Un Futuro Sin Esperanza

Capitulo 7

Ducra le ofreció a Rachel unos aposentos cerca de los de Jason, donde poder dormir y asearse mientras durase su estancia en el Templo.

Siendo justos, ella no estaba del todo seguro de cuanto tiempo iba a ser eso.

Obviamente, cuando regresase a San Francisco, le encantaría llevar a Jason con ella, pero tenía la sospecha de que convencerle resultaría mucho más complicado de lo que había imaginado en un principio.

Su ira y su odio hacia ellos y Bruce era muy superior a lo que esperaba. El Jason del futuro había intentado advertirla sobre eso, pero ella había pensado que estaba exagerando.

Ahora podía ver que no era así.

Además, tampoco podía quedarse durante mucho tiempo. Por mucho que quisiese ayudar a Jason, tenía que estar de vuelta en San Francisco antes de que apareciese el Batman Que Ríe. Jamás se lo perdonaría a si misma si sus amigos se enfrentaban a ese monstruo, sin ella para ayudarlos, y alguno de ellos acababa herido, o muerto.

Así que en resumen tenía que conseguir aplacar todo el odio de Jason, sin usar sus poderes, hacerle entender que ella y los demás se preocupaban por él y querían ayudarle, y convencerle de que volviese a la Torre con ella... Todo eso en unas dos semanas como mucho.

Definitivamente Rose debería haberla acompañado. Aunque Jason la odiase por la forma en que habían terminado su relación, al menos ellos habían compartido momentos felices, tenían una conexión, un pasado común. En cambio, ella y Jason tenían... Nada. Exceptuando el día en que se conocieron, casi todos los recuerdos que Jason debía tener sobre ella eran de peleas, discusiones y enfrentamientos. Nunca habían sido amigos, nunca se habían siquiera llevado bien ¿Como se suponía que iba a lograr que confiase en ella, ene estas circunstancias?

"Al parecer me han ordenado vigilarte mientras estés en el templo"

Rachel se dio la vuelta y vio a Jason apoyado contra la pared, con los brazos cruzados y una mirada dura en sus ojos.

"No pareces muy entusiasmado con eso" Dijo Rachel en voz baja.

"¿Esperabas que lo estuviese?" Replicó Jason en tono frió.

No se había sorprendido demasiado cuando Ducra le había contado que había decidido perdonarle la vida a Rachel. A fin de cuentas su maestra tenía por norma no matar a menos que fuese necesario y, a pesar de los sentimientos personales que él pudiese tener, sabía que Rachel no había hecho nada por lo que Ducra creyese que merecía morir. 

Sin embargo, lo que no había esperado era que Ducra le nombrase el guardia personal de Rachel y le encomendase la tarea de vigilarla mientras se quedase con ellos.

Tras superar su sorpresa, había discutido enérgicamente contra esa decisión. Simplemente no tenía ningún sentido. SI a Ducra la preocupaba que Rachel vagase libremente por el templo entonces lo que tenían que hacer era volver a meterla en una celda, o directamente expulsarla de las Mil Hectáreas del Todo.

Por supuesto sus quejas habían caído en oídos sordos. Cuando Ducra tomaba una decisión, pocas veces se retractaba.  

"No, supongo que no" Admitió Rachel "Contéstame a algo ¿Planeas intentar matarme en algún momento?"

De nuevo, Jason se vio sorprendido con la pregunta. Desde que se había reencontrado con Rachel, ella lo había dejado descolocado prácticamente en cada momento, tanto por las cosas que decía como por su actitud. No tenía ningún sentido, Rachel era con diferencia la Titan con quien había tenido peor relación de todo el equipo y sabía perfectamente que el sentimiento era mutuo ya que ella tampoco le soportaba, así pues ¿A que demonios estaba jugando?