who are you? || [km]

001

Dos meses antes. . .

La mañana había llegado, el sol se colaba en su habitación por los pequeños pedazos de ventana que no tapaba su cortina, iluminando su habitación. Su cabello castaño se imaginaba que estaba alborotado, y como no después de las tres rondas de sexo que había tenido con su pequeño. ¡Pero es que esa ropa más esos juguetes lo volvieron loco!

Al estar un poco más despierto se dió cuenta de los besos y chupetones que JiMin repartía en su cuello mientras su calentita pierna blanquecina estaba sobre su vientre, la cual tenía unas medias blancas hasta mitad del muslo transparentes, al igual que en la otra pierna.

—ah, bebé, tengo trabajo. Hoy es lunes.— gruñó sintiendo los dientecitos de su Mimi clavando en su cuello sin ejercer mucha fuerza. Su mano derecha se dirigió a su gruesa pierna, apretando, mientras que la otra se dirigió a la nalga derecha la cual apretó y nalgeó.

JiMin se sentó en su vientre y bajo su cabeza hasta rozar narices con JungKook, su mano derecha bajó al boxer del anterior mencionado introduciéndose a tal sin mucho problema y acto seguido tomando su polla y masturbando lo más rápido que le permitiese su mano.

—JungKook~ por favor, solo una pequeña ronda.— beso sus labios ferozmente, introduciendo su lengua y peleando apasionadamente con la lengua del contrario.

JungKook apreció la lencería de encaje rosa pastel la cual consistía de un corpiño el cual se conectaba a las bragas debido a dos líneas de elástico a ambos costados de su cuerpo y otras dos líneas de elástico, una abajo de los pectorales y otra justo debajo de las costillas, junto esto se le sumaba una tela transparente. ¿Cómo podía negarse a tal ofrenda?

—mgh, joder si.— gimió cambiando de posiciones, poniendo a su mochi debajo suyo. Se bajó el bóxer y posicionó su miembro en la entrada dilatada de Park, entró lentamente viendo atentamente las expresiones del contrario, quién tenía los ojitos cerrados dejándose llevar por el placer que le provocaba tener ese miembro venoso en su interior.

Una vez el interior de JiMin se acostumbró al tamaño JungKook comenzó con las estocadas fuertes y precisas logrando golpear su próstata, volviendo loco al más bajo.

La boca del mayor recorría el moreno cuello del menor, mordiendo y succionando la zona. El más alto apretó las caderas del más bajo, sintiendo su clímax próximo.

Tras unas estocadas más logró correrse en su interior, al poco tiempo llegó también el de JiMin acabando con largas tiras de semen en el pecho de JungKook.

—Ah, joder. Me traes loco, bebé.— beso toda la cara de su Mimi, mientras repartía caricias por todo su cuerpo.

JiMin se rió levemente. —Yo también te amo.— su parpadeo lento le daba un tierno toque a esa cansada pero traviesa sonrisa satisfecha.

—Tengo que ir a trabajar, me iré a bañar.— al ver los ojitos de su bebé, rió.— No, cariño. Debo ir a trabajar, el viernes por tu culpa falté en la cafetería. — le apretó suavemente la nariz, con una expresión cálida completamente ajena al enojo.

—Tu fuiste el que no pudo escapar de mis brazos.— arrugó la nariz y hizo un exagerado puchero, mientras se cruzaba de brazos.

JungKook rió, como un tonto enamorado con una sonrisa gigante y abrazó a JiMin con fuerza pero sin llegar a lastimar a su pequeño.

—te amo.— le susurró al oído y le dió un suave y lento beso antes de levantarse de la cama de dos plazas.

El menor tomó una toalla azul oscuro y se metió al baño, escuchando una voz dulce gritarle:

—¡Yo también te amo!—

Tras llegar a su trabajo, se sentó en su escritorio frente a todo su material de trabajo, comenzando a hacer lo que su jefe le había pedido hacer y lo que tenía que hacer.

—Che, Jeikei.— le dijo uno de sus compañeros de trabajo y amigo, llamándole la atención.

—Es JungKook, no Jeikei.— dijo algo avergonzado ya que una vez HoSeok había escuchado uno de los audios de JiMin en el cual le decía Jeikei y desde entonces le hacía broma con el apodo.

Se rió brevemente —¿Escuchaste el rumor de que una empresa más grande iba a comprar la nuestra?— le susurró, poniendo una cara de "¿viste que loco?" Pero sin llegar lo sorprendido.

—oh.. ¿Y?— subió una ceja sin saber lo interesante del rumor.

—Oh, si, olvídalo. Eres el empleado estrella, ¿Porque deberías hablar con un simple empleado como yo que puede ser despedido en cualquier momento?— hizo una cara ofendida y negó con la cabeza.

JungKook pegó una gran carcajada, la cual calló con su palma. —¿Entonces despedirán a mucho personal?— preguntó a lo que HoSeok asintió.

—Temo que éste es nuestro final.— puso una mano un su corazón mientras que con la otra daba palmaditas en el hombro del contrario.

— Querrás decir TU final.— dijo acentuando el "tu". — Además, es solo un rumor. No tiene la certeza para saber si realmente va a pasar eso.— se encogió de hombros y continuó con su trabajo.

HoSeok le dió una mirada asesina antes de volver a trabajar.

JungKook soltó un pequeño suspiro con una sonrisita adornando su rostro.

Su vida era perfecta a sus ojos, tenía un novio hermoso, amable. Su novio le encantaba vestirse de chica, complaciendo así su bisexualidad. Su trabajo estable era de diseñador gráfico y ganaba bastante bien, también disfrutaba trabajar medio tiempo en una cafetería en la cual hacía pasteles. ¿Que más podía pedir?