Travesía hacia el olvido

1. El día en que todo cambió

                                                 

Era diciembre del año 2010, en esos tiempos vivía en San José junto a mi esposa, Magdalena, la cual se dedicaba a las labores del hogar y a cuidar de nuestros hijos, Mateo y José.

Mi vida siempre fue muy pacífica, en mis tiempos libres me encantaba indagar acerca de varios mitos y leyendas. Cosas como el misterio de ''Pie Grande'', ''El monstruo del lago Ness'', entre otras historias.

Un día, alrededor de las cinco de la madrugada, una llamada interrumpe mi relajante descanso. Me levanté de la cama con sumo cuidado para que mi amada no se despierte. Salí de la habitación y bajé por las escaleras tratando de hacer el menor ruido posible.

Alcé el auricular y atendí la llamada con mucho nerviosismo, debido a la hora.

— ¿Hola? —dije contestando la llamada.

— ¡Saludos! —habló un señor con una voz temblorosa y algo de zozobra—, ¿Me puede colocar... inmediatamente... al señor Vidal?

— Está hablando con él —respondí a aquél sujeto—. ¿Que se le ofrece?

— ¡Señor Vidal, solo quería informarle acerca de...! —y se cortó la llamada de repente.

Aquella llamada me había dejado con una gran incertidumbre, no era normal que a esas horas de la madrugada me llegara una llamada, mucho menos que haya sido de un desconocido.

Desde esa llamada, tuve insomnio así que me quede sentado al lado del teléfono por si volvía a llamar; cosa que no pasó.

Al amanecer me fui a bañar para ir a trabajar, como cualquier día usual. Mientras gozaba de una relajante ducha de agua caliente, mi esposa me avisa que llegó una carta que era dirigida para mí. La colocó en la mesa para que yo la leyera luego y siguió cocinando el desayuno.

Cuando termine de bañarme, me vestí y bajé para revisar la carta. Mientras bajaba, pude oler el deleitable aroma del desayuno que Magdalena había preparado, así que corrí hacía el comedor a comerme el desayuno.

Parecía un día normal, luego de que desayunáramos, Magdalena cogió las llaves de su auto y llevó a los niños al colegio. En el momento en que se fueron, tomé la carta que estaba sobre la mesa para leer su contenido.

A plena vista pude notar que no era una carta normal, era algo extraña, era una simple hoja de papel sacada de algún cuaderno plegado en forma de carta. Tenía mucha curiosidad por ver su contenido, al desplegarla, cayó al suelo una pequeña tira de papel. La recogí y su contenido decía...

  ''2400 Yankee Clipper Drive, Jacksonville, FL''

 Sorprendido voltee mi cara hacía la hoja, esta tenía un mensaje corto escrito en ella.

''Necesito respuestas de su parte Sr. Vidal, veámonos en esa dirección en tres días''

 Luego de leer eso, me senté en mi sillón favorito a analizar la situación, al parecer, estaba involucrado en algún conflicto. Averigüé en internet esa dirección y me di cuenta de que era el Aeropuerto Internacional de Jacksonville.

No tenía ninguna duda de que la persona que me llamó en horas pasadas, me había mandado este mensaje. Empecé a creer que estaba cayendo en una broma realizada por mis compañeros de trabajo, ya que a ellos les gusta ser graciosos de vez en cuando con otros compañeros.

Me levanté del sillón con algo de disgusto, estiré mi mano diestra y tomé mi maletín por su asa, caminé hasta la puerta y salí de casa. Avancé hasta mi vehículo y me introduje en él pero, justo cuando iba a encenderlo, algo extraño sucedió.