La luz la cegó, 3 días encerrada en ese oscuro y pequeño recinto.
No podía moverse, de manera brusca el hombre la arrastró fuera de la camioneta, sus piernas estaban débiles y apenas podía sostenerse.
Se vió entonces frente a una casa, gigantesca. No se apreciaba nada más a sus alrededores, estaba en medio de la nada.
Y entonces, frente a ella se presentó él, quien sería a partir de ese mismo instante su peor pesadilla.
-Vaya, sabía que Dimitry era un gusano sin corazón. Pero por el amor de Dios esta niña siquiera a llegado a la pubertad.
Con la poca fuerza que tenía Corina reunió fuerzas para defender a su bondadoso padre, el único desalmado sin corazón que había en ese lugar era ese ser despreciable que osaba ofender a su progenitor.
-No hable así de mi bondadoso padre, usted es el único falto de corazón aquí.
Sorprendido ante la osadía de la pequeña ,Dorían soltó una carcajada amarga. Pobre ilusa.
Bajo a pasos apresurados los escalones del porche acercándose a ella, cogiéndola de la enmarañada trenza y disfrutando de como su rostro se contraía de dolor.
-Solo te daré un consejo pequeña mierdecilla. Respetame y tratame como a tu Dios. Te irá mejor. ¿está bien?
Tragandose su orgullo la aterrada niña asintió.
"Oh padre, venga lo antes posible"
-Así me gusta, ve adentro. Hueles a mierda, pídele a Irina que te lave.
"Gracias altísimo"
Con pasos lentos e irregulares entró a la casa. Para su sorpresa era bastante acogedora. Las paredes eran de un color caramelo con detalles en ocre, el suelo de moqueta negra bien cuidada, lo primero que vio fue una clase de recepción y entonces lo supo. Un escalofrío recorrió su cuerpo. Estaba en un prostíbulo. Y no en uno cualquiera, estaba en el negocio de Dorían Kalcov. Pero esto ella lo descubriría más tarde.
Frente a ella apareció una de las mujeres más hermosas que había visto nunca, tendría 20 años. Su cabello lacio, de un rubio casi albino llegaba hasta sus caderas. Tenía unos pómulos muy marcados y unos labios llenos y rojizos, su nariz era fina y chata y sus ojos, de un azul tan puro que hipnotizaba sin embargo estaban vacíos, no había ninguna emoción en ellos. ¿Eso le esperaba a ella? Era casi 2 cabezas más alta que ella, tenia unos pechos normales, ni grandes ni pequeños, una cintura estrecha y unas piernas largas y hermosas.
-Hola, soy Irina. Acompañame, te llevaré a lavarte y te daré algo de ropa.
Irina tenía una voz melodiosa, sin embargo al igual que sus ojos. Estaba vacía. Era como si estuviese leyendo un guión y entonces Corina se preguntó, ¿cuántas veces y a cuántas chicas tuvo que repetir las mismas palabras?
Siguió a la preciosa muchacha a lo largo de unas escaleras de mármol y a través de un ancho pasillo muy bien iluminado, aquello parecía un hotel de lujo.
Se paró frente a una puerta con una pegatina roja en ella, se había fijado en que todas las puertas de ese pasillo tenían un color asignado.
Irina vio la curiosidad en el rostro de la pequeña y se apresuró a explicarle.
-Son nuestras habitaciones, yo estoy en la púrpura que está un par de puertas más al fondo, compartirás habitación y baño con 2 compañeras.-Al ver la mirada apagada y solitaria de la criatura añadió- si necesitas algo ahí me tienes. Y ten cuidado con Dana y July.
Desconcertada ante ese último aviso entró sigilosamente en la habitación. Vacía. Prefirió no pensar en sus compañeras y se centró en lavarse. Unos minutos más tarde Irina le trajo algo de ropa, demasiado provocativa para su gusto.
-Nos tiene prohibido vestir de otra manera...-trató de justificar y la pequeña corina simplemente asintió incómoda.
Ya en el baño; tan bien cuidado como el resto del edificio. Se miró en el espejo, no sabía quien era la persona reflejada en él. Sucia, apagada, herida, humillada...
Sus ojos, apagados; sus labios, secos y agrietados; las ojeras marcadas bajo sus ojos se estaban tornando de un tono azulado; su piel, la que en otros días fue suave y colorida ahora tenia una textura seca y un color enfermo.
"Padre"
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PADRE
Romance¿Qué haces cuando ya no hay nada que hacer? Éste es el dilema que tendrá que enfrentar Corina. A su corta edad, se verá sola. Después de una vida viviendo en una utopía de ignorancia y felicidad, la realidad la golpea de la peor manera posible. Ob...