Abrí los ojos y levanté la mirada.
A mi derecha estaba Peyton durmiendo en una cama hinchable. A mi izquierda estaba Maddie en otra cama hinchable.
Se dibujó en mi cara una leve sonrisa al ver la cara de Peyton, se la caia la babilla, tenía la boca abierta.
Me estaba dando algo, mi risa iba aumentando de volumen asi que decidí ir al baño a terminar de reirme y de paso hacer lo que hace cualquier ser humano, mear.
Me levanto de la taza del váter, me subo los pantalones, me miro en el espejo y me doy cuenta de que el tiempo pasa demasiado rápido, que no podemos dar vuelta atrás a cosas que quedaron atrapadas en el recuerdo. Se me escapan varias lágrimas de ¿felicidad? Mas bien tristeza, una tristeza con un toque de felicidad supongo.
Me limpio las lágrimas y me echo agua fria en la cara, puede que para despertarme o puede que para tapar ese momento nostálgico.
Voy a coger el mango de la puerta cuando...
-TOMA LA NORTEAMERICANA ESTA.- Maddie me ha pegado un tortazo con la almohada.
-PELEA PELEA, APUESTO POR LA PELIRROJA.- Entonces coge Peyton otra almohada y se une.
-Con que quereis pelear... Mucho me temo que este no es el ring.- Digo cortante. Veo que sus caras se desaniman.
Me voy hacia la habitación mientras que ellas me siguen
-Traer las almohadas, inmaduras.- Digo con tono de madre.
Me las lanzan y las cojo al vuelo.
-EL RING ES ESTE SO MEMAS.- Digo con cara de niña pequeña, pienso ganar esta pelea.- JA, OS HABEIS QUEDADO SIN ARMAS.
Sueltan una pequeña risa con un tono egocéntrico.
Parece que vamos a romper las paredes, esto se nos ha ido de las manos pero me da igual siempre y cuando esté con estas tontas.
Me doy contra la pared y oigo unos pasos.
-Shhh.- Repito hasta que me prestan atención.
Oigo pasos en el pasillo y en la cocina.
-Creo que han entrado a robar.- Las digo con una mirada nerviosa.
-¿Bajamos a ver?.- Dice Peyton.
-No, quedaros aquí, voy yo.- Me dirijo a la puerta.- Bueno no, mejor venir conmigo. Por si acaso, quiero decir...
-Miedosa.- Ríen las dos.
Abro la puerta tan sigilosamente que no lo oigo ni yo.
Maddie me toca el hombro y me gira para verme los ojos.
-Has llorado.- Dice escaneando mi cara como si de un documento se tratase.
-No he llorado tonta.- Intento disimular, la verdad es que se me da bien.
-Tienes el lagrinal rojo, quizás actues bien pero este detalle te lo has saltado...- Dice Peyton.
-Estan robandome y te preocupas por eso...- Digo intentando escabullirme de la conversación.
Cuando la puerta está abierta decido salir al pasillo, noto que me tiembla la mano derecha.
-Como sigas temblando se va a formar un terremoto.- Dice Maddie y Peyton se rie.
-Ooh que graciosilla.- Digo.
Ando apollando simplemente las puntas de los pies. Hago el más minimo ruido y Peyton y Maddie van por atrás. Veo una silueta de un hombre ¿sin camiseta?
Oh dios mio, no esta nada mal pero... ¿Que hace aquí un chico sin camiseta? Salgo corriendo hacia la cocina antes de que el me vea. Peyton y Maddie se han quedado mirando sus perfectos abdominales, veras como sea un asesino...
Cojo tres sartenes. ¿Sartenes? ¿Enserio Sally? Da igual de un sartenazo se cae al suelo fijo. Vuelvo a la planta de arriba y cuando me dispongo a darle un sartenazo se da la vuelta.
Empiezo a gritar.
-Estás loca.- Dice riéndose y a la vez con cara de miedo.
-Eli, qué te ha hecho. ¿Estas bien? No te muevas voy a llamar a la policía.
-Calla tonta. Es Dylan, mi novio supongo.- Dicho esto mira a Dylan, creo que así ha dicho que se llama.
-Tu novio.- Dice él y se besan.
-Reservaros por favor.- Decimos Peyton y yo a la vez mientras que Maddie soltaba un tierno "oooh que monos".
- ¿Me ibas a dar un "sartenazo"?- Dice Dylan y se vuelve a partir de risa.
-Si, bueno... Yo...
-Creo que te están llamando.- Dice Peyton, no me llama nadie pero lo hace porque sabe que para mi es un momento muy incómodo.
Entro a mi habitación y me tumbo en la cama soltando un suspiro de alivio. Cojo el móvil para disimular. Instagram está petado de porquería.
Oigo que Maddie y Peyton se están presentando ante el tal Dylan. Por mucho que me cueste yo también tengo que salir a saludar así que lo hago. El me dedica una amplia sonrisa que, al menos me tranquiliza un poco, creo que se me nota demasiado que estoy avergonzada.
Alguien toca el timbre.
Bajo corriendo mientras que asimilo lo de Eli y Dylan, ahora estoy flipando tarde o temprano me tendra que contar detalles.
Abro la puerta y ahí esta bum. Con un ramo de flores y solo lleva unas gafas y un gorro. Su cara me suena demasiado sin la bufanda.
-Pasa.
- ¿Que tal el incendio?- Pregunta un tanto horrorizado.
-Al final fueron ellas.- Digo señalando a Pey y Mad.
-¿Ellas han incendiado tu casa? - Ahora si que está horrorizado.
-No.- Digo entre risas.- Ellas son mis mejores amigas Maddie es la rubia y Peyton la pelirroja. Ellas lo planearon todo, le dijeron a Eli que me dijera eso para darme una sorpresa.
Se saludan. Parece que la primera impresión va bien.
-¿Españolas? - Pregunta arqueando una ceja.
-Españolas.- Afirma Peyton.
-Desde la E hasta la S.- Continua Maddie.
-Encantado, norteamericano. - Dice Bum con una bonita sonrisa.
-¿Puedo hablar a solas contigo, Sally?- Dice bum.
-Claro y... Perdon por no avisarte de que no habia ningún incendio. Es que con la emoción... Se me olvidó.
-No pasa nada.- Me abre la puerta como un caballero y vamos caminando hacia los columpios de ayer mientras le cuento cosas sobre Peyton, Maddie y yo.
-Y querias decirme...
-Bueno, te acuerdas que ayer tuvimos una pequeña discusión.- Dice con la mirada perdida.
-Me acuerdo.
-La verdad es que te debo una explicación.
-Obvio que me la debes.
-Pues no se como decietelo pero intentaré hacerlo bien.Me resulta dificil y eres la primera persona de la Universidad a parte del director que conocerá mi verdadera identidad.- Se quita las gafas y el gorro y... Me quedo sin palabras.- Soy Matt, Matthew Espinosa.
Continuará→
