Tanjiro x Male Raider | Kimetsu no yaiba Yaoi

1

— El momento en el que te conocí—

La batalla de Tanjiro contra la quinta luna fue agotadora, gracias a Tomioka Tanjiro pudo salir vivo de esta.

Los tres estaban en recuperación, al igual que Nezuko.

—¿Otra vez no van a venir?— la niña que ayudaba a Tanjiro con su entrenamiento le pregunto

— Lo siento, trataré de convencerlos mañana — hizo una reverencia

— Da igual, hoy no entrenaré contigo, tengo que salir, puedes entrenar solo, convencer a tus amigos, o buscar a Konoa, puede que esté en el pueblo — indicó

Tanjiro no quería salir, pero sus amigos estaban tirados en la cama, y tenía que dominar la respiración.

No tuvo más remedio que salir en busca de la chica, tomo su uniforme y fue en marcha. Cruzo por las calles del pueblo buscándola, pero risas de niños lo distrajo. Volteo al lugar proveniente y lo vio.

Una un chico que vestía con su mismo uniforme, sonreía con un perro en brazos rodeado de niños. Desvío la vista a su derecha y vio a Konoa, sonriendo viendo al animal.

El chico desconocido se percató que Tanjiro los veía.

— ¿Se te ofrece algo? — dijo sin quitar su sonrisa. Todos voltearon a verlo.

— ¿Ah? No, Solo... Solo buscaba a Konoa —

— ¿Lo conoces? — volteo a ver a la chica, quien asintió — ¿Que deseas? —

— Quería preguntar si... ¿Puedes entrenar conmigo hoy? —

Konoa, con la misma cara que siempre, saco una moneda y la aventó al aire

— No —

— ¿Ah? Oh...— sonrió con vergüenza

— Vamos, Konoa, será divertido, podríamos entrenar de paso — alzo al perro y se los entregó a los niños — será mejor que regrese —

— No...—

— por favor no te vallas — los niños pedían desordenados, el joven puso su dedo índice en sus labios y todos callaron

— vendré mañana, ¿Si? Pero tienen que portarse bien y no salir de noche —

— ¡Si! —

—¡Trato hecho! —

— Bien, ahora vallan a sus casas — obedecieron después de un alboroto — y bien... ¿Cómo te llamas? —

—¿Ah? Kamado Tanjiro, un gusto —

— ¿Eres de los nuevos, cierto? Soy ____, llevo aquí un poco más que ustedes —

— ¡Oh! — exclamó

— ¿Dijiste que querías entrenar, no? — miro a Konoa que estaba a su lado — Vamos a ayudarlo —  hizo una seña para que lo siguieran

— ¿Dónde estamos, Senpai? —

— Está es mi unidad —

— ¿Tiene unidad para usted? —

— Pongamos que si, y bueno, ¿Que entrenas? —

— ¿Estás bien? — Konoa se había ido dejándolos solos

— S-Si... Solo que.... No tome el suficiente aire — respiraba agitado

— ¿Quieres un descansó? — negó — mh... — tomo la frente del otro levantando la

— ¿Ah-...?— seré sincero, estaba muy cerca

— Terminemos por hoy, descansa un poco —

— ¡Inosuke, déjame en paz! ¡Tanjiro dónde estás?!— la voz de Zenitzu se oyó fuera de la cerca

— ¿Conoces a...? —

Se separó — sí, lo siento Senpai, me tengo que ir — hizo una reverencia — ¡Gracias por hoy! — salió corriendo

— ¿A-adios? — estaba confundido, pero sonrió

—¿¡Dónde te metiste todo el día?! ¡Pude haber muerto! — Zenitzu seguía gritando

— Zenitzu, deja de gritar — suspiró — estuve entrenando con un Senpai—

— ¡Eso no es excusa! —