Laguna

La Laguna

Cap 1

Era de mañana lo sentía por los rayos del sol que le caía a la cara, sin embargo no quería abrir los ojos, sabía que si los habría iba a vomitar.
Ha estado viajando todo un día que no soporta para que ya lleguen y salir ahí, el carro se movía con brusquedad, mientras recorría un camino con baches.
Su hermana al notar que estaba despierta le ofreció un poco de lo que estaba comiendo inmediatamente lo rechazo , al cabo de dos horas por fin llegaron y salió rápidamente a tomar aire puro. Sintió que volvió a vivir otra vez, y se alejo un poco de donde estaban sus padres conversando, y pudo ver algo que la inquieto mucho, no sabía que era, pero quería ver.

Mareley era esa típica chica curiosa que se adentraría a un lugar desconocido porque algo le llamó la atención.
Y lo hizo aunque fue por un instante pudo ver una hermosa cabellera con brillos azules que se alejaba cada vez más y más, lo hubiera perseguido sino fuera que su madre le llamó para ir a la casa de su tía.

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Llegaron a las justas todos estaban muy agotados, que lo único que querían era descansar.
Pero su tía no pensaba lo mismo, inmediatamente llegaron se pusieron a desempacar sus cosas y arreglar el cuarto donde se quedarían, ella y su hermana iban a compartir cuarto, mientras que sus padres dormirían en la habitación de a lado, después de darse una ducha bajaron a la sala donde les esperaba su tía

- acompáñenme - invitó su tía a sus sobrinas y estas se sentaron a su costado mientras se servían té - sus padres no piensan bajar? - preguntó su tía después de un rato
ambas chicas la miraron y le respondieron - se quedaron dormidos -
su tía boto un leve suspiro y se centro en su chompita que estaba tejiendo, llevaba 8 meses de embarazo y su hermano fue a visitarla con su familia, le agradaba la idea hace más de 10 años que no miraba a sus sobrinas, y quería que pasarán tiempo con su primo, igual que los viejos tiempos cuando eran pequeños y hacían travesuras, recordar aquellos momentos le sacó una sonrisa ¿Cuánto tiempo le quedaría a su sobrina? Pensar en ello le hacía sentir triste, era un maldición que le pasaba a una mujer en su familia cada 100 años . No sabía si sus padres ya le habían dicho y quería hablar de ello, pero los dos se quedaron dormidos y no le quedó de otra que esperan más tarde.

De la cocina salió un chico flaco con el cabello crecido y enredado había entrado silenciosamente para que su madre no se diera cuenta, mientras se sacaba algunas galletas, se asustó al ver a sus dos primas que lo miraban sin decir nada e inmediatamente oculto lo que llevaba. Por supuesto no pasó desapercibido y ambas alzaron la voz para que su tía se diera cuenta - hey primo invítanos una, no seas malito - hablaron entre risas mientras este puso una cara de reproche inmediatamente su mamá le advirtió que dejará las galletas donde estaba.
- ¿puedo llevar a mis primas al centro? - pregunto su hijo después de dejar las galletas a un lado, sus primas lo miraron ¿Qué trama? Pensaron
Su mamá accedió y los tres se fueron

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El centro era grande habían muchas cosas lindas, baratijas, y comida callejera, olía demasiado bien

-¿y? - inquirió Mareley
-y.... ¡Vamos! Les llevaré a un lugar donde hay   videojuegos lo amarán- su hermana lo miró emocionada y Mareley suspiro no era nada buena en los videojuegos, pero haría el intento.

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Llegados ahí su hermana y su primo se sentaron en las cabinas y se pusieron a jugar un juego en línea.
Ella también se sentó, aunque torpemente, golpeó al chico de su costado inmediatamente le pidió disculpas este le miró y no dijo nada y se centro en lo suyo, ofendida se volteo .