Hanna En El Jardín Del Edén
Siento como mí consciencia me lleva a mí niñez donde sin apenas darme cuenta me instalo en los brazos de papá.
Era un día, de cielo alegre como bien decía él. Su color era gris y los ángeles cantaban canciones de amor. Estaban tan contentos que disparaban grandes cohetes y estos sonaban tan fuerte, que más tarde el cielo se llenaba de luz. Papá decía que eran rayos de amor dispuestos a entregar al mundo abundancia y prosperidad. Me acurruqué junto a su pecho, según trasmitía la maravillosa historia, ¡pensé, realmente, era un maravilloso cuento!, terminé durmiéndome.
Este decía a sí;- ¡Hanna, las niñas buenas reciben grandes premios! Yo me quedé escuchándolo.
-Sí realmente, cada acto que haces, lo realizas con amor, todo tendrá su recompensa. Has de ser fiel a ti misma. Sentirás a los demás como una parte tuya. Cada acto que realices, lo deberás hacer con entrega. Aplicarás a tú vida la constancia y la tenacidad para que nadie, te pueda exigir, de esta forma tú independencia será mayor, te sentirás más segura. Con el paso del tiempo crecerás y te convertirás en la bella rosa del jardín.
El tono que le daba a cada palabra, llegaba a mí, como el mejor regalo del mundo. Creía comprender cuan mensaje era dictado en tono de escala de Do. Por cierto ¿Realmente era consciente de cuanto mensaje albergaba? Terminó diciéndome, si cuanto me había dictado, lo realizaba, tendría un maravilloso premio. Le pregunté cual era el premio.- Me mencionó, que cuando llegase el momento, se me anunciaría. Ya que pocas personas recibían el gran regalo.
De vez en cuando, le preguntaba por el premio y él respondía que cada día estaba más cerca de recibirlo. Parece ser, que comprendí el mensaje, porque llegó el día de mí séptimo cumpleaños, y papá me comentó; -Te voy a llevar a un lugar donde a tú regreso nada será igual.
Por el camino me mencionó que él me acompañaba hasta una zona y a partir de ahí, el tenía prohibido el paso. Yo intentaba comprender ¡Cuánto me contaba me parecía irreal! Me hablaba de un mundo mágico. Un sueño hecho realidad. Donde todo estaba creado para los niños. Cuanto más me contaba más intrigante me parecía, pero lo cierto es, que pensaba, que era uno de los juegos de papá. Cuando divisamos a lo lejos la gran colina, me mencionó que allí, estaban esperándome las grandes diversiones de mí vida. En ese instante vi a papá como de sus ojos se desprendían lágrimas. Le pregunté el porqué. Mencionó que no eran lágrimas, sino, que, las cascadas que Dios creó en él, habían dispuesto salir a flote para despedirse de su amada Hanna. ¡Qué suerte tenía, las cascadas soltaban hermosas perlas! Cuando llegamos al lugar exacto, me comentó;- recuerda ¡Siempre la belleza anida en tú interior! Ama Cuanto se te acerque y piensa que los miedos nos impiden abrir nuevas puertas. Siempre mira hacia adelante, vive cuanto te entreguen como si fuese el último instante de tú vida. Piensa siempre en ti y cuando a tú inconsciente te vengan recuerdos de la familia y amigos, recuerda que cuanto estás viviendo, es un sueño, de esta forma disfrutarás de cuanto te entrega la vida.
Me agarré muy fuerte a papá por cuanto mí consciencia me estaba dictando. Algo me decía que cuanto iba a vivir cambiaría cuanto era. Por cierto, por mucho que me hubiese contado, jamás habría superado cuanto estaba por vivir. Al separarme de papá y con la vista hacia el infinito del camino, le mencioné- ¡Sí aquí parece que continua el mismo sendero, cuanto delante tengo, se percibe igual que, cuanto hemos visto hasta ahora! Al mirar hacia atrás observé que papá ya no estaba, la vegetación había cambiado, ¿Qué había sucedido? ¿Dónde me encontraba? ¿Dónde se encontraba papá? Todo se había convertido en un maravilloso bosque.
Al mirar hacia adelante mi sorpresa fue mayor, sentí ver grandes hojas de helecho me acerqué a una de ellas y sin apenas darme cuenta, me deslicé como si fuese un gran tobogán, ¡Aquello cuanto estaba viviendo era un sueño como mencionó! Descubría que las emociones que hasta entonces había vivido se quedaban en lo insulso al lado de cuanto delante me acechaba.
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Hanna En El Jardín Del Edén
EspiritualEs Un cuento Que DESEA Llevar al Espectador Hacia su morada. Instruyendo a la mente, Para entrar en Coherencia Con el corazón, Acceder a la inconsciencia desde la consciencia. Comprobando Que Todo Tiene SENTIDO, Siempre Que el lector Este Dispuesto...