El nacimiento trae desgracias a la secta JiuEl emperador que gobierna las sectas privilegiadas y menores celebra en grande el nacimiento de su primogénito. Aquel niño nacido de una mujer de belleza sublime; diosas y fantasmas sienten envidia del recién nacido que atrae personas como si fuese una pieza de jade blanco, sin duda un bebe nacido con toda la suerte que un mortal común no podría obtener.
Las linternas adornan la calle alumbrando hasta el mas oscuro de los callejones, los seguidores brindan, cantan y ríen por la felicidad de su líder, aunque aquello no perduro mucho cuando los primeros gritos de horror remplazaron la alegre melodía de la cimitarra y los tambores. Neblina comienza a surgir, cabello obscuro se agitan con la brisa fría del anochecer, ojos carmín sobresalen del escenario, en los pies desnudos de aquella mujer estaban la sangre de mortales, dejando un camino de huellas. La dama levanto ligeramente su mano callando en segundos cada ruido en la sala, su mirada felina buscaba cada rincón de la habitación hasta encontrar al hombre que estaba buscando.
Al encontrar a aquella persona una sonrisa angelical adorno el rostro de aquella dama, sus labios rosas se abrieron ligeramente para comenzar a hablar. – Mi Er vine a visitarte ya que no has venido desde hace dos lunas llenas ¿Por qué? No Recuerdo haber hecho algo malo para molestarte ¿acaso A'tian ha hecho algo que fuera desagradable para ti?
-¡demonio! - uno de los invitados intervino la conversación de aquella mujer. El rostro sereno y tranquilo cambio de expresión de manera rápida, la ira inunda el corazón frágil de la dama ¿paciencia? Paciencia ya había tenido mucho.
Ignoro por completo al cultivador para volver su atención al emperador, los sentimientos que tenia aquella joven demonio por el mortal era grande. Los ojos rojizos estaban llena de sentimientos por aquel hombre, lo amaba, lo quería y como todo ser vivo deseaba ser egoísta con el sentimiento que conocen como amor. El silencio de la habitación fue interrumpido por el llanto de un recién nacido. No se había percatado hasta ese momento de la mujer al lado de su amado, su mirada bajo hacia la mano unida de ambos mortales y luego viajo en dirección del niño.
-Ah - fue lo único que pudo pronunciar después de haberse percatado de porque su amado la había hecho prometer que su relación debía mantenerse en secreto.
Las lágrimas no tardaron en aparecer en el atractivo rostro del demonio, recorriendo su fina mejilla sin vida, sus pestañas adornado con las gotas del liquido salado que contiene todo su dolor y decepción, aquella escena conmovía el corazón de cualquier espectador, una joven dama descubriendo que el hombre a quien dedico sus poemas, risas, besos y anhelos la había traicionado de una forma injusta ¿Quién no podía sentir empatía por la joven demonio? Pero aquellos pensamientos desaparecieron cuando Tian comenzó a reír a carcajadas, su elegante y fino rostro cambio a uno cínico y aterrador.
-¡Los humanos no son mas que seres vivos que se mueven por su egoísmo, no hay una pizca de valores en ellos, su único valor es ser comida! ¡maten a todos! ¡maten hasta el ultimo mortal aquí! Hagan de esta festividad una masacre, que el canto sean gritos, que las risas sean llantos y las melodías sean suplicas. Yo hija del gobernador del inframundo quiero que este día sea recordado por todos los mortales, el día en que Liu Tian derroto al gran emperador Shan y que la secta Jiu ahora estarán en mis manos.Las manos suaves desenvainaron la espada por primera vez en esa noche, en un cerrar y abrir de ojos la cabeza de Jiu Shan había abandonado su cuerpo, la sangre salpico por las paredes recreando una obra de arte aterrador. La dama de rojo se agacho para recoger la cabeza de su amado, lo sujeto con delicadeza, sus labios formaron una sonrisa y sus ojos gatunos volvieron a cristalizarse. – Mi amado Er no se juega con el corazón de Tian, ya sabes las consecuencias ¿entendiste? Si lo has comprendido entonces di algo.