Evan Douglas no tenía en absoluto una definición de sí mismo, sin saber cuán peligroso era no saberlo. No haber definido quién era, porque no tenía idea del torbellino que podía crear una disputa al respecto.
Comúnmente las personas guardan secretos, por lo tanto lo extraño llega cuando no los guardan. Porque Evan lucía así, tan transparente como un pliego de papel traslúcido.
Sin embargo, omitimos la parte en que aún cuando el pliego de papel traslúcido es a simple vista transparente, no es completamente cristalino; supongamos que eso fue la diferencia, la ligera línea entre algo traslúcido, con algo completamente invisible, porque si es invisible probablemente no existe, pero si es tan solo traslúcido, puede ocultar una gran cantidad de cosas detrás de esa fina diferencia de tono.
¿Que si podía convertirse en un misterio? Nunca llegó a planteárselo, porque ni siquiera él mismo sabía plenamente quién era. Ni sabía el daño que podía ocasionar.
Y cuando echó un vistazo a su propia vida, no fue fácil comprender lo inverosímil que era todo. Lo inverosímil que era él mismo.
YOU ARE READING
Inverosímil
Teen Fiction"Porque esa frase rondaba en mi cabeza una y otra vez, 'búscame en los lugares más grises'; y creí que era el único secreto".