Fate Fantasy

84.- Capitulo 83

Capítulo 83

Atra gülai un ilian tauthr ono un atra ono waíse skölir frá rauthr. - Eragon, Eragon

Hubo un destello de luz dorada cuando la Espada Maestra se encontró con el zarcillo negro y la hoja evaporó la extremidad atacante. Más de los zarcillos parecidos a lodo azotaron y azotaron por el aire hacia Shirou y él los contrarrestó con sus dos armas proyectadas.

Cada vez que una de sus espadas chocaba con un zarcillo, el barro se destruía instantáneamente, pero cada vez que Shirou trataba de acercarse a Kirei, la cantidad de extremidades que atacaban a él aumentaba hasta el punto en que no podía moverse para ganar el ventaja sobre el sacerdote.

Rin tenía una discapacidad similar. Sus disparos de gandr característicos, así como sus ráfagas de ataques elementales canalizados a través de los guantes que Dresden le había hecho, fueron interceptados por los zarcillos de barro oscuro que cayeron alrededor de Kotomine.

El sacerdote apenas se había movido cuando los dos intentaron acortar la distancia y matarlo. Y todavía tenía la inquietante sonrisa en su rostro.

"Me temo que ustedes dos tendrán que intentar algo mejor que eso", comentó Kirei. "Hay una gran diferencia entre tu nivel de experiencia y el mío. A menos que puedas encontrar una manera de superar esa brecha, me temo que tus esfuerzos serán en vano".

Ante sus palabras, los zarcillos de barro atacaron una vez más, esta vez con furia, y dirigieron la mayor parte de su atención hacia Rin.

"Por ejemplo," continuó Kirei, conversando. "Tener un peleador que se especializa en distancia sin protección es un defecto significativo en tu estrategia".

Rin saltó lejos de los zarcillos de barro un instante antes de que se estrellaran contra el suelo donde había estado parada. Gotas negras salpicaron por el impacto y la golpearon por todo el cuerpo. Dondequiera que las gotas se encontraran con la ropa de Rin, el humo comenzó a subir y ella gritó de dolor cuando el barro rápidamente se abrió camino a través de su ropa, a excepción del plumero que Harry le había dado, para llegar a su piel.

Con un grito, Shirou giró y cortó la Espada Maestra en la dirección de Rin, desatando un arco de luz azul-blanca más allá de ella hacia los zarcillos cerca de ella.

La energía de la Espada Maestra secó los zarcillos cerca de Rin, los que atacaron a Shirou aprovecharon la abertura que había dejado para atacarlo también.

Shirou se apartó del barro que lo abofeteó y se envolvió alrededor de sus extremidades, pero los zarcillos tenían una fuerza sorprendente y lograron mantenerse firmes contra su intento de evasión.

Shirou sintió que su propia piel comenzaba a arder cuando el barro hizo contacto con ella. Con movimientos de pánico, Shirou logró romper la cerradura que los zarcillos de barro tenían sobre él y comenzó a retroceder. Cuando los zarcillos intentaron recuperar su agarre, Shirou cortó sus dos espadas y ahuyentó el barro.

"Y no debes bajar la guardia incluso mientras defiendes a un aliado", agregó Kirei. "Si ustedes dos intentaron arriesgar sus vidas, entonces podrían estar dentro del alcance de mi alcance".

"¿Oh enserio?" Preguntó Shirou, y sintió una pequeña sonrisa tocar sus labios. Luego hizo girar ambas espadas en sus manos y cargó hacia adelante. La Espada Maestra apuntaba hacia abajo, bajada de modo que la punta se sostuviera apenas por encima y perpendicular al suelo, mientras que la espada de Amoracchius estaba levantada y lista para golpear en su mano derecha.

La ardiente luz del sol de la Espada Maestra endureció el barro ante Shirou mientras corría hacia un camino sólido que inmediatamente comenzó a fragmentarse y desmoronarse, proporcionando un camino apenas estable para que él corriera a través del agua corrupta que lo separaba a él y a Kotomine.