Prólogo

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La brisa era fría,completamente helada;rozando contra la piel desnuda de mis brazos. El viento traía consigo susurros y suspiros ahogados,siendo un canto melancólico pero relajante,una sintonía perfectamente imperfecta no digna para el oído humano. Los árboles bailaban al compás de aquella armoniosa canción,meciendo lentamente sus hojas de un lado a otro como si en realidad fueran conscientes del aura tan deprimente que aquel paisaje desprendía.

Lagrimas se deslizan por mis mejillas,aterrizando en la lápida dónde me encontraba. Mi respiración era tan serena y pausada que me sentía en una especie de trance o quizás si lo estaba. Lloraba en silencio,sin expresión alguna...sin ningún tipo de emoción. Gotas escarlatas aterrizaban sobre la fría  cerámica,creando un contrastes de rojo y blanco  Hermoso. Mis brazos hormigueaban entumesidos por la falta de sangre pero seguía allí aferrada a su recuerdo, de pie frente su tumba.

Un suspiro lastimero brota de mis labios

Aún duele...siempre lo hace.

Han vuelto—susurro a la nada,como si él pudiera escucharme—igual de tormentosas que siempre, siguen siendo recuerdos convertidos en pesadillas.

Lagrimas calientes siguen cayendo de mis ojos.

—La diferencia es que ya no estás para calmarlas—mi voz se rompe.

Por primera vez en la noche me permito sentir dolor,mi pecho arde como si espinas se le clavasen. Y grito,grito de impotencia,de dolor...de desesperación. Lloró con más fuerzas,sintiéndome desfallecer. Mis brazos y muñecas arden al rojo vivo,pero no me importa,de ser así no me hubiese lastimado yo misma.

—Re-ecuerdo como decías que aún después de morir—la palabra me sabe agria pero aún así le regalo una sonrisa rota—aparecerías todas las noches para molestarme, que siempre te esperará.

Respiro profundamente tratando de calmarme y no derrumbarme aún más.

—¿Sabes?—digo viendo su nombre plasmado en aquella insípida loza.

》Lo hago...todas las noches espero volver a verte. Sentir tus brazos cálidos,dormirme ante tus tareos suaves y poder sentirme en paz nuevamente.

"Pero nunca apareciste"

La calida sangre sigue brotando de mis heridas y duele,no lo negaré. Pero,al menos para mí,es una forma de concentrar todo mi dolor en una sola parte de mi cuerpo, siendo la sangre derramada el drenaje de todo esta carga que me sobrepasa.

—También recuerdo,la noche que nos escapamos de casa y me llevaste a ese horrible parque —río ante el recuerdo— luego entendí lo maravilloso que era

Dejo las palabras al aire por unos segundos,perdida en mis pensamientos. Pero continuó

—Ese mismo día te conté de mi "situación".  Ya que habías notado las cicatrices de mis brazos y me preguntaste el porque las tenía.

》Lo abmito,pensé en mentirte o no decirte toda la verdad pero luego te ví y algo en tú mira me inspiro confianza y un poco de valentía. Te conté,te lo dije todo;esperé en silencio a que me llamaras loca o no me hablaras de nuevo. Y no fue así. Volteaste así mí,me miraste a los ojos y con una sonrisa genuina dijiste "Dios sabe lo valiosa que eres como para dejarte morir. Así que todos los días te da una nueva oportunidad". En ese instante supe que por primera vez no estaba sola. Extrañamente me sentí en casa.

Me quedo en silencio,por un largo tiempo,contemplando el solitario cementerio. Reviviendo recuerdos dulces y amargos, escuchando los ruidos nocturnos.

—Esta noche me quedaré a tú lado
Como los viejos tiempos.

Me recuestos aún lado de la tumba,quedando en la tierra mojada a merced del frío pero no me importa.Hoy no.

Y así fue. Por primera vez,en meses,dormí sin pesadillas que me atormentaran.

La Belleza de la Muerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora