La familia McGregor no era numerosa, solo consistían en dos primos del señor McGregor, Tomas, el mayor y al parecer a punto de caer en la quiebra, de cabello canoso y postura encorvada, su esposa Asia y sus dos hijas, Hanna y Kala, quien al parecer había sido adoptada ya que tenía rasgos asiáticos, después estaba Fran, era el mas joven, casi de unos cincuenta años, sin hijos ni esposa, al parecer en esta familia tenía la mentalidad de tratar de no no tener muchos hijos ya que los herederos provocaban problemas.
Nos encontrábamos reunidos en el gran salón esperando a Mika yo podía sentir que me iba a desmayar en cualquier momento, Chris sostenía mi mano con fuerza y Lilyth estaba a punto de entrar en pánico ya que Arturo llegaría en cualquier momento.
—Bien familia —habló Mika—. El señor McGregor no se encuentra muy bien y creo que es bueno discutir el asunto de la herencia.
Tomas soltó un bufido.
—¿Acaso esa decisión es tuya? Mi tío aún está vivo y consiente, deberías dejar de asesinarlo antes de tiempo.
—Más respeto Tomas, si no fuera mí, ustedes llegarían dos días después del entierro.
—Nos pintaste al abuelo moribundo sobre una cama, yo lo escuché muy bien hoy cuando me llamó "marica" —dijo Fran de mal humor.
—Y te llamará "marica" hasta el final de sus días —bromeó Tomas.
—¡En fin! ¡No nos desviemos! Yo sugiero que hagamos esto por parentescos.
—Me niego —habló el señor McGregor—. Tú lo obtendrías casi todo.
—No necesariamente, no tengo hijos de Chris así que...
—Yo sugiero que sea divididas en partes iguales y ya —habló Lilyth.
—¿Y qué los nietos que nunca hacen nada por su abuelo reciban dinero que no merecen? Por supuesto que no —le alegó Mika.
—¿Disculpa? ¡Si Chris y yo fuimos los que cuidamos al abuelo cuando le dio su primer paro respiratorio mientras tu estabas de viaje en Cancún! —Lilyth se coloco de pie dispuesta a pelear.
—¿Tú? ¿Cuidar a alguien? Si siempre has dependido de tu hermano hasta para planear tu maldita boda.
—¡Maldita hija de...!
—¡Basta ya! —el señor McGregor se colocó de pie a toda velocidad—. Será mejor que dejemos las tonterías y llamemos al abogado para solucionar esto.
—¡Por favor! Si lo llamas dirá que todo depende de lo que quiera mi esposo y—
—¿Y qué? —Chris finalmente habló—. ¿Temes que él no te dé lo que tú crees merecer?
Mika le sonrió, pero era una sonrisa llena de fastidio.
—No, temo que le dé de más a quien no se lo merece.
—¿Y según tú, quien no se lo merece? —le preguntó Tomas con curiosidad.
—Lilyth por ejemplo, su nieta directa y depende de su esposo para manejar hasta sus impuestos.
—¡Vuelves a insultarme y te juro que...!
—¡¿Qué?! ¿Qué me harás? Esta es mi casa Lilyth, si no te gusta como hago las cosas estás en toda tu libertad de irte.
—A mi me parece perfecto —Chris se colocó de pie inmediatamente Mika hizo esa propuesta—. Vámonos Lilyth, vámonos Faith.
—Siéntate Chris —le ordenó su madre—. Esta discusión no ha terminado.
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Dominado por Faith
Roman d'amourSEGUNDA PARTE DE LA TRILOGÍA "PLACERES OCULTOS" Faith descubrió que enamorarse de Chris McGregor fue un completo error, la frialdad de sus palabras, su completa indiferencia ante sus lagrimas fueron balas directo a su corazón y ahora tenia que esfor...