Cuando eres un niño nunca vez la malicia o los problemas, también sabes hasta cierto punto que el menor siempre sera el menor, el mayor siempre será el orgullo de todos y al que más fé le tienen, pues algo así era en nuestra familia, la felicidad de mi madre al tener a mi hermana era exorbitante, sentía que ella sería quien sacaría a todos adelante, ella tendría una gran profesión y una hermosa vida, igual haría lo mismo, pero era menos relevante, aún así no perdí la fé de ser un orgullo para mis padres.
Entre al kinder, o jardín de niños como otros le llaman, claro que como todo niño lloré, era un niño pequeño que se acostumbro a los brazos de su madre, pero ya era momento de empezar a extender las alas.
No niego que el kinder fue algo dulce, inocente y agradable, sin embargo no tengo muchos recuerdos de esos días, las cosas que recuerdo siempre son vagas, como la primera vez que intente subir un juego del parque y termine lastimandome la retaguardia, también cuando me enamoré de una linda y dulce chica, que al final nunca volví a ver, los diferentes bailables que hice y los trajes que llegue a usar, las burlas de los bravucones de todos los días, los accidentes que todo niño tiene, todos buenos y malos a la vez.Una de las cosas que recuerdo y nunca se si sentirme orgulloso o decepcionado de mi mismo fue la primera vez que aprendí a leer.
Eran las vacaciones de verano si aún no se me olvida, estaba intentando aprender para así poder entrar a primaria sin ser una deshonra pero siempre había un problema, nunca lograba aprender, siempre pensé que era tonto pero eso fue un problema hasta para mí poca estima.
Sin embargo, llegó un día en el que un señor o señora, (no recuerdo bien), vendía unos libros de los diferentes ecosistemas, yo quería uno e hice un berrinche para tenerlo, cosa que conseguí. Estaba tan contento que lo abrí para ver cómo era, tenía sus relieves como un libro en 3D, los textos eran pequeños, legibles, con una tipografía y tamaño de fuente excelentes para la visión de un niño, emocionado por como se veía intenté leer de que hablaba el libro, fue ahí que empecé a leer.
Mi hermana me vió, su rostro era uno que nunca olvidaré, la ví sorprendida de que yo leyera que no aguanto la emoción y salió de nuestra habitación gritándole a mi madre "madre, Dylan aprendió a leer, ven a verlo", escuché los gritos pero me sumergí a las páginas del libro que le reste importancia, pero ella tenía razón, al fin pude leer, es algo de lo que debo estar orgulloso. En aquel entonces así era, pero ahora, ya no tanto.Muchos me dirían que no es así, uno debe estar orgulloso de sus logros, si, aún sigo orgulloso, pero... Me siento mal al haber aprendido de manera tardada.
Siempre que hablamos en familia, mis padres recuerdan las cosas que mi hermana hizo, diciéndome siempre que mi hermana era alguien brillante antes del "incidente" siempre decían: " tu hermana solo fue un año al preescolar, ella aprendió a leer a los 5 años, también pudimos adelantarla y a esa edad ya había entrado a primaria", a veces duele ¿Eso quiere decir que yo no soy especial solo por aprender después? Las cosas cambian pero las inseguridades no tanto.Después de todo el rollo con las enseñanzas, entre a primaria, a la misma que mi hermana mayor, ella tenía apenas 11 años, y solo le quedaba un año para entrar a la secundaria, yo apenas era un pequeño que iniciara su vida en la primaria, gente nueva, nuevos abusos, nuevas rutinas, muchas tareas, lo que muchos lloran o se atemorizan al saber de los cambios.
La vida de niño no fue fácil para mí, y está etapa fue para mí la peor de todas.La gente más grande, para algunos tener su atención era un tesoro, para mí era terrorífico, mi hermana era conocida por todos los chicos de ambos salones, (estos se dividen en "A" y "B" por cierto), y al ver a su inocente y pequeño hermano, era en cierto punto algo lindo, más las chicas que adoraban a los pequeños, las escoltas para mí eran aterradoras, y los acosadores también lo eran, más si estos empujan a tu hermana solo para abrazarte y besarte en una manada de gente salvaje, jure jamás lastimar a los de nuevo ingreso en mi interior.
En esta etapa de mi vida las navidades comenzaron a ser las peores, llegando a ser el ermitaño de las festividades, más para mí hermana que para otros, y todo por mi culpa como siempre.
Era un día en donde el frío llegaba todas las mañanas, pero al entrar la tarde empezaba el calor. Ese día sin querer, y con el calor del aula, me quite el suéter y peor aún, debajo de un ventilador, al principio no sentí la culpa o el malestar, pero pasando el tiempo, enferme de asma, no podía disfrutar las festividades, y casi llegué a morir ahogado con eso. Cada vez que me curaba a mitad de año, me regresaba otra vez, cada vez más intensa, y aunque a veces era ligera, llegaba a ser desastrosa.
Medicinas disueltas en la leche, inyecciones cada medio año, eucalipto por todos lados, amenazas del médico, regaños de mis padres, salidas canceladas, a pesar de los regalos y esas cosas, no disfrutaba la navidad para nada. Los fuegos artificiales y las bombitas no podía verlas, puesto que el humo de la pólvora navegando en el aire era el causante de arretentar el asma.
Mientras que otros disfrutaban el hermoso cielo plagado de hermosas luces, yo me quedaba acostado en cama, sin poder verlas, ni las ventanas de mi habitación las mostraba bien, desde ahí decidí nunca salir para esas fiestas y odiarlas con la fuerza de mi pequeña alma.Aunque el inicio de mi vida escolar llegó a ser un desastre, no se compara con lo que fui viviendo más adelante, pero eso es para otra página.
Atte. D. E.
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Diario de un alma rota
Fanfiction"Hola, me llamo Dylan, no soy bueno escribiendo en este tipo de cosas, un amigo me sugirió escribir lo que sentía o frustraba como un método psicológico o algo por el estilo, en fin, espero que esto funcione". Este es mi primer libro, así que si hay...