaba muerto y las personas a su alrededor también lo estaban, no veía necesario preocuparse por modales básicos.

Sincere HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora