Tale ☾ Daejae.

II • Lips.

Después de todo no nos dirigimos la palabra en ningún momento, después de los besos, porque era obvio que no lo iba a dejar de besar. Miraba a YoungJae de reojo y fruncí los labios, estaba dormido. Eso provocó algo en mí, ya que él estaba algo adormilado y sólo se había dejado llevar. Así que pensé que no duraría para siempre.

Cuándo salimos de la estación quise tomar su mano para llevarlo a su casa pero no me atrevía. Iba delante de aquel sintiendo sus pasos arrastrados, luego escuché mi nombre y que los pasos se detenían.

—DaeHyun –Me giré al sentir pronunciar mi nombre y le levanté las cejas. —¿Dónde vamos?

—¿No es obvio? –Frunció el ceño, y le sonreí. —A tu casa.

—¿Y tú a la tuya?

—Sí, YoungJae.

Me giré para volver dar a marcha pero unos brazos atados a mi cintura lograron detenerme, sentí una presión en mi brazo, era su cabeza apoyada en mi hombro.

—No ... Quedate conmigo.

—Jae sabes que ...

—Por favor –Me interrumpió y me dijo al oído mientras sentía sus labios tan cerca de mi que no me resistí.

—Esta bien, pero mañana me tendré que ir temprano.

—Te prometo que sí.

Depositó un beso en mi mejilla que me hizo sonreir más no poder y me tomó la mano, al parecer el sueño se le desapareció porque me llevaba arrastrando, y casi corría.

—¡Dae, no seas tan flojo!

—¿Disculpa? Quién te trajo hasta aquí –Lo tomé de la cintura y lo acerqué a mis labios para terminar con un chasquido y una risa demasiado angelical de mi YoungJae. —No me dices porque no te conviene.

—Cállate, y entra.

Entré y la vista se me volvió borrosa, no alcanze a ver nada cuando de nuevo tenía la mano de YoungJae contra la mía y me llevaba corriendo a su habitación, repetí su nombre una y otra vez pero no hubo caso.

—Young ... –Me volvió a interrumpir pero esta vez con un calido beso. —Preocupate de descansar, que mañana ni te acordarás de esto.

Le susurré lo último pero me escuchó. Me miró serio y se dio la media vuelta cruzándose de brazos.

—Eres tan idiota, ¿Cómo no me voy a acordar? Yo que ... ¡Ah! –Suspiró y luego gritó. —¿Estoy borracho?

—No ...

—¿Tengo amnesia?

—No, YoungJae.

—¡Entonces! –Me miró con los ojos llenos de lagrimas, me sorprendí ya que al parecer le había dolido bastante. —DaeHyun, me gustas. ¿Cómo crees que no me voy a acordar del mejor día de mi vida? Acaso sabes cuanto espere por esto, ¡O por cuanto no espere a que me miraras de otra manera!

—YoungJae ...

—¡YoungJae nada! Eres un id ...

Me acerqué lo más rápido posible a él y junte nuestros labios, sentía sus lagrimas y sollozos entremedio de algun otro beso, me tomó las mejillas y yo lo envolví en mis brazos.

—Un idiota, lo sé ...

—Un grandisimo idiota. –Me sonrió e hizo que mi corazón se reuniese con todas sus piezas.

—Voy a dejarlo pasar por esta vez. –Rió y le di un beso corto en sus labios.

Estaba tan emocionado, me sentía raro, inexplicable era saber lo que tenía en este momento. Casi inevitable no remojarse los labios cuando miraba los de él, ahora era todo mío, su mirada, sus palabras y sus besos.

—Vamos a dormir juntos.

—Sí, mi Jae.