Lágrimas Pasadas.

La idea de mi jefe. 01

Tiras tu café caliente ensima de la camisa blanca de un joven que está a punto de ser entrevistado y debia tener su mejor precencia en el lugar pero no te disculpas por que crees que la culpa no fue tuya o simplemente no quieres reconocerlo. Caminas distraído y haces caer a un niño de cinco años por la calle, su mamá es responsable de no llevarlo a su lado tomado de su mano y decides decirle a su madre que tenga más cuidado con su hijo.
O puedes ser valiente, reconocer tu error y disculparte. Cosas pequeñas de la vida cotidiana donde a menudo muchas personas deciden no voltear y disculparse.
Pueden aceptar tu justificación del hecho sucedido o sencillamente pueden seguir su camino, pero ¿Eso importa? No sé que pienses pero creo que es mejor retroceder unos segundos y hacer lo que realmente está bien.
Existen otros casos donde ya sabes que vas a cometer un error, algo que está mal, pero te llama la tentación y decides seguir sin importar los riesgos.
El novio de tu amiga te escribe diciendo que debe hablar a solas con vos en un lugar tranquilo, sabes que deberías decirle a tu amiga pero piensas que tal vez trate sobre ella y te diriges al lugar, cuando se encuentran charlan un rato y le preguntas ¿Qué sucede? El responde que nada malo solo quería decirte que le gustabas desde ya un tiempo pero no tenía el valor de decírtelo, en instantes acerca lentamente sus labios con los tuyos pero en esos segundos tienes en tu cabeza que es el novio de tu amiga, amiga ya de años, aunque él nunca te importo te atrae y te parece guapo así que accedes a besarlo.
Una anciana sube al Bus y estas sentado en los primeros asientos, todos están ocupados, podrías ser el primero en ofrecerte en dárselo pero decides hacerte el dormido y esperas a que otra persona se lo de. Pero luego unas cuadras más adelante sube una jovencita, veinte años por lo menos, la viste, te llama la atención tiene un lindo cuerpo lindos ojos además de sus piernas largas y su vestimenta de secretaria con lentes y cabello recogido. Eres el primero en darle el asiento, ella te lo agradece y ya quieres tener su número de teléfono pero no te animas a pedírselo y sientes que si no lo haces perderás una gran oportunidad, aunque ya estás llegando a tu parada decides esperar que ella lo haga primero y bajar juntos sin importar el lugar al que te dirigias.
Minutos después la chica está por bajar y vos también lo haces, la sigues, te sientes raro, pero aún así la sigues, ella voltea y te ve, pero comienza a caminar algo más rápido, la calle es oscura y larga, sientes su miedo, pero te gusta, entonces sigues y no paras, cada vez más rápido, sigues deseando su cuerpo, y sientes su perfume, ya estás por alcanzarla, ella toma su celular, pero antes de que ella lo usé se lo quitas de su mano y le tomas el rostro con fuerza y sin su consentimiento la besas pero ahora te sientes acelerado y ella llorá, ¿Qué haces? Dice tu cabeza, pero quieres mantenerte en el blanco, ¡Para! Dijo tu mente. Pero seguiste...
Millones de casos con tantas tentaciones en el mundo y personas sin control que aún están sueltas y pueden caminar a tu lado vestidos de ángel y la justicia no existe.

Siento mucho calor, son 20:30hs pero aún no refresca, mi mamá por suerte pidió helado para compartir en familia, con familia me refiero yo, mis seis hermanos y mamá.
15 minutos antes:
Estaba acostada escuchando música con mis auriculares, no, los auriculares de mi hermano mayor llamado Agustín, solo funciona uno y eso es triste. Estaba pensando y me acordaba de lo que me decía mi jefe de trabajo de la tienda de ropa, Alex.
- Ahí está el encendedor.- señaló a la mesa, lo tome y encendí la hierba que estábamos fumando en su departamento en la hora libre antes de bajar al local a trabajar.
- Contame por que el odio por tu papá. Dijó.
Negaba con la cabeza y no quería contarle.
El siempre me aconsejaba y decía que lo único en lo que debía pensar era en hacer plata, mucha plata, trabajar y concentrarme en eso, que aún era joven y tenia miles de oportunidades. En ese momento se le ocurrió algo y me contestó.
- No me lo contes a mi, contaselo al mundo, escribí, quién sabe, tal vez ahí está tu futuro.
Pensaba que no era una buena idea hay muchas historias interesantes por que la mía lo sería.
Aunque en este momento acostada aburrida dije en mi mente.
Eh vivido muchas cosas desde pequeña hasta los diesciete que no me eh animado a contarle  a nadie, preguntas que tengo donde no se dónde obtener respuestas ni yo las tengo, cosas que eh vivido con mamá con mis hermanos, noviazgos, desamores, colegio, peleas, amigos, amigas, etcétera.
Sé que mi futuro no es la escritura pero sentí buena la idea de escribir mi historia, anteriormente ya lo había intentado, solo que inventaba mis historias de amor o escribía cosas similares a las que me habían ocurrido.
Pienso que es una linda manera de desahogarse y ser uno mismo, y lo mejor es que no tienes por qué inventar o pensar en ideas, todo surge, los recuerdos reaparecen y escribes lo verdadero, no finjes, eres tú.

Me lavanté y las luces del comedor estaban todas apagadas, mi mamá asustada ya que había una tormenta y caía piedra en seco, los ruidos asustaban a mis hermanos pero yo no les temía, estaba en mi mundo, además a penas se sentía. Pero luego sentí miedo cada vez era más fuerte, mamá se estaba duchando y yo solo quería que saliera, a pesar de mi edad sabía que aún le temía a las tormentas pero no temía andar sola con mis amigos en la calle a la madrugada alcoholizados, también a las insignificantes arañitas pero no temía a matarlas, más bien cualquier insecto, con alas o medianos. Le temía a las agujas, cuando debía ir a vacunarme al hospital por controles pero no le temía a los tatuajes, tengo un total de catorce.

Me encanta el olor a lluvia, y sentir las gotas golpear la ventana. Siento que nada mejor que cuando llueve a penas, y puedes salir a fumar un cigarrillo y deprimirte.
Naaaaa, deprimirse no, solo pensar en que a pesar de todo, la vida, las noches, son hermosas.
Tengo manos, pies, familia.