𝐈𝐓𝐀𝐋𝐈𝐀 | #𝐃𝐖²

¹²

—Anthony deja de hacer ruido. —le susurré al susodicho harto de su voz.

—No puedo, Bryce me está molestando con sus pies debajo del asiento. —murmuró moviéndose en su silla.

—¿Está roto? —le preguntó Amelie.

Los pongo en contexto: a todos nos habían trocado nuestros asientos y comenzaba a volverme loco.

—¡Que no ves que si! —dijo obvio el castaño.

—Deja de quejarte, por favor. —me puse mis audifonos y me acomodé bien en mi asiento, cerré mis ojos tratando de tener tranquilidad y metalizandóme acerca de que volvería a ver a mi mejor amiga.

—¡Josh! —dijo en un grito/susurro, Anthony mientras me quitaba mi audifono. Solté un gruñido y abrí los ojos maldiciendo en mi mente.

—¿Ahora qué? ¿Tienes ganas de ir al baño? ¿Quieres que te acompañe a cagar? No, no lo haré. Ahora déjame. —le dije ahora si con rabia.

—¡No es eso, idiota! Se me descargó mi celular. —señaló el aparato en sus piernas— ¿Crees que podrías prestarme el tuyo para escuchar musica y jugar algo?

Hijo de puta.

—¡Ugh! Sabes que te quiero pero... —no me dió tiempo suficiente de terminar de hablar ya que el chico me quitó un audifono, agarró el teléfono y comenzó a ponerlo en frente mio para que se desbloqueara— Amigo, no tengas hijos jamás. —ignoré el hecho de que él tenía mi celular y puse mi mirada en la ventana. No se veía nada más que un cielo azul.

—Oye Josh, ¿Conociste una nueva Emma? —mierda mierda mierda y más mierda, volteé a mirarlo y rápidamente le quité el celular— ¡Ey! —se quejó.

—Cállate. Eres un chismoso. Ya no voy a prestarte nada. —escuché como bufó, dejé mi celular en mi entrepierna y cerré mis ojos.

—Amelie... —escuché como le preguntó a la chica a su lado.

Jamás de los jamases viajen con Anthony en el medio. Gracias.

Emma's POV.

—¡Hola, soy Jeremih! Ahora mismo no puedo contestar tu llamada, deja un mensaje en el correo. Gracias. —escuché la maquinita de correo de voz de mi novio, me daba rabia aquella voz.

—Profesor. —antes de hablar tapé mi teléfono con mi cuaderno y levanté la mano, el profesor me miró— Puedo... ¿Puedo ausentarme? Tengo dolor de cabeza y problemas familiares. —fingí un mareo.

—No olvide el ensayo para mañana. —mierda, lo había olvidado.

—Claro. —recogí mis cosas y salí divisando las miradas suplicantes de mis compañeros para que los sacara de aquel horripilante salón. Intenté llamar de nuevo a Hossler pero nada—. Te odio, te odio, te odio. —susurré caminando hacia la salida de la universidad. Resulta que al hermoso Jaden se le olvidó llevarle la comida a Jessabelle.

Los problemas aumentaban cada vez con más rápidez.

Agarré un taxi que me llevó directamente hacia donde estudiaba Jess, antes de entrar pasé por una cafetería para comprarle algo. El cuello comenzó a palpitarme y el calor aunmentó cuando el sol chocó con mi cara.

No podía sacarme mi abrigo gracias a las queridas marcas que mi chico me había dejado.

—Hola... —saludé a la profesora de Jess quien estaba con la niña sentada a su lado mientras esta coloreaba algo.

—Oh hola. —se levantó sonriente.

—Mira cielo. —le entregué la comida— Perdona la tardanza, papá tuvo que... —no sabía que inventar— Olvídalo. —ella sonrió y asintió, me dió un beso en mi mejilla y salió corriendo—. Una disculpa... —le dije a la profesora una vez la niña estaba retirada de ahí.

—Es la segunda vez esta semana. —me acordó— Vuelvo y repito, no quiero sonar insistente pero aquí hay un sistema de cafetería que podría interesarte.

—Oh. —fue lo único que pude decir— Yo... No lo sé. Solo han sido accidentes, creo que no volverá a pasar. —la mujer asintió— Bien pues mi vida continúa, debo irme.

—Un gusto, Elli. —asentí y salí de allí.

Bien. ¿Ahora que debía hacer? ¿Preocuparme por la llegada de Josh y los chicos quienes no sabían que estoy viva? ¿Volver a llamar a Jaden? ¿Morirme? ¿Sacar la verdad? ¿O simplemente hacer mi ensayo?