Vale, hagamos un breve resumen. Hoy es Halloween y como cada año vamos por la noche a pedir caramelos, hasta ahí todo bien. Pero claro, ahora es cuando llega lo extraño. Me fijé en una antigua casa deshabitada mientras iba con Luca y tuve la brillante idea de ir allí a visitarla. Al final todos aceptamos y entramos. Cuando entramos, notamos que todo estaba a oscuras y después escuchamos un grito, pero al final todo resultó ser una broma de Ven. Intentamos marcharnos porque no encontramos nada interesante; sin embargo la puerta no cedía, ¡estábamos atrapados!
Y para finalizar escuchamos otro grito y un continuo temblor, que evidentemente no era Ven debido a que estaba junto a nosotros.
Sí, ya sé que he metido la pata hasta el fondo pero eh, eso le puede pasar a todos, ¿no? ¿Cómo iba a saber yo que de todas las casas que hay en el mundo está iba a ser la casa del periódico?
Bueno, creo que ir a una casa abandonada, de noche y cuando en el periódico dice que hay que ir acompañado de un adulto pues...
Es igual. Vosotros tranquilos, ¡que aquí está el Gran Max que no le teme a nada y está dispuesto a salvar a sus amigos!
Ya basta de resúmenes, volvamos por donde nos habíamos quedado.
—¡A-algo se acerca!—exclamó Carolina.
—¡Alguien viene!—afirmó Max. ¡Tengo miedo!
Bueno, puede que tuviese algo de miedo...
Los pasos de aquello que fuera que avanzaba en dirección a nosotros retumbaban por la mansión cada vez con más fuerza.
De repente vimos emerger lentamente por el lado izquierdo de la mansión una figura.
El ambiente se tornó cada vez más tenso y mi respiración, al igual que la del resto del grupo, se iba entrecortando más a cada segundo que pasaba.
Finalmente la misteriosa silueta salió a la luz parcialmente y todos nos quedamos atónitos.
Era un hombre de unos 30-40 años, con gafas grandes y redondas que hacían juego con su nariz puntiaguda. Su sonrisa sombría tampoco ayudaba.
—Oye niños, ¿qué hacéis aquí?...—dijo con una sonrisa malévola y con tono sádico.
—Aquí no se puede estar... Bueno, tendré que hacer algo al respecto...—Terminó con una carcajada que dejó en claro el estado mental en el que se encontraba.
Lentamente fue acercándose a nosotros con un rostro gélido y misterioso.
Mientras, nosotros estábamos petrificados. ¿Qué diantres estaba pasando? ¿Quién era esa persona? ¿Qué quería de nosotros? Esas eran algunas de las preguntas que rondaban nuestra cabeza.
Al ir acercándose se iba revelando su figura al completo. Cuando pensábamos que ya no podía empeorar más vimos que en su mano sujetaba una especie de porra gigantesca. Se podía deducir que los sonidos que escuchábamos eran producidos por esa arma al impactar contra el suelo.
—Bueno, chicos... No hagáis esto más difícil. Tranquilos, no os dolerá... Es broma, ¡voy a disfrutar mucho!—decía mientras establecía mirada con nosotros, una mirada penetrante.
—Chi-chicos, ah-ahora, ¿qué hacemos? ¡N-no quiero morir!—dije temblando, al mismo tiempo que un chorro de lágrimas recorría mis mejillas.
—No... no hay nada que podamos hacer... Este es nuestro fin...—contestó Theo destrozado.
—Te-tenemos que luchar, T-Theo.
—No hay nada que podamos hacer, Luca...
—¡No nos podemos rendir! Aunque sólo seamos niños somos 6 contra 1, algo podremos hacer.
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Nightmares
Horror«A veces no valoramos la vida por el simple hecho de haber nacido con ella». Hoy es Halloween. Un grupo de jóvenes celebran el día con tranquilidad pero uno de ellos propone algo: ir a pedir caramelos a una casa lúgubre. Los chicos, frente a todo de...