Luz

La personas son una mierda

Basado en hechos reales.

¿Alguna vez les ha gustado una persona?

¿Han sentido como se derriten por ella?, pero no te ve, no te tiene en cuenta, simplemente para ella eres una persona más, ni siquiera te puedes considerar su amiga porque demonios, no sabes nada de ella.

Y así es como me sentía respecto a Michelle, una chica extremadamente atractiva, piel tostada, ojos café, cabello largo castaño ondulado, por no hablar de las facciones de su cara, todo estaba bien colocado por decirlo de alguna manera, nada está fuera de su lugar, puede que tenga un poco de peso de más, pero no importa porque esas curvas son demasiado perfectas para ser real, no le encuentro ningún fallo a ella.

No le encontraba ningún fallo

—Venga Natalia, no hay ovarios a que le digas a Michelle que te gusta.

Yo ese día iba por mi 5 monster y no controlaba bien mis impulsos, así que nada más María dijo ''no hay ovarios'' sabía que lo iba a hacer, por otro lado miré a Miki quien siempre me cuida, pero parece que el tampoco estaba de labor, porque en su cara solo había una mueca risueña, así que no estuvo para detener mi desastre.

—¿Qué no hay ovarios dices? mira y aprende chulita.

A paso decidido me acerqué a la mujer piel canela y apenas quedaban unos metros empecé a sentir como el nerviosismo se apoderaba de mí, así que desvié mi mirada de mi objetivo para calmarme y respirar un poco ¿en qué momento me empezaron a temblar las piernas?.

Apoyé mis manos en mis rodillas, inhalé profundamente y subí mi mirada para encontrarme unos ojos color miel, que extrañamente al mirarlos me sentí más calmada, por lo que sin más rodeos volví a mi objetivo principal.

—¡Michelle! hey hola... tengo que hablar contigo.

—Soy toda oídos Lacunza.

—Yo... yo quería decirte que me gustas.—.pude apreciar como su gesto cambiaba a uno más serio, por lo que enseguida apreté la lata de mi energética que aún estaba en mis manos y que extrañamente no se me ha resbalado de los nervios.—. y.. y yo no busco que me correspondas, simplemente llevaba mucho tiempo guardándomelo en la cabeza y necesitaba soltarlo, además mis amigos me dijeron ''no hay ovarios'' y cuando dicen eso es inevitable decir ''¿que no Mari? te vas a cagar'' y pues eso.

—Oh, vaya.

Para que nos vamos a engañar, en ese momento esperaba un ''también me gustas, quieres salir conmigo'', pero no mi ciela, eso es solo para los cuentos con finales felices, y mi vida es un constante aporreo de realidad y sufrimiento constante, así que no, ella obviamente no siente lo mismo.

—Pues tranquila, no me voy a alejar de tí, ni mucho menos voy a ser mala contigo.

¿por qué lo irias a hacer? estamos en el siglo xxi, ser del colectivo lgbti+ no debe ser motivo de burla para nadie, mucho menos si alguien del colectivo gusta de tí, ¿qué dices payasa?.

Saben cuánto duró ese ''no voy a ser mala contigo'', ni medio segundo chaval, se encargó de que toda persona que me conociera o no supiese que me gustan las mujeres y en concreto ella, si amigos, me sacó del closet a la fuerza frente a todo mi instituto, y pues ¿que mierda iba a hacer yo? callarme y tragarme las miradas de mierda que me lanzaban en los pasillos, dejar que me tirasen putas bolas de papel en clase de historia, entre un sin fin de cosas.

Creo que lo peor fue enterarme por Carlos todas y cada una de las veces que solia interactuar con ella cuando me iba me ponía a parir, una de las frases que más me marcó de lo que dijo ella y mi amigo se encargó de hacerme saber fue ''Ugh estoy puto harta de esta tía, ¿puede dejar de ser tan asquerosa? no sé como la soporto tío, me cae fatal es un puto grano en el culo joderrr, a ver si se pira ya con sus amigos del B joder, seguro que es una bollera de mierda de esas'', me intenté hacer la fuerte mientras escuchaba eso, pero las lagrimas de Carlos no ayudaban mucho, así que me rompí por primera vez en los meses que llevaba soportando todo aquello.